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Cuba

Para acabar con Cuba

Para acabar con Cuba

Por Ulises Espinosa Núñez

 ulisesen@enet.cu

 

Acabo de ver la película Che, el guerrillero, en cuyo final me conconvencí de que aquellos militares a los cuales enfrentó el legendario combatiente cubano-argentino, carecían de honor profesional y mucho menos dignidad humana, porque en las circunstancias del desenlace del combate final, aquel hombre era un prisionero de guerra que estaba herido, y como tal era obligatorio atenderlo.

 

El Che pudiera estar vivo hoy, pero era preciso hacerlo desparecer, asesinarlo a sangre fría, hacer desaparecer su cuerpo, esconderlo de la ruta de su ejemplar acción revolucionaria, que ya se ha visto, permeó al mundo entero con sus ideas, a las masas desposeídas de distintas generaciones que después enarbolaron sus banderas contra la explotación, la discriminación y el abandono político y social de los pueblos.

 

Además de quitarle la vida por orden del gobierno de los Estados Unidos, los militares envilesidos y borrachos, consideraron que era poco y para mayor ignominia, les cortaron las manos, tal veza que después de muerto no empuñara las armas, y fue todo lo contrario en América Latina, en África y Asia, y el Che así seguió viviendo.

 

Con la misma saña el imperialismo norteamericano fiscaliza el cumplimiento de su política de bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, impuesto con la malsana pretensión de causar daños físicos a la población cubana mediante el hambre, las enfermedades, y que éstas se rebelen contra la Revolución Socialista y sus líderes, empeño frustrado durante más de 50 años, en los cuales la unidad de los cubanos se hizo férrea en la resistencia.

 

Lo mismo que pretendieron con el asesinato del Che, han querido hacer con Cuba, y con Fidel Castro mediante más de 630 planes de atentados personales, y aquí está la Isla, gallarda e inconmovible, mientras el Che sigue siendo bandera y paradigma en el mundo, y el Comandante en Jefe está dando batalla.

 

Estas coincidencias me las ha hecho expresar de manera sencilla y rápida, un poema publicado en el diario Juventud Rebelde, el 20 de marzo de 1990, que guardé por retratar de manera auténtica la trascendencia de Cuba con su fulgor universal en  lo político y social; se trata de una pequeña obra poética en la que Adrián Mitchell, el autor, conjuga y vincula la significación del Guerrillero Heroico y la Nación donde alcanzó vida imperecedera.

 

Se lo reproduzco, para que lo difunda usted, en la más exacta visión de la estatura de este péqueño país:

 

CÓMO MATAR A CUBA

 

Hay que quemar primero al pueblo

Después las hierbas y los árboles,

luego las piedras.

Hay que borrar la Isla de todos los mapas,

De los libros de historia, de los viejos periódicos,

incluso los periódicos que odiaban a Cuba.

Y quemar todo esto,

quemar los cuadros, los poemas, las fotos,

las películas.

Y cuando todo esto esté quemado

es preciso enterrar las cenizas,

montar guardia en la tumba

y aun entonces,

Cuba sólo estará muerta igual que el Che Guevara,

técnicamente muerta, nada más,

técnicamente muerta.

 

Por eso es que el bloqueo, la ferocidad imperialista, sus amenazas, ni siquiera bajo bombas nucleares, los cubanos no dejarán de levantar sus rojos estandartes en defensa de su obra, por la cual se trabaja y se empuñan las armas, mientras se perfecciona la sociedad y fortaleze la unidad; Cuba ya demostró que el mundo nuestro es posible, el que construye para su pueblo y es referencia para el que quiere dominar el imperialismo yanqui.

 

Una mirada a la Europa de estos días le podrá demostrar que las conquistas de los cubanos no es ficción ni propaganda mediática, es socialismo real Made In Cuba.

 

Adrián Mitchell es un poeta, escritor, productor y periodista, que nació en Londres el 24 de octubre de 1932, quien estudió en la Universidad Oxford y pasó su servicio militar en las Reales Fuerzas Armadas del Reino Unido.

 

 

Otra vez 187 votos: papa caliente para Obama

Otra vez 187 votos: papa caliente para Obama

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Si como dice el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el libro El Imperio por dentro, que no está obligado por diferentes conceptos a embarcarse en una guerra prolongada en Afganistán o en cualquier otro lugar, entonces es de suponer que pronto y en este mandato, pondrá fin también a la que desde John F. Kennedy hasta él, sostiene su país contra Cuba, en el intento de rendirla por hambre y enfermedades.

 

No se trata de un conflicto que se justifique en terrorismo, agresiones o provocaciones de un gobierno que lo único que ha hecho es ejercer su soberanía sobre las riquezas materiales, a partir de sueños de libertad e independencia que los cubanos conquistaron tras una cruenta lucha, al costo de más de 20 mil muertos, la inmenza mayoría causadas por genocidio contra la población indefensa ante bombardeos, ametrallamiento y asesinatos.

 

Sabe Obama que el mundo deplora la injustificada invasión a Iraq y al país del opio, en la que están involucrados como cómplises varios destacamentos de las fuerzas armadas de la OTAN, o lo que es lo mismo, la Unión Europea, que acompañan al mando yanqui en el prestexto de combatir al terrorismo que, arguyen, tiene base allí con Al Qaeda y Osama Bin Laden.

 

La verdad es que combaten a una insurgencia Talibán no muy asimilada internacionalmente, pero que luchan contra un gobierno entreguista y a las fuerzas invasoras, como ya una vez hicieron con legítimo derecho contra los efectivos de la Unión Soviética a las que obligaron a huir, como harán también a las que bajo la bandera de la OTAN con mando norteamericano.

 

Y bien, esta otra guerra, igualmente genocida, sí es rechazada mundialmente por 187 gobiernos y cientos de organizaciones de solidaridad con Cuba, entre las que no están ausentes algunas norteamericanas, procedencia donde numerosas personalidades se hacen conocer pronunciamentos de condena a ese llamado embargo por los políticos, y que internacionalmente es conocido por bloqueo o guerra económica, comercial y financiera que ya alcanza un costo estimado en más de 700 000 dólares.

 

Esta guerra ha causado no solamente esas pérdidas, sino muertes humanas, ya que las privaciones de comercio y financiamiento de terceros países, impactaron sobre el sector de la salud, donde además de medicamentos e insumos para los enfermos, prohibe a la Isla adquirir equipos y tecnologías necesarios paracombatir dolencias mortales.

 

Hasta ahora, con la firma del Premio0 Novel de la Paz, Barack Obama esta guerra es una papa caliente, se prolongará por un año más, y durante el cual este 26 de octubre el gobierno de los estados Unidos volverá al banquillo de los acusados, y ya no será por desconocimiento, sino por esa persistencia norteamerica de rendir a los cubanos mediante los instrumentos de las leyes Torricelli y Hemes-Burtón, que como consecuencia también esperan el derrumbe del sistema político que este pueblo ha escogido para sí.

 

Estados Unidos ha enseñado que hay guerras con daños colaterales que no necesitan emanar olor a pólvora o que truenen los cañones, las bombas y cohetes teledirigidos o aviones sin pilotos.

Lo que se debate en Cuba, en el contexto internacional

Lo que se debate en Cuba, en el contexto internacional

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Foto: Ulises

La capacidad intelectual por el alto nivel de escolarización que tiene su sociedad , le permité al cubano el diálogo sobre los medulares acontecimientos del mundo, sobre todo aquellos que de alguna manera hay que cotejarlos con los propios, en primer lugar para corroborar que amén de sus limitaciones económicas, la Nación es estable y el gobierno no busca soluciones con perjuicios para el pueblo.

 

Los paquetazos, como algunos comentaristas internacionales señalan a los acuerdos que en varios países se aprueban para hacer reajustes financieros, son cotejados acá con las medidas que el gobierno cubano ha adoptado, a partir de decisiones parlamentarias con el mismo fin, incluso el reajuste de plantillas que moverá de un puesto a otro un millón y medio de trabajadores, sin que ello haya significado efecto traumatico para las masas de obreros, empleados, jubilados y beneficiados por la asistencia social.

 

Lo segundo que al respecto enfatizó el presidente cubano Raúl Castro Ruz, luego de argumentar la medida fue que nadie quedará desamparado ni desprotegido, como ya otras veces ocurrió cuando el mismo fenómeno de las plantillas infladas afectaba la eficiencia, y luego cuando sobrevino el Período Especial (crisis económica), tras el derrumbe del campo socialaista y la desintegración de la Unión Soviética.

 

Siempre hubo alternativas, variantes justas, que el pueblo asimiló por el pragmatismo con el cual los máximos dirigentes del país le presentaban los problemas coyunturales de Cuba, y la forma viable para enfrentarlo y salir adelante, sin retroceso en la equidad y la justicia sociales, y por ello ahora, tranquilamente, con criterios racionales, los cubanos vuelven a una nueva coyuntura, que como las de los últimos 18 años, tienen origen entre otras causas por el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

 

Ahora se trata de que cientos de miles de trabajadores tal vez ya no puedan seguir ejerciendo su oficio o profesión, según su nivel, y otros dejar de realizar una actividad de servicio, y en todos los casos, dedicarse a otra, opcional por supuesto, siempre atendiendo al principio de voluntariedad, pero en ningún caso existirá la vía ya aplicada en el Período Especial, de que alquien se vaya a su casa a recibir el 60 por ciento del salario sin producir nada.

 

Viene la posibilidad de que se autorizará licencia o autorización para realizar unas 180 labores por cuenta propia, pago al fisco de por medio, y con la anuencia de emplear fuerza laborar de hasta cinco personas, y ello con el propósito de abrir un espectro de servicios y producciones que durante décadas el Estado no puso satisfacer con eficiencia.

 

Pero hay algo más, y es que quizás en una empresa o unidad sobren trabajadores, pero en otra pueden faltar, incluso, la prerrogativa personal puede conducir a que muchos se decidan por quedarse con la alternativa del trabajo por cuenta propia, porque le puede resultar más beneficioso económicamente.

 

Otro asunto es que tampoco el país ni su perspectiva de desarrollo acusen estancamiento, porque algo que caracteriza a Cuba es que a pesar del bloqueo y las limitaciones de materias primas, tecnologias y piezas de repuesto, los planes inversionistas en distintos sectores no se detienen, por ejemplo, en el turismo, la ciencia, el transporte, la infraestructura, las construcciones y produccción de materiales para ella, las comunicaciones, la agricultur, la salud…

 

Y un ejemplo de que nada de lo nuevo que se hace en Cuba para perfeccionar su modelo económico social, es que los trabajadores no tienen que irse, como en muchos países de Europa, a la huelga, ni paralizar sectores, o desencadenar revueltas incendiarias y de confrontación con las fuerzas de orden interior, porque el gobierno es el pueblo mismo, y en eso no tenemos semejanza ni parecido con nadie.

 

Sencillamente se trata de que el de Cuba es un socialismo a la cubana, legítimamente criollo, facturado en el Siglo XX, y según los tiempos que corren y algunos ejemplos visibles, para hacer uno medianamente parecido tendrían que ocurrir cambios globales, que no se aprecian en el cercano horizonte del Siglo XXI.

Las dos nuevas provincias cubanas Artemisa y Mayabeque

Las dos nuevas provincias cubanas Artemisa y Mayabeque

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Los amigos de Cuba, que nos conocen muy bien, y visitan a la Isla y observan a la sociedad cubana desde la perspectiva de las novedades en que vivimos integralmente, saben que la Revolución cubana está de pie, porque ha sabido arrigarse en los valores de la Nación, en los sentimientos de gratitud del pueblo, y esa voluntad resuelta de defender cuanto se ha conquistado en los últimos 57 años, desde el asalto mismo al Moncada el 26 de julio de 1953.

 

El cubano lo mismo vive con la grandeza y las escaseses del presente, como con la historia que se ha vivido por más de una centuria y sabe, para disgusto de sus enemigos políticos y de clase, que la sociedad cubana está cargada de valores impostergables, porque son como un símbolo de lo que somos, a la misma altura de nuestro Himno Nacional, de la Bandera, el Escudo, la Palma Real y la Mariposa como flor nacional.

 

Eso son para los cubanos de hoy, y también los de ayer, los héroes y mártires que cayeron luchando por la libertad y la independencia de este país, y de sus sueños de justicia social; siempre a cada obra nueva o acontecimiento le buscamos un sentido de valor íntimo en el que se inspiren nuestros niños, jóvenes, trabajadores y campesinos.

 

Por eso, a la hora de fundamentar la formación de las dos nuevas provincias occidentales, se argumentaron la historia, sus símbolos, las riquezas y las perspectivas de desarrollo, todo sobre la base de la identidad y la unidad consciente del pueblo.

 

Pero estas dos nuevas provincias demuestran la dinámica del socialismo cubano y niega el inmovilismo del que la acusan sus enemigos y críticos oportunistas, como si nuestro sistema no fuera fundamentado en la dialéctica marxista para proyectar su desarrollo y los cambios estratégicos que las experiencias aconsejan.

 

ARTEMISA

 

Quizás fue la planta aromática de hojas blancuzcas por el envés y flores en racimo con el centro armarillo, o tal vez Artemisa, la diosa cazadora, que dio nombre a ese suelo rojo. Canta el poeta Jesús Orta Ruiz, El Indio Nabori, que el arco de esa deidad salieron flechas de coraje y sonrisa, a clavarse en la noche para traer la aurora.

 

Fue cuando esa tierra aportó la mayor cantidad de combatientes a la gesta del Moncada, y eso solo motivo bastaría para elegir el nombre de la nueva provincia, porque de historia se hacen los pueblos. Tanto es así que el día del aniversario 57 de la salida hacia el cuartel Moncada, Fidel Castro regreso a rendir tributo a aquellos 28 héroes.

 

De todo modos, la capital que nacerá el próximo año traerá también notables ventajas a los habitantes de sus 11 municipios: la ubicación privilegiada en medio del tarritorio acortará la distancia promedio desde cada uno de estos, con lo cual el traslado tomará menos triempo y evitará los actuales grandes gastos de combustibles. Además, su proximidad con la zona en perspectiva de desarrllo industrial del pueblo de Mariel permite avisorar los fuertes lazos comerciales para la zona.

 

Desde la era colonial, la joven ciudad había sido usada como centro de operaciones del jército español en la región oriental de la provincia de Pinar del Río, por lo cual el General Antonio Maceo la bombardeó. Más tarde, resultó el cruel destino de los reconcentrados de aquel entorno, cuando la  barbarie de Weyler. Y a mediados del siglo XX los poblados y municipios aledaños se abastecían de sus industrias y negocios.

 

No es la primera vez que quienes la circundan traban relaciones mercantiles y económicas de todo tipo con Artemisa.

 

La nueva provincia sobresale por su peso en la economía, sobre todo en la producción diversificada de alimentos, entre ellos los cultivos varios, huevos, así como la cría de ganado mayor, de cerdos y el acopio de leche.

 

Solo en la capital, dispone de fábricas de cemento y asbesto cemento, la industria de materiales de la construcción y la química, que produce plaguicidas. Y también cuenta con la Productora de Ómnibus y Conformación  de Metales de Guanajay, la metalurgia de San Creistóbal, las conservas de Candelaria y otros renglones.

 

MAYABEQUE

 

Mayabeque, nombre que se ha aprobado para una de las dos nuevas provincias en  el proyecto que analizó la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el reciente V Período Ordinario de Sesiones, que se celebró en el Palacio de Convenciones, tiene una singular e interesante historia.

 

La leyenda hace referencia al cacicazgo de Habanaguex en el sur de La Habana, y Mayabeque fue el nombre autóctono del río que riega el fértil valle donde se asientan hoy miles de los habitantes habaneros, aunque acorde con varios relatos los aborígenes siboneyes lo bautizaron también con el apelativo de Güinicajinal.

 

Lo cierto es que el afluente más importanate de la vertiente meridional de la región, cuyas fuentes constituyen el mayor caudal las del Ojo de Agua, de Catalina, por lo que deben considerarse como fuentes remotas las lomas que se levantan al sur de Júcaro.

 

Al entrar en  la llanura se divide por efecto de la canalización artificial y también natural en la multitud de brazos y zanjas que constituyen el sistema de riesgos establecidos en el valle de Güines. Por esa razón y por la de su curso por esta ciudad recibe el nombre de Güines hasta los terrenos del antiguo hato de San Pedro de Mayabeque, que toma este último nombre, con el cual sigue hasta su desagüe en la costa meridional, en el Golfo de Batabanó.


Desde este sitio sureño, Pedro de Barba partió con Hernán Cortés para la conquista de México, y desde el mismo sitio salieron expedicionarios para La Española, Jamaica,  Puerto Rico, Yucatán,  México y Veracruz, sin olvidar centro y suramérica.

 

El río que conocemos hoy es uno de los tres más grandes e importantes de la zona, que corre de norte a sur. La prosperidad económica de la región,  como resultado de los beneficios de ese cauce, fue un factor fundamental para que comenzara a construirse el Camino de Hierro a Güines, que sería el primer ferrocarril de Iberoamerica y el primer gran centro productor y exportador ingresándole grandes capitales, al convertirse en núcleo y cuna de la industria azucarera nacional, al poseer 94 ingenios en toda la jurisdicción.

 

Sus aguas son motivo de satisfacción de bañistas en verano y también para los que prefieren disfrutar de la playa del mismo nombre del río, en la localidad de Melena del Sur.

 

La influencia del nombre en la zona hizo que al triunfo de la Revolución y al adoptarse la creación de las regiones como un eslabón intermedio de la División Político-Administrativa de aquellos años, se aglutinaran varios de los actuales municipios en la región de Mayabeque.

 

La nueva provincia de Mayabeque, de 3 732,73 kilómetros cuadrados, bañada por la misma serpiente de agua dulce, muestra hoy el fruto de una obra que le ha llevado a un significativo potencial agropecuario, no sólo por sus fértiles tierras, simo también por el ímpetu y la nobleza de sus pobladores. Al propio tiempo, esa misma Revolución la ha dotado de una inestimable capacidad industrial, atributos que ya la muestran con fortaleza y fiel a su historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Cuba, la economía en función de la política

En Cuba, la economía en función de la política

Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Los que expresan hoy en Cuba sus criterios sobre cómo mejorar la economía nacional, y en particular los servicios menores de gastronomía y del hogar, muestran dos líneas de contrapunto que indudablemente no son coincidentes, una de ellas por reflejar una especie de angustia y pesimismo, que aconsejan aplicar con extrema urgencia medidas de vuelta de página hacia la propiedad privada capitalista, a tal punto irracional, que olvidan que en Cuba la economía tiene que estar en función de la política.

 

Tal es la premura en algunos, que entre líneas leo algo así como un desespero ideológico, porque la nueva experiencia cubana en el reajuste futuro de su infraestructura haga aflorar tendencias políticas que están ajenas en el espíritu del pueblo cubano y del socialismo, porque nuevos teóricos olvidan cosas y hechos, a los cuales les recuerdo que la Constitución de la República fue reformada un día en cuestiones de horas, para suscribir el carácter irreversible de la Revolución.

 

Aquí no puede haber jugadas ingenuas ni apostar la suerte de este país, porque en este sistema político que defendemos con nuestra economía, esta el povernir no de una buena cafetería, un apetitoso bocadito, el agua fría, el café, el refresco frío sobre un mostrador, puestos con eficiencia y excelencia en el trato, sino la felicidad de todo un pueblo, que bien conoce qué fue en Cuba la propiedad privada, en manos de la burguesía y la oligarquía.

 

Algunos olvidan que nuestra memoria histórica no la derribó el Muro de Berlín ni la desintegración de la Unión Soviética, sino por el contrario, la fortalecimos en grado tal, que en América Latina los propios países del ALBA necesitan de ese presupuesto cubano para construir para sí una nueva sociedad, en la cual la unidad sea la principal divisa, algo muy difícil en el contexto en que se perfila un socialismo de nuevo tipo en el Siglo XXI que ya no podrá ser, por ahora, como el nuestro.

 

Hice refrencia al Muro de Berlín, porque en los países socialistas del Este, existió esa experiencia de la mediana propiedad privada sobre cafeterías y restaurantes, que en otras intidades generaron también una pequeña burguesía que no hizo suyo el socialismo, por ejemplo en Bulgaria, Polonia, Checoeslovaquia, Rumania, y al final allí no hubo defensa del sistema del cual presumían, y no lo pelearon como lo harían los cubanos en cualquier época posterior, si esa desgracia cayera sobre nosotros, a sugerencia de timoratos, ilusos e ineptos economistas que sugieren el suicidio político de esta Isla.

 

Ya Raúl dijo que hay asuntos que son muy complejos y nada debe hacerse de manera irresponsable, porque está en juego el destino y la supervivencia de la Revolución, porque sin esa, como ya él mismo dijo, jamás volveríamos a levantar la espada, claro, después que este país se destruyera en una resistencia que sería interminable en lucha total contra nuestros enemigos y los vendepatrias que siempre habrán.

 

Ha dónde irían a parar los miles de millones de pesos que el comercio, la gastronomía y los servicios recaudan hoy para el presupuesto estatal con destino a la educación, la salud, el deporte, la cultura, y otros beneficios que recibimos gratuitamente como en ningún otro país, que en casi todo el mundo cuestan ojo y medio de la cara.

 

Si algunos no lo saben, los trabajadores por cuenta propia son los que menos aportan al presupuesto, porque su peso en el fisco es apenas del uno por ciento, y así las cosas, las asignaciones del Gobierno no pueden descansar en tal riesgo, cuando la tendencia general es esquivar a la Oficina Tributaria.

 

 Si hasta ahora algunos adminitradores de cafeterías y restaurantes y otros centros del sector se han sentido dueños y señores privados, qué no serian bajo arrendamiento y cooperativización o como sea, si ya para entonces, por la falta del sentido de pertenencia los trabajadores serían los empleados del señor, o tal vez entonces sí desafíen la prepotendia, el oportunismo, la malversación de los administradores, porque le estarían afectando sus bolsillos.

 

Creo que lo primero que tenemos que resolver es de índole política, y no administrativa, y se trata del rol que desempeñan el sindicato y el Núcleo del Partido Comunista en una cafetería o un restaurante, porque hasta ahí lo que se demuestra es que deficiencias, robos, abusos y otras fechorías han sido permitidas por ambas organizaciones, sin imponer la autoridad jurídica y moral que tienen para poner las cosas en su lugar con el respaldo de los trabajadores.

 

 Ya se sabe que en muchos centros, los administradores y directores se imponen sobre todos sus subordinados y actúan por encima del Partido, el Sindicato y los trabajadores, y permiten el deterioro de la calidad en la elaboración de los productos, del buen servicio, de la higiene, porque no actúa la fuerza revolucionaria de que estamos investidos.

 

A esos oportunistas hay que imponerle la dictadura del proletariado, palabra que no ha desaparecido del vocabulario políco de los revolucionarios cubanos, porque los ultraderechistas la señalan como un crimen que viola los derechos humanos, que atropella a la sociedad civil y sus organizaciones sociales. el caso de Cuba, particularmente, la dictadura del proletariado está vigente, porque la lucha política e ideológica enemiga no ha cesado dentro ni afuera, con esa herramienta, le ponemos un muro de contención y los obligamos a obedecer a la voluntad del pueblo.

 

No hay en el mundo un Partido político de más autoridad que el Comunista de Cuba ni un Movimiento Sindical más organizado, bien estructurado, globalizador de la unidad y movilizador que el que dirige la Central Obrera de Cuba (CTC), y si cada unidad de la producción y los servicios está obligada necesariamente a la atención de ambas organizaciones, por qué ocurren esas cosas denigrantes que criticamos y denunciamos en diversas tribunas, y persisten.

 

Creo entonces, que hay que sacudir la mata, y que caigan los frutos podridos que se aferran a la sombra de algunos árboles del favoritismo y la corrupción. Digo esto porque alrededor de una cafetería caminan dirigentes políticos y sindicales de base y buróes, delegados del Poder Popular, dúos del Partido, funcionarios de gastronomía municipal, vicepresidentes de Consejos de Administración a ese nivel, y cada seis meses rendiciones de cuenta de los delegados a los electores.

 

El socialismo de Cuba es uno y muy específico, autóctono, debe ser por tanto leal a la dialéctica marxista, a la manera inteligente y perspicas del cubano, con la sabiduría de nuestro Comandante en Jefe y el timonear seguro del presidente Raúl Castro, porque las sugerencias que se nos hacen para buscar eficiencia administrativa, que es el asunto, no hacen falta gatos por liebre, como si los cubanos fuéramos bobos; el Che hizo la adventencia de que en el imperialismo no se puede confiar ni un tantico así.

 

 Pero para terminar, la visión del problema de que he hablado, ya la dijo Fidel Castro mucho antes de manera más categórica y sentenciosa:"El socialismo hay que construirlo con trabajo político, con organización, con planificación, con eficiencia, porque lo único que se construye mediante mecanismos es el capitalismo.

 

Puede Haber mecanismos que ayuden al socialismo, pero eso no implica que ni por un segundo nos olvidemos de que el socialismo es obra del hombre, de la racionalidad del hombre, de la capacidad del hombre de prever, de planificar y resolver los problemas".

Preside Raúl acto por el 26 de Julio en Santa Clara

Preside Raúl acto por el 26 de  Julio en Santa Clara

Por Ulises espinosa Núñez

 

El General de Ejèrcito Raùl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, presidiò este lunes, el Acto Central por el Aniversario 57 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Cèspedes, efectuado en la PLaza de la Revoluciòn Ernesto Che Guevara, de la ciudad de Santa Clara, capital de la provincia de Villa Clara, ganadora de la emulaciòn por el 26 de Julio, Dìa de la Rebeldìa Nacional. 

 

Junto al segundo jefe de la Revolución, se encontraban los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdéz Menéndez y Guillermo García Fría, altos dirigentes del Partido, el Estado y el Gobierno, de las organizaciones de masas, las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior, la Unión de Jóvenes Comunistas, y  delegaciones de amistad con Cuba, entre ellas Pastores por la Paz, que realiza su visita XXI de solidaridad.

 

También se encontraban combatientes sobrevivientes de las epopeyas del Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, de Santiago de Cuba y Bayamo,respectivamente, familiares de los Cinco Héroes cubanos prisioneros en Estados Unidos por combatir el terrorismo anticubano de Miami.

 

Como expresión de hermandad y solidaridad combatientes, en la presidencia estaban al lado de Raúl los compañeros Rafael Ramírez, vicepresidente de Venezuela, así como Alí Rodríguez, ministro de Energia, de la Nación bolivariana que encabezan a su parte cubana la Primera Cumbre Gubernamental de los dos países.

 

Al concluir la Gala artístico cultural de la celebración, el Jefe del Estado cubano entregó la Bandera de ganadora del acto a la provincia de Villa Clara, y certificados de destacadas a sus similares Granma, Ciego de Ávila y Ciudad de la Habana, tras lo cual el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, quien felicitó al pueblo villaclareño, por sus 12 años de territorio estable.

 

Alí Rodríguuez, por su  parte, consideró de alto honor poder dirigirles las palabras a los más de 90 mil asistentes, para reitrerar la amistad solidaria de dos revoluciones hermanas, y afirmó que las amenazas que llegan de Colombia, forman parte de una operación de Estados Unidos, por desestabilizar a la región en busca de la reconquista del petróleo venezolano y derrocar al proceso revolucionario.

 

¡Fidel! ¡Fidel! , el nombre del invencible Comandante en Jefe retumbó en el centro de Cuba, en la ciudad de Santa Clara, que custodiada por el Che, celebra esta mañana el aniversario 57 de los asaltos a los Cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Habló el camarada Máuser

Habló el camarada Máuser

Por Ulises Espinosa Núñez

Ulisesen@enet.cu

 

"Yo siempre, desde pequeño andaba en Birán con las armas. En mi casa había una escopeta semiautomática de esas que llevan en la recámara cuatro cartuchos; si le pones uno en el directo puedes hacer hasta cinco disparos en dos segundos. Había también como tres fusiles de ésos un poco antiguo, pero Que pueden usar balas modernas, les llamaban Máuser. También Dos fusiles Winchester calibre 44, parecidos a los que usó Buffaloo Bill, con varias balas en la recámara". (Fidel Castro Ruz) .

 

Estados Unidos, que frustó la victoria de las armas del Ejército Libertador Cubano sobre el ejército colonialista de España, convirtió a Cuba en una parcela del relajo y corrupción política y administrativa, y nada se salvó de aquellos sueños por los cuales este pueblo había peleado 30 años en la manigua, las ciudades y la emigración.

  

Algunos generales y políticos que habían servido a la causa liberadora de Carlos Manuel Céspedes y José Martí se pusieron tempranamente a las órdenes del imperialismo, traicionando así a la Patria, entre ellos, el primer presidente cubano llamado Don Tomás Estrada Palma, muy conocido y famoso por su pensamiento anexionista, impuesto por el gobierno norteamericano, después que desintegrara el Partido Revolucionario Cubano de José Martí y licenciara al Ejército mambí.

  

No contaré la historia de este país, haré referencia a la necesidad histórica que tuvo Cuba para hacer su segunda guerra necesaria, esta vez la que organizó Fidel Castro a partir del golpe de Estado del general Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952.

  

Entre 1902 y esta última fecha, transcurrió un medio siglo que se caracterizó porque aquellos generales de la manigua se enriquecieron, robaron, mataron, convirtieron al ejército en su servidumbre y sus jefes en mayorales; le vendieron la Isla al capital norteamericano y una suceción de gobiernos oportunistas se olvidaron del pueblo y sembraron la decepción en los cubanos en rebeldía, pero no fueron organizados para hacer nuevamente la revolución.

  

El fraccionamiento sindical en un montón de federaciones, el pensamiento político desdoblado y sion radicalismo, el movimiento estudiantil estaba dividido y la Revolución del 1930 solamente dejó en algunos la idea de que se había cerrado el camino del tradicionalismo, pero ni así, los criollos pudieron ver el radicalismo revolucionario y antimperialista de Antonio Guiteras, paradigmática figura de aquellos días.

 

Despúes vino el desengaño del autenticismo, que amén de la madurez política alcanzada, tampoco surgió la gran figura que capitalizara la situación desmoralizada que caracterizó a los gobiernos auténticos de Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarrás, mientras transitaba en esa historia un hombre siniestro que fue el dictador y jefe militar más criminal y corrupto de todos los tiempos: Fulgencio Batista.

 

Cuando ya la vía de las elecciones y los discursos demagógicos no eran más que el hazme reir del pueblo, y resonancia de las trompetillas que las masas le lanzaban a las promesas de los politiqueros, es Raúl Roa García, quien el 10 de julio de 1931, ante los retos que representaban el presidente y dictador Gerardo Machado, expresó en el periódico Línea: "Estamos no sólo viviendo el requebrajamiento objetivo del régimen colonial.

 

"Estamos en presencia, también, de una revuelta de masas contra contra el imperialismo yanqui y su verdugo Machado. Ampliarla, darle su contenido agrario y amtimperialista, transformarla en revolución democrática bajo la dirección del proletariado en alianza con los campesinos y la pequeña burguesía radical, es obligación previa e ineludible de las organizaciones que luchan genuinamente por la liberación nacional y social de Cuba. Por eso, ya sobran la palabra y la pluma. La conciencia popular está madura para el vuelco redentor. Ahora se hace urgente predicar a balazos.La consigna es única y definitiva: ¡Tiene la palabra el camarada Máuser!".

 

Qué planteaba Raúl Roa con tan singular expresión, pues que había que hacer la guerra nuevamente, y en aquellas revueltas que derrumbaba a la dictadura de Machado, había que ponerle fusiles en las manos al pueblo, pero éste no estaba preparado para tal acontecimiento. Las condiciones vinieron a darse cuando para las elecciones de junio de 1952, ante la inminencia de que no ganaría las elecciones frente a los ortodoxos, Fulgencio Batista ascendió al poder con un golpe que no dejó más alternativa que empuñar el Máuser, una convicción que se hizo conciencia nacional, no obstante el juego a la oposición y a la revolución de unos cuantos líderes políticos de unos 13 Partidos.

 

Esto es lo que conduce a la epopeya del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, en las ciudades de Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, en la antigua provincia cubana de Oriente, hoy multiplicada en cinco, por una nueva división político administrativa aplicada en 1976. Fidel Castro, cuenta de esta manera cómo se organizó aquella legión de libertadores, conocida como la Generación del Centenario, que ya conversaba con el camarada Máuser:

 

"Nosotros entrenamos 1.200 jóvenes.El dato exacto de 1.200 demuestra que al llegar a esa cifra no seguimos reclutando y entrenando futuros combatientes. Habiamos creado un pequeño ejército. Yo hablé con cada uno de ellos, trabajé en eso con bastante asiduidad y muchas horas diarias. Mi argumentación era esencialmente política, había que organizarse y estar preparados, la intención era evidente, aunque nunca se mencionaron planes concretos. La disciplina era esencial. En unos meses había reclutado a los 1.200 hombres que mencioné.

 

¡Cincuenta mil kilómetros recorrí en un auto!, cuyo motor se fundió unos días antes del Moncada. Ya se trataba de hombre de armas, fueran Máuser, escopetas fusiles de calibre reducido, pistolas o revólveres, pero algo habría que hacer, y para ello prepararse. ¿Cómo lo hicieron? En Cien horas con Fidel, de Ignacio Ramonet, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, lo cuenta de esta manera: "Nosotros disfrazamos a algunos de nuestros compañeros de burgueses, de comerciantes, de todo, según su tipo, su estilo y sus habilidades.

 

"Estaban, por ejemplo, inscriptos deliberadamente en clubes de caza y nos invitaban a los clubes a practicar el deporte de tiro con platillo. En realidad, pudimos entrenar de una forma u otra en plena legalidad a 1.200 hombres, aunque sólo una parte previamente seleccionada con entrenamiento de tiro real. Los órganos represivos de Batista no nos prestaban mucha atención, porque sabían que no teníamos ningún centavo…" Al final, la gesta del Moncada la realizaron 120 hombres, con armamento rudimentario, incopetente para enfretar un ejército profesional armado y moderno instalado en la segunda fortaleza militar del país".

 

Militarmente, las acciones fueron una derrota, políticamente una victoria, porque Cuba ya tenía un lider que le había conversado con el al camarada Máuser. ¿Consecuencia? Ochenta combatientes asesinados, unos cuantos sobrevivientes prisioneros políticos, una causa y un juicio con una defensa personal de Fidel conocida por La historia me absolvera, la prisión y el exilio en México. Nuevamente Máuser volvió a tomar la palabra en los entrenamientos, la expidición del Granma, el desembarco, el desastre militar de Alegría de Pío el 5 de diciembre de 1956; quince rebeldes dispersos que se reorientan en grupos hacia la Sierra Maestra y el reencuentro de Cinco Palmas.

Resurge el Ejército Rebelde y al cabo de dos años 25 días son más de tres mil; varios frentes guerrilleros avanzan por todo el país derrotando a los batistianos y el primero de enero de 1959, con apoyo clandestino de la ciudad, derrotan al dictador Fulgencio Batista y a su fuerza de 80 mil soldados. Cuando las tropas norteamericanas intervinieron en la guerra cubano española, al Mayor General Calixto García los yanquis no le permitieron entrar con sus tropas a Santiago de Cuba, pero el primero de enero de 1959, el Jefe del Ejército Rebelde y de la Revolución, Fidel Castro, acuñó en esa ciudad, en el Balcón de la Alcadía, una sentencia definitiva para el futuro:

"¡Al fin hemos llegado a Santiago! Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado. Esta vez no se frustrará la Revolución. Esta vez, por fortuna para Cuba, la Revolución llegará de verdad a su término: no será como en el 95, que vinieron los americanos y se hicieron dueños del país, intervinieron a última hora y después ni siguiera a Calixto García, quien había luchado durante 30 años, lo dejaron entrar a Santiago de Cuba.

Eso lo expresó el primero de enero de 1959, pero el día 8, en el cuartel de Columbia, que fuera la gran guarida militar de Batista y de sus generales, Fidel subrayó ante el clamor ardoroso de la victoria: "Estamos en un momento decisivo de nuestra historía. La tiranía ha sido derrota. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil. Quizás en lo adelante todo sea más difícil".

 Y así ha sido, porque en más de medio siglo de Revolución el imperialismo no ha dejado a los cubanos trabajar en paz para la construcción y desarrollo del país, pero el pueblo rersite y está de pie, gracias a la palabra del camarada Máuser, que mucho se ha dejado escuchar en Cuba colgando del hombro de cada hombre y mujer de la Isla de la Libertad.

Fidel Castro da jaque mate en Calle Ocho de Miami

Fidel Castro da jaque mate en Calle Ocho de Miami

Por Ulises Espinosa Núñez

Ulisesen@enet.cu

 

Cuando hace unos días escribí y publiqué en Sabanilla mi crónica Cuba alegre, Miami llora, impactado por la aparición de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro en distintos escenarios habaneros, entre ellos su visita al Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) y luego en la Mesa Redonda de Cubisión, sabía de dos sentimientos extremos brotarían a ambos lados del Extrecho de la Florida.

 

Estaba seguro de que los cubanos sentiríamos desbordante alegría por ver al Jefe de la Revolución Cubana recuperado, rosado, grueso, lúcido, oportuno y visionarioo en los acontecimientos que se gestaban por las amenazas norteamericanas a Corea del Norte e Iran, a partir de profocaciones y argucias, para declarar guerras de inprevisibles consecuencias internacionales.

 

La misma convicción tenía por la frustación y el llanto que tales acontecimientos provocarían en los desalmados de la industria anticomunista y contrarrevolucionaria que medrada en la sureña ciudad norteamericana de la emigración y el exilio político, y no me equivoqué, porque ahora leo lo que el periodista Lázaro Fariña publicó este lunes en el diario Granma, un cubano que radica allíe hace 47 años y se ejerce su profesión con una honestidad que muchos no se atreven a imitar.

 

Reproduzco íntegrante la mitad de su comentario titulado La industria anticubana de Miami, en la que está lo que justifica y comunica en esencia con aquellas líneas de Cuba alegre, Miami llora y cito de Lázaro Fariñas:

 

Últimamente, a la industria no le han ido bien las cosas. El problema es que, de vez cuando, sucede algo en Cuba y las cuentas no les cuadran en Miami. Algunas veces, ponen sus esperanzas en algo irreal y por lo tanto, llegan a conclusiones que son irreales. En verdad, estos personajes son muy propensos a alucinarse. Se llegan a imaginar cosas que los delirantes. Desde el concierto de Juanes en la Plaza de la Revolución a la fecha, todos les ha estado saliendo jo0robado.

 

Hay que recordar que algunos de estos trasnochados empezaron a hacer las maletas cuando se cayó el Muro de Berlín. Hicieron apuestas, y me recuerdo que decían, "la cuestión no es si se derrumba, sino cuando". Si vamos unos años atrás, cuando el presidente de Cuba (Fidel Castro) se enfermó, esta gente muy seriamente se llegó a creer que al Gobierno de Cuba le quedaban horas.

 

Los odiadores miamenses salieron enloquecidos a las calles de esta ciudad a celebrar la muerte de Fidel Castro y el fin del Gobierno Revolucionario. En el famoso restaurante Versalles, de la Calle Ocho de Miami, a donde acude la crema y nata de la ultraderecha cubano americana, hubo festejos y gritos histéricos de alegría.

 

Hoy en día, en el mismo restaurante, sólo se ve tristeza. Esa melancolía y esa tristeza no se deben al fallecimiento de la cantante Olga Guillot, fiel representante de esa derecha reaccionaria, sino por la comparecencia de Fidel en la Mesa Redonda de la televisión cubana y las fotos de sus visitas a diferentes centros de investigación en la capital.

 

En este mismo restaurante en donde daban gritos de alegría los que allí acudieron para celebrar la "muerte" del Comandante, ahora se oyen lamentos al ver a Fidel , no solamente recuperado físicamente, sino más lúcido y coherente que cualquiera de los que allí acuden a hablar tonterías. Esos "patriotas de café con leche", que se pasan día y noche en el parqueo del establecimiento hablando mal de Cuba, no hallan ahaora de qué hablar. El Gobierno cubano, sin proponérselo les ha dado jaque mate.

 

Las conversaciones que se han estado llevando a cabno respetuosamente entre el Presidente Raúl Castro y los jerarcas de la Iglesia Católica de la Isla son miradas por "combatientes verticales" como un acto de traición ede la Iglesia. Esto, a pesar de que la Iglesia Católica de Cuba no les debe nada a estas gentes que se han pasado la vida diciendo horrores de los obispos católicos cubanos en general y de su cardenal en especial.

 

Ya sabemos cómo se sienten las turbitas del restaurante Versalles de Miami, ahora que ver qué van a decir por el mundo los cubanos ejecutivos de cuentas de la CIA en esta ciudad.