Otra vez 187 votos: papa caliente para Obama
Por Ulises Espinosa Núñez
Si como dice el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el libro El Imperio por dentro, que no está obligado por diferentes conceptos a embarcarse en una guerra prolongada en Afganistán o en cualquier otro lugar, entonces es de suponer que pronto y en este mandato, pondrá fin también a la que desde John F. Kennedy hasta él, sostiene su país contra Cuba, en el intento de rendirla por hambre y enfermedades.
No se trata de un conflicto que se justifique en terrorismo, agresiones o provocaciones de un gobierno que lo único que ha hecho es ejercer su soberanía sobre las riquezas materiales, a partir de sueños de libertad e independencia que los cubanos conquistaron tras una cruenta lucha, al costo de más de 20 mil muertos, la inmenza mayoría causadas por genocidio contra la población indefensa ante bombardeos, ametrallamiento y asesinatos.
Sabe Obama que el mundo deplora la injustificada invasión a Iraq y al país del opio, en la que están involucrados como cómplises varios destacamentos de las fuerzas armadas de la OTAN, o lo que es lo mismo, la Unión Europea, que acompañan al mando yanqui en el prestexto de combatir al terrorismo que, arguyen, tiene base allí con Al Qaeda y Osama Bin Laden.
La verdad es que combaten a una insurgencia Talibán no muy asimilada internacionalmente, pero que luchan contra un gobierno entreguista y a las fuerzas invasoras, como ya una vez hicieron con legítimo derecho contra los efectivos de la Unión Soviética a las que obligaron a huir, como harán también a las que bajo la bandera de la OTAN con mando norteamericano.
Y bien, esta otra guerra, igualmente genocida, sí es rechazada mundialmente por 187 gobiernos y cientos de organizaciones de solidaridad con Cuba, entre las que no están ausentes algunas norteamericanas, procedencia donde numerosas personalidades se hacen conocer pronunciamentos de condena a ese llamado embargo por los políticos, y que internacionalmente es conocido por bloqueo o guerra económica, comercial y financiera que ya alcanza un costo estimado en más de 700 000 dólares.
Esta guerra ha causado no solamente esas pérdidas, sino muertes humanas, ya que las privaciones de comercio y financiamiento de terceros países, impactaron sobre el sector de la salud, donde además de medicamentos e insumos para los enfermos, prohibe a la Isla adquirir equipos y tecnologías necesarios paracombatir dolencias mortales.
Hasta ahora, con la firma del Premio0 Novel de la Paz, Barack Obama esta guerra es una papa caliente, se prolongará por un año más, y durante el cual este 26 de octubre el gobierno de los estados Unidos volverá al banquillo de los acusados, y ya no será por desconocimiento, sino por esa persistencia norteamerica de rendir a los cubanos mediante los instrumentos de las leyes Torricelli y Hemes-Burtón, que como consecuencia también esperan el derrumbe del sistema político que este pueblo ha escogido para sí.
Estados Unidos ha enseñado que hay guerras con daños colaterales que no necesitan emanar olor a pólvora o que truenen los cañones, las bombas y cohetes teledirigidos o aviones sin pilotos.
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