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Sabanilla

Cuba

Cuba, el demonio global

Cuba, el demonio global

Por Ulises Espinosa Núñez

Ulises@enet.cu

 

Todo lo malo viene, inexorablemente para arriba de Cuba, si de discursos ultra reaccionarios norteamericanos, o preparación de alguna vendetta se trata, en la que pueden estar involucradas algunas figuras prominentes de la Cosa Nostra de Miami, o algunos lacayos europeos naturales, quienes perdieron el orgullo del continente ilustrado que conquistó el mundo con metralla, sables y baratijas y la cruz del Todopoderoso.

Pero llama mucho la atención que en las miradas del mundo hacia esta Isla, están encontradas en torbellino los que la admiran por su luz, y los que la demonizan por ser la Nación constataria con la verdad en sus palabra y hechos ante los pueblos del mundo.

 Cuba no está entre los países ricos o pobres que preconizan su ideología o sistema político a punta de bayonetas o con invasiones pretendiendo dar ayuda humanitaria, como por ejemplo

cuando la Unión Europea se une para atacarla, falsear informaciones sobre ella o negar sus éxitos, desde un orgía que tiene su tribuna continental en Madrid.

 Las fuerzas armadas de Occidente en las agresiones a Irak, Afganistán, amenazan a Irán, toleran paternalmente el genocidio israelí; la Europa Unida tuteló a Hosni Mubarak hasta que se hizo inmensamente rico con más de 70 mil millones de dólares sustraídos al erario público, amamantaron a numerosas dictaduras en América Latina, África y Asia y combatieron a todos los gobiernos que imprimieron en sus políticas y programas izquierdistas.

 En El pasado reciente protegieron con dinero, armas, créditos y asesores a dictaduras como las de Fulgencio Batista, en Cuba; los Duvalier, en Haití; Anastasio Somoza, en Nicaragua; Alfredo Estroernez, en Uruguay; Leónidas Trujillo, en República Dominicana, y así en muchos otros en Argentina, Paraguay, El Salvador, Honduras…

 Pero lo que pasa con Cuba es de otra índole y estoy convencido de que como esas fuerza no pueden doblegarla, intentan escándalos, difamaciones, falacias y todo dentro de una campaña mediática, que está calzada por las decenas de millones de dólares que el gobierno de los Estados Unidos dispone de su presupuesto, para pagar prensa y mercenarios de aquí y de allá, tratando de sentarla en el banquillo de los reos.

 Y de qué se trata el asunto: pues de que Cuba sí ha podido demostrar su política de bienestar social con una economía que no asimiló la fiesta del neoliberalismo fracasado, debido al cual  hay ahora una unitaria e integracionista avalancha revolucionaria, que mira con desdén al capitalismo apátrida que se instala con gobiernos cuyo programas refrendan, con Asambleas Constituyentes, sus más inmediatas prioridades populares.  

 El problema es que Cuba sí puede demostrar que un mundo mejor es posible, por eso, si a ellos les interesa quitarle su petróleo a Venezuela y a Chávez el liderazgo político continental,  a Cuba necesitan matarla con su Revolución, porque es la máxima interpretación de las conquistas plenas del hombre en lo social, económico, político y moral; de ella no necesitan sus pobres riquezas, sino asesinar su ejemplo, porque es el demonio global.   

La cuenta corre por el Estado.

La cuenta corre por el Estado.

 Por Ulises Espinosa Núñez.

 

Por estos días las emociones de grandes y chicos se esparcen cargadas de motivos: muchos concluyen estudios técnico profesionales, otros cierran grados intermedios de primaria, segundaria y preuniversitarios, lo cual comparten con sus seres queridos más cercanos.

 

Al propio tiempo ellos y sus amigos y familiares se planifican escapadas a bases de campismo rural y bases turísticas, a disfrutar las bondades de la naturaleza en ríos y planes y moteles y hoteles que con moneda nacional pueden acceder, con precios soportables según la economía media. Pero hay una verdad, las perspectivas del buen disfrute no están en manos de la iniciativa privada, porque es el Estado cubano, a través de sus Órganos Locales del Poder Popular, la estatal Empresa de Campismo, y organismos de apoyo con recursos que de un año a otro se aseguran centralmente.

 

Es una cuestión de principios para el país y su dirección revolucionaria premiar de esa manera, los resultados del año de estudios, trabajo y defensa desplegados que concluye en verano, y hacia esa grata bienvenida vuelcan su entusiasmo los organizados estatales y fiscalizadores políticos. Algunas instalaciones pueden ser rústicas, al estilo de jornadas de campo, pero con diseños típicos de la cultura cubana, otras de sólidas construcciones y balnearios que también abren sus múltiples ofertas, para que el disfrute sea pleno.

 

Esta es una cuenta que va por el Estado, para regular precios con sus ofertas competitivas, porque es el pueblo trabajador que está allí, como cada año, aceptando gratamente la generosa protección de su goce, que el Gobierno Revolucionario cubano no olvida en los días verano.

 

Para la Temporada de Verano de julio y agosto de cada año, se planifican todos los recursos vitales: alimentos y materias para elaborarlos, combustibles, agua potable, transporte y seguridad vial con precios estables, de manera que las vacaciones y su disfrute extra hogareños no tengan que lamentar accidentes y pérdidas de vidas humanas. Nada, así es el Estado cubano, todo para su pueblo.

En terapia el ministerio de colonias

En terapia el ministerio de colonias

 Por Ulises Espinosa Núñez

 ulisesen@enet.cu

 

Ya está anunciada la muerte de la OEA, y sus sepultureos peparan la mejor ceremonia en caracas, el epicentro político revolucionario y esperanzador, que se haya dado en América Latina y el Caribe, después del triunfo de la Revolución Cubana y del socialista Salvador Allende, en Chile.

 

En 1979 los sandinistas en Nicaragua dejaron ver que las fuerzas populares todavía daban validéz a la lucha armada al estilo cubano, pero obligados a convivir con la burguesía y y sometido a una violencia extrema intgerna, apadrinada por el presidente norteamericano Ronald Reagan, tuvieron que hace conceciones, y perdieron el poder por largos años, víctimas también de la ignorancia política en las masas.

 

Venezuela es la nueva clarinada, y su presidente Hugo Chávez, un líder continental antimperialista, temido y respetado por sus adversarios y que será el anfitrión de la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, en foro pudier escucharse La Internacional y un Réquien por la OEA.

 

Efectivazmente, entre los días 6 y 7 de julio, en Caracas, se le dará la bienvenida a una criatura hija de la unidad, la CELAC, Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, en parto a voluntad propia de los rebeldes de esta región donde está el pulón más grande del mundo ubicxado en la Amazonía, las mayores reservas de agua potable, y el más grande yacimiento petrolífero.

 

A nadie escapa esta impronta, porque hasta ahora, la OEA con Estados Unidos y Canadá denmtro de ella, enrumbaron las acciones de esta organización hacia objetivos estratégicos norteamericanos, y su política hegemonista a eso obedeció siempre, y en el contexto, la existencia de Cuba Socialista, cuando la obediencia fue total a esos designios, los cubanos fueron expulsados de ella y luego aislados.

 

Ahora Cuba es parte vital de esa unidad y del cambio de época, porque con sus ciertas ovejitas negras, la izquqierda revolucionaria latinoamericana se eune, triunfa en las urnas, reelabaorana n uevas constituciones ponen  la brújula hacia un destino común, y con ese espíritu nacerá la CELAC, tomando como bvanderas ele ideario de Simón Bolívar, José Martí, Benito Juárez, Fidel Castro, Augusto César Sandino y Che Guevara.

 

Es de esperar la respuesta yanqui a esta osadía latinoamericana y caribeña, y por su puesto vendrán medidas cphercitivas, chantajistas, amenazas, pero será de respetar la potencia política, económica y militar que traerá la CELAC.

 

Se requiere comprensión para lo que viene

Se requiere comprensión para lo que viene

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Para muchos, la economía cubana es deficiente, casi apocalíptica, que necesariamente requiere reformulación, porque tanto el país como los trabajadores y sus familias, lo necesitan, pero tal punto de vista muestra una insólita superficialidad pues una base económica tan deprimente no pudiera sostener tantos programas de protección social, en los cuales se incluyen las gratuidades idealistas que se mantuvieron hasta ahora.

 

Por la ruta que andábamos la economía cubana pudo llegar a la asfixia, con  insolvencia financiera, baja productividad, fuerzas productivas no bien aprovechadas, potenciales en recursos no explotados, más un bloqueo imperialista que apenas nos deja cierta holgura para maniobrar y burlarlo; eso lo comprende la gente, lo saben los trabajadores.

 

Y entonces, si perfeccionar nuestros esquemas y modelo eran reclamados por todos, pero con serenidad, entonces no es bien asimilable que ahora queramos todo eso, pero sin que nos roce siquiera la piel el complejo de medidas que llegaron con los Lineamientos que hemos debatido.

 

La Revolución y el Socialismo en Cuba es un asunto de todos, y lo mismo que esfuerzos y consagración, los sacrificios excluyen solamente a los que están imposibilitados por salud y edad a producir o servir en algo, porque basta ya de que todo lo queramos del Estado, y a regañadientes demos lo mínimo, cuando nos hemos creído en el derecho absoluto de todo y poco del deber ineludible que tenemos.

 

La reorganización del Estado, la reestructuración de las infraestructuras, y la eficiencia del modelo, necesitan apoyo y comprensión totales de los responsables de llevarlas a efecto, y ese es el pueblo, porque no hacerlo es distanciarse de la Revolución, quizás para quedar en el desamparo, porque a quién se le puede ocurrir pensar que Estados Unidos y Miami le propondrían algo mejor a los cubanos, que ayer mismo nos despojamos del capitalismo.

 

Hay que vivir sin egoísmo en la obra de la construcción socialista, entendiendo que la suerte está echada en esta coyuntura de que hay que hacer un mejor socialismo, con recetas cubanas, surgidas y patentizadas en la Isla cual propiedad intelectual, como garantía de Cuba, que sí tiene algo nuevo que mostrar en el Siglo XXI, pero de la centuria XX porque ya no podemos inventar otro modelo, sino actualizar el nuestro creíble hasta ahora.

 

En esta época, solamente dos sistemas se disputan credibilidad: el capitalismo, con su diseño neoliberal que tiene a decenas de países patas arribas, hasta a los de las grandes potencias, y el socialismo profundamente humanista y creador, que de punta a cabo puede enseñar Cuba, y ese es el factor de triunfo en el empeño renovador.

 

Los sistemas socialistas que en el mundo se instalen por la voluntad popular tiene que partir de ese principio legitimidad, para que sea exitoso, sin cabida a recetas estándar, como lo hace el capitalismo, que apela al neoliberalismo universal, que es al propio tiempo su tumba, ya que no tiene nada más que inventar para sobrevivir, y esa es también la causa de las revueltas globales que se están dando en el mundo que están derribando kalifatos y monarquías.

  

Sin otra alternativa que seguir nuestro camino

Sin otra alternativa que seguir nuestro camino

Sin otra alternativa que seguir nuestro camino

ulisesen@enet.cu

 

Cuba no está en una encrucijada en su momento actual de rectificar esquemas y modelos con los cuales hemos hecho una economía socialista a nuestro modo, tal vez no eficientes, pero ideal hasta ahora para hacer una revolución social que se colmó de un paternalismo generoso, al final del cual la cuenta no daba para seguir siendo el sistema más bondadoso hasta que fue pernicioso en la educación económica de las masas.

 

Los cubanos nos acostumbramos a mirar siempre para la ayuda estatal, fuera justificada o no, incluso si teniendo familiares para el apoyo preferíamos ir a las oficinas de la Seguridad y la Asistencia Sociales, y fue así como muchos padres se desentendieron de los hijos que dejaron abandonados, o hijos a padres, y entonces era el gobierno quien tenía que resolver las necesidades de alimento, abrigo y cobija a los desamparados.

 

Así ocurrió con los que nunca quisieron trabajar con el Estado, y cuando ya las fuerzas, las enfermedades, los años o la incapacidad física, no le permitieron más su vida informal, las puertas del Estado estaban abiertas para la chequera y la pensión a la que se creyeron con derecho, porque la Revolución se había hecho para dar esa asistencia, pero y los deberes de ese individuo, lo recordó algunas vez?

 

Por otro lado, los agricultores, pudiendo asegurar sus cultivos para temporadas climáticas o enfermedades no lo hacía por considerar que era un gasto innecesario o pérdida, y luego cuando los desastres venían y destruían las plantaciones, el Estado ayudaba financieramente a subsidiar las pérdidas, haciéndose cargo de daños y perjuicios, o subsidiaba las pérdidas, que era como bonificar la negligencia y la ineptitud de algunos directivos.

 

Se acabaron los subsidios, cada empresario se hará responsable de la suerte económica de la empresa que dirija y pagará por lo malo que vaya en su desempeño, porque a fin de cuenta quienes asumen cargos empresariales es para velar por los intereses del país, y si lo hace mal pues por ello debe pagar, de manera que deben acabarse los ascensos para vivir de ellos y no por el bien común.

 

Hubo momentos en que de los almacenes mayoristas de Comercio desaparecían grandes cantidades de productos, o cuentas por pagar fuera de fecha cifradas en millones de pesos, y generosamente los gobiernos provinciales ajustaban aquellas cifras y, aquí no ha pasado nada, sin embargo, estoy seguro que los millones por aquellas mercancías perdidas o cuentas no pagadas, fueron a parar a algunos bolsillos.

 

Nuestro socialismo ya no puede ser más de esa manera tan ingenua, tratado de manera tan desconsiderada y malsana, y lo mismo que habrá que rectificar, y lo haremos seria y responsablemente, de esa manera los que causen daño a la economía o traten de distorsionar el camino por el que andamos, tendrá que pagar, porque es mucho lo que de la rectificación esperamos.

 

Apuesto a Cuba

Apuesto a Cuba

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu


Los Escorpiones, una vieja agrupación musical uruguaya tiene una píeza ya antológica y emblemática de los carnavales de la ciudad de Las Tunas, su título es La Bala;  los tuneros la descubrieronallá por el año 70 durante sus fiestas tradicionales y la exigen como tema principal de Radio Victoria; aunque dura 14 minutos, ellos no se cansan de bailarla.


Es tanta la pasión por La Bala, que acá se inventó un altoparlante para darle ambiente musical y promoción al carnaval antes y durante los festejos, que a propósito de una canción le pusieron por nombre La Salá, y es la pieza de la constante, la que al terminar un cantante se queja y dice a coro con los bailadores, "muy poquito", y al rato hay que volver a ponerla, y nuevamente la protesta porque los 14 minutos de Los Escorpiones es "muy poquito".


Traigo a tema esa inconformidad porque ello me recuerda la obsesión de los yanquis por el caso Cuba, de la que se quejan porque no hace nada por reformas políticas y económicas que le satisfagan, porque lo que se hace en beneficio y bienestar del pueblo, ellos lo vituperan de malo, y así están desde hace 52 años.


Ahora mismo los cubanos acaban de emprender el análisis de un paquete de lineamientos que discutirá el Sexto Congreso del partido Comunista, enetre lkos días del 16 al 19 de abril, a propósito de los  aniversarios 50 de ser declarado el carácter socialista de la Revolución y de la victoria en Playa Girón sobre la invasión mercenaria lanzada por Estados Unidos contra Cuba.


Esos Lineamientos, que ya discuten los militantes comunistas y  todo el pueblo en las comunidades, los trabajadores en sus centros, los campesinos en sus bases, y los militares en las unidades; es decir, de una forma autenticamente democrática, pero los norteamericanos dicen que aquí no hay democracia.


Como en el caso de losa bailadores con La Bala, para los yanquis es "muy poquito" y eso que lo que nos estamos planteando no es cosa de juego por lo  mucho que queremos alcanzar con voluntad colectiva y política de los cubanos, para salvar a la Revolución y el Socialismo, y eso es lo malo que nos reprochan, porque han olfateado que no  jugaremos a la ruleta rusa ni le haremos guiñito al capitalismo.


Habrá centralización, las empresas serán menos dependientes y podrán operar con sus propias finanzas para invertir y estimular a los trabajadores, pero aras de la  eficiencia y el incremento de la producción, la productividad y las exportaciones, adermás de una generalizada diversificación que condusca a la sustitución de impotaciones.


Se le dará apertura a nuevas fuentes de empleo privado por cuenta, para buscar satisfacciones a numerosas necesidades de bienes y servicios que potencialmente están en la población, muchos de ellos que prefieren esa vía y no la de trabajar con el Estado, a propósito de lo cual esa será una opción para el más de un millón de trabajadores que serán racionalizados por estar dentro de una plantilla abultada que afecta sustancialmente a las finanzaz del presupuesto estatal y empresarial.


El gobierno de Estados Unidos no está contento con lo que está ocurriendo en la Isla porque el tufillo no apesta a neoliberalismo, sino el socialismo cubano se va a poner traje nuevo, con el mismo color, pero con corte y echura moderna, a tono con la dialéctica y los cambios que el marximo aconseja tener en cuenta, y con ello la Revolución Cubana seguirá siendo una bella muchacha, aunque ya pase de la media centuria.


Pero nbo son los norteamericanos enemigos los que están sobre la cera, o desde un faro oteando el horizonte, sino que otros muchos ojos buscan la señal cubana, interesados en la novedad de la valentía cubana, de la firmeza moral y política de nuestro presidente Raúl Castro, quien a reiterado que el no asumió el más alto cargo para destruir nuestra Revolución.


No es poquito lo que se hará, aunque sí definitivo hasta en los errores conceptuales que se han cometido, eso lo sabe el pueblo apuesta por el país que vfendrá después, para el buen futuro de nujestros hijos y nietos.


 

Feliz año nuevo

Feliz año nuevo

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu



Feliz fin de año y próspero año nuevo, es la muletilla, la frase tradicional que muchos decimos en la ocasión, cuando al paso de los días finales de diciembre nos encontramos con amigos, conocidos y familiares, porque es lo que deseamos con sinceridad en la histórica festividad.


Algunos ya ven, por una cuestión de modernidad, algunos aprecian fesfasadas estas tradiciones o costumbres, sin embargo se impone un contexto en el que cada cubano desea para el prójimo la mejor ventura, pues la sociedad cubana rompió hace décadas con el individualismo y se ha unido en las conquistas y la obra común por la properidad de su propio pueblo.


Al conjuro de la tradición, por estos días los cubanos engalanan sus centros de trabajo, despliegan consignas y lemas afines a sus convicciones políticas, y expresan sus vítores por un nuevo calendario que marca 52 años de libertad plena para la Patria, luego del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959.


Desde entonces se acabaron las desventuras de esta Nación que por más de cuatro siglos fue sometida, inicialmente desde el descubrimiento, conquista y colonización por España hasta 1898, cuando las armas vencidas de su imperio se rindieron a las de los cubanos y norteamericanos oportunistas, y a partir de la capitalización a la neocolonización de Estados Unidos.


Jamás hubo en Cuba gobierno entreguista al poderoso vecino y su embajador dejaron de ser, amén de que en 1960 se retiró por roturo de su gobierno con el de Cuba, ya no podría erigirse en árbitro de nuestros gobernantes, ni anclar una escuadra de su armada como garante del orden interior, y nunca más se produjo un golpe de Estado prohijado suyo.


Pero además, el triunfo de de la Revolución liderada por Fidel Castro, trajo mucho más al pueblo, porque sus miserias políticas y sociales, económicas y culturales dejaron de ser un fatalismo, y entonces los criollos fueron felices porque tuvieron masivamente empleo, escuelas, instituciones de salud y atención médica, los jóvenes igualmenmte tuvieron universidades para todos los orígenes y tuvieron acceso a la enselanza artística, todo gratuito.


Había llegado la igualdad social y se trabajaba por conquistar toda la justicia,como quería José Martí, en su proyecto de la Nueva Repoública.


Los cubanos festejamos ya por tradición también la destrucción y desaparición del Estado burgués, sus instituciones castrenses, los tribunales amañados, las injusticias sociales y la discriminación, y fueron destruidas las diferencias de clase, porque de hecho gobiernan la obrera y la campesina; la burguesía y la aristocracia emigración al nido de la contrarrevolución.


Igual suerte corrieron los extranjeros que se apoderaron de la Isla, principalmente norteamericanos, canadienses, ingleses y españoles; ahora y desde más de cinco d+ecadas, los dueños absolutos y rigen los destinos del país con sus hijos, que además de desearse por estos días lo mejor para sus vidas, celebran éxitos en el trabajo.


Igualmente anuncian nuevas metas, hacen intercambios de regalos, y expresan su decisión de continuar la lucha en la defensa de la Revolución y el Socialismo, y respaldan, porque son suyos, los Lineamientos de la Política Económica y Social, con los cuales se está preparando el Sexto Congreso del Partido para abril del próximo año.


Ese estado de ánimo es el que expresan los trabajadores en los portales de la ciudad de Las Tunas, tras los cuales los colectivos obreros y empleados, se reunen en fiesta íntima para despedir el alo viejo y esperar el nuevo con mayores fuerzas y más unidos en torno al Comandante en Jefe Fidel Castro, máximo líderr de la Revolución Cubana, y del General de Ejército Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba.


Un feliz año 2011 yo también le deseo a usted, amigo.

Pensar en Camilo todos los días

Pensar en Camilo todos los días

Por Ulises Espinosa Núñez

Pienso en Camilo Cienfuegos todos los días, no en un ícono místico, sino en el joven aquel de cuna humilde y magisterio clasista que, frustrado socialmente por la dictadura de Fulgencio Batista, alcanzó la gloria en los campos de batalla, donde se convirtió en uno de los más entrañables líderes de la Revolución cubana, a sólo 10  meses de la victoria guerrillera.

Protestó en las calles contra el régimen acompañando a la vanguardia estudiantil revolucionaria, fue herido y vertió sangre para la Revolución, como diría su padre Ramón, al lado del hijo que convalecía después de una confrontación con las fuerzas policiales del dictador.

Quiso ser escultor y no pudo, buscó el sustento como dependiente y fue poco para quien, inquieto, buscaba mejor suerte económica para su familia, y pensó que en la tierra prometida de los yanquis, la encontraría, y por eso fue emigrante indocumentado, pero igualmente fue decepsionante en medio de la persecución.

Una segunda ocasión ya no fue para lavar platos o fregar autos, sino para encontrar el camino de la insurrección, a la cual lo llevó el exiliado del Movimiento revolucionario 26 de Julio Julito Díaz, y es así que arriba a México para unirse a Fidel y al que sería el destacamento expedicionario del yate Granma.

No viene al caso la retisencia del lider del Moncada a aceptar a aquel desconocido sin credenciales de luchador político, sin embargo Camilo fue apoyado por algunos, y siendo el último en la nómina de los combatientes que se entrenaban, ya en la lucha armada fue el primero, el Señor de la Vanguardia.

Fue de los que no se desorientaron tras el golpe militar de Alegría de Pío, el 5 de diciembre, después del desembarco el día dos en playa Las Colorada; y estaba entre los 12 que reagruparon y buscaron la Sierra Maestra, hasta que el encuentro con Fidel el 18 en Cinco Palmas, y de ahí en lo adelante sería el soldado criollo, alegre y propenso a la broma, más rápidamente demostró cualidades y talento que lo hicieron resaltar como guerrero.

Designado como el Jefe de la Vanguardia, estaría siempre primero en las acciones combativas, para proteger el avance de las tropas del Ejército, del que uno de sus primeros comandante, grado del cual supo el otorgamiento mientras cumplía misión en los llanos de la provincial cubana de Oriente, en el triángulo Bayamo, Las Tunas y Holguín, donde consumo la popularidad de su legendaria figura.

Si valiente y audas en la guerra, en la paz fue un esclarecido político, jefe militar muy querido y respetado y  paradigmático líder político, que dedicó sus energías y desvelos a orientar al pueblo en la causa de la Revolución, al que incorporó al Ejército Rebelde, que concebía como el pueblo uniformado y no una fuerza castrense.

El Comandante Camilo Cienfuegos resultó un educador político, inculcando en las masas la unidad y lealtad a Fidel, en lo cual resaltó enfáticamente que después del triunfo del primero de enero de 1959, todo sería más difícil, pues había que construir un país de justicia social y desarrollo económico.

Precisamente apuntaba que el Ejército Rebelde dejaría los cuarteles para convertirlo en escuelas, y convocaba a los trabajadores, los campesinos, los estudiantes y los soldados a marchar unidos para defender estoicamente la obra revolucionaria de los traidores mercenarios y las agresiones de las fuerzas enemigas vecinas.

Así ha sido a lo largo de los 52 años del triunfo, y por eso Cuba y su Revolución resultaron invencibles en Playa Girón, en la Crisis de Octubre, en la lucha contra bandidos, frente al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, que sí es lacerante para el país, pero sus impactos no han conducido a la rendición, y es porque los cubanos en la resistencia no olvidan a Camilo, como si recordara cada día las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando cerró las 16 jornadas de búsqueda y dio por desaparecido al héroe:

…" lo único que nosotros podemos pedirle a nuestro pueblo que cada vez que la patria se encuentre en un momento de peligro, se acuerde de Camilo; cada vez que el pueblo vea momentos difíciles, cada vez que los hombres jóvenes, los campesinos, los obreros, los estudiantes, cualquier ciudadano, crea un día que el camino es largo, que el camino es difícil, se acuerde de Camilo".

La resistencia de los cubanos de manera viríl se ha sido inclaudicable y valiente, es porque como dijo Fidel en ese propio discurso, "en el pueblo hay muchos Camilo".

Camilo Cienfuegos desapareció el 28 de octubre de 1959 en vuelo personal hacia La Habana, después de una visita a la ciudad ede Camagüey, donde días antes había ayudado a abortar un complot contrarrevolucionario que encabezó Hubert Matos.