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Sabanilla

EN EL AIRE TAMBIÉN ESTUVO LA VICTORIA

 

 

 

 

 Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

El imperialismo yanqui quiso darle a la Revolución cubana un golpe de mano táctico aquel 15 de abril de 1961, con el bombardeo combinado a tres aeropuertos militares asentados en Santiago de Cuba, San Antonio de los Baños y de la Ciudad Libertad, en la capital, con lo cual Estados Unidos pretendió dejar indefensos al Ejército Rebelde, las Milicias Nacionales Revolucionarias y la Policía Nacional Revolucionaria, que eran las fuerzas que horas después harían contención a la invasión mercenaria por Playa Girón.

 

Indudablemente, en el pensamiento de agresor impune, siempre estuvo el cálculo de que con la aviación cubana de combate desactivada por el ataque aéreo el pueblo y sus líderes apenas tendrían con qué defenderse y sus armas a penas servirían para ripostar las bombas y cohetes que caerían sobre ellos.

 

Pero el error fue colosal, porque la férrea resistencia que tuvieron fue tal que no lograron poner de baja nuestros aviones, no obstante haber atacado camuflados con las insignias locales, en tanto pilotos, mecánicos y otros especialistas se dispusieron a poner de alta a los pocos aparatos que las Fuerzas Armadas tenía en aquel momento.

 

Los agresores creyeron haber logrado su objetivo, y menuda sorpresa recibieron después que, iniciada la agresión el 17 de abril, los milicianos y demás combatientes por tierra y los pilotos por el aire, le demostraron a los mercenarios y sus financistas que caros les costarían los intentos de reconquistar la neocolonia que perdieron tras la culata de los fusiles.

 

La ventaja era numerosa desde la madrugada en que se inició la agresión hasta que el Houston fue cañoneado por Fidel Castro de dos tanques de guerra, un T-34 y un SAU-100, cuando  67 horas después las fuerzas agresoras se rendían en masa ante los revolucionarios cubanos.

 

Playa Girón fue escenario de una batalla que decidiría la suerte de este país, de su pueblo y la revolución, y de eso estaban convencidos los rebeldes y milicianos, por eso el derroche de heroísmo fue tan alto en tierra como en el aire, y a no dudarlo los combatientes de las ciénagas pusieron mucho a la victoria, que los pilotos cubanos también consumaron en vuelo sobre mercenarios, lanchas, barcos, mientras derribaban naves pintadas de cubanas, pilotadas incluso por norteamericanos.

 

Nombre como el de Álvaro Prendes, resultan memorables, porque no solo se fajaron de frente a los agresores, sino que incluso algunos prefirieron estrellarse contra barcos yanquis, para dejar escrita una historia única en este continente, y muy difícil en los tiempos ulteriores, y que hasta hoy ha sido irrepetible, aunque sus intervenciones ha sido muchas de entonces para acá.

 

Numerosos pilotos yanquis estuvieron décadas guardados en morgues cubanas, para demostrar la culpabilidad norteamericana en la agresión, y los mercenarios prisioneros cambiados por medicinas y compotas, y eso lo lograron también los pilotos revolucionarios cubanos con aviones y avionetas que los invasores no pudieron destruir.

IMPACTO DESVASTADOR

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Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

 Ya tiraron la primera piedra, y sin  guantes ni caretas, como en béisbol al duro, y a mano limpia, le cogieron el peligroso lanzamiento, y se lo batearon, los rojos de Hugo Chávez, los que sobre el cadáver insepulto de su otro Simón Bolívar, juraron lealtad infinita al Libertador Venezolano del Siglo XXI.

 

La derecha caraqueña, desolada como el espectro de un jinete sin cabeza, que es como se deja ver políticamente, está en su peor momento, porque desorganizada, incoherente, verdaderamente acéfala en Enrique Capriles Radonsky reacciona con tal soberbia e indefensión, no atina, más que a otra cosa, a lanzar golpes realmente desesperados, golpes de ciegos para adivinar una diana.

 

Creyeron los de la fauna  reaccionaria venezolana que la intervención quirúrgica inicial, la segunda, la tercera, y el mismo hecho de tratarse de células cancerígenas, y la ulterior muerte del Comandante Hugo Chávez, les pondrían inesperadamente la presidencia de la República Bolivariana en las manos, cuando la estaban viendo a la distancia de seis años.

 

Para ellos, ingenuamente, esta muerte les supo a gloria en el primer momento, o en sus deseos y cálculos en la convalecencia,  pero la realidad ha sido otra, porque medio mundo oficial, delegaciones, amigos personales y organizaciones No Gubernamentales, se personaron en el país bolivariano a patentizar el dolor y pesares de sus seguidores ante la nefasta pérdida.

 

Es verdad que eso dolió a la derecha, pero lo peor de todo para ellos fue, el desbordamiento en lágrimas del Orinoco y el Amazonas, que vertieron           millones de hombres y mujeres, no solamente de Venezuela,  sino toda Suramérica y El Caribe, que frente al féretro fueron a decirle durante diez días, de la mañana al amanecer, que la lucha sigue por la patria nueva que él les entregó.

 

Es verdad que al pueblo de Barrio Adentro, de las Misiones,  de todas las conquistas de justicia, soberanía e independencia, la muerte de Chávez causó dolor inmenso, pero supieron reacconar sobre los retos y peligros que heredaron frente a la apetencia imperial norteamericana, y ellos pues han dicho que echarán rodilla en tierra pero que salvarán a su país, y que cubrirarán la vacante del Llanero presidente con Nicolás Maduro.-

 

Sin embargo, sin los venezolanos en mayoría perdieron a su máximo líder, la derecha perdió toda opción al poder, pues Chávez, como ocurrió con el Che cuando fue asesinado en La Higuera, se multiplicó en  cientos de miles de hombres y mujeres de a pie, muchos de ellos decepcionados de los vasallos del imperialismo asalariado en Caracas o en Miranda que en situación tan delicada por los funerales de Chávez,  en  vez de callar con ética,  se desparramaron en discursos nada serios y sí muy erráticos, al punto de afirmar eran teatrales las lágrimas de los padres, hijos y hermanos del presidente.

 

Realmente devastadora resultó para sus enemigos la muerte de Chávez, porque su efecto restó fuerzas a la reacción, ante la multitudinaria reacción de dolor del pueblo, como diciendo, en clara advertencia, que no se dejarán las conquistas y las glorias que el Comandante Chávez le enseñó a conquistar, y que con Capriles perderán, no le quepa la menor duda.

 

 

 

 

 

MI HIJA LLORÓ CONMIGO EN VENEZUELA

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesenli@enet.cu

 

 Mi hija Yaroslán está en Cojedes, donde cumple misión cubana como laboratorista de la Salud, que ejerce acá en Las Tunas, en el policlínico que lleva el nombre de mi padre, Aquiles Espinosa, y le escribí de cuánto hemos sufrido la muerte de Hugo Chávez, por quien acá en Cuba las lágrimas fueron de hombres y mujeres, de los niños y los jóvenes. Le escribí luego de publicar en estas páginas dos comentarios sobre la repercusión de esta desgracia y narrarle lo que este acontecimiento se hizo sentir en nuestro barrio.

 

Todo cuanto le dije era sobre un espectro luctuoso y que me hizo recordar la desaparición de Camilo Cienfuegos, aquel carismático líder de la Revolución Cubana desaparecido sin rastro alguno, 10 meses después del triunfo de enero de 1959; aquella conmoción fue similar a esta: el pueblo volcado a las calles y llorando en masa.

 

Ella acaba de contestarme este jueves 14 de marzo; me dice:

 “Así es, muchas lagrimas he derramado hasta desesperarme por la muerte de  ese hombre tan grande que solo la muerte pudo vencer; es un orgullo estar en este país acompañando a todos los que lloran esa pérdida irreparable y que seguirán llorando, pues él es el pueblo: eso quedará en la linda historia de Venezuela y solo los que han amado a Chávez y valoran esa grandeza que
nació con él, podrán sentir el vacío que dejó, pero con la consigna “yo soy Chávez”, Maduro tendrá el voto del pueblo, porque así lo manifiestan, sin miedo, diciendo a gritos Maduro estamos contigo.

 

 Conoce mi hija mi vocación revolucionaria y que de la misma manera que con Fidel y Raúl Castro, así estoy identificado con las ideas de Chávez, cautivado también por su carisma y magia en su personalidad, y tal vez por esa línea, ella me puntualiza: “por mi parte te diré que no sentirás vergüenza de mi jamás, pertenezco al Ejército de Batas Blancas, y si la tengo que cambiar por un fusil lo haría con gusto, sin pensar en nada, ni con flojera, eso fue uno de los valores que me enseñaste con tu educación, igual que mi madre, mi tío, mis hermanos;  no seré nieta de sangre de Aquiles Espinosa, pero seguiría su ejemplo para que no sintiera vergüenza de estar dentro de los Espinosa, como nieta adoptiva".

 

“No tengo miedo,  solo un enorme dolor de haber perdido al Presidente del amor, al que la tele le ha dedicado muchos programas y, verdaderamente,
no hay duda que Chávez es corazón del pueblo; ¡que entrega tan honesta,
sencilla, con tanto amor al pobre, que atención tan especial a todo el que
pudo acercarse a él para que lo ayudara, cuántas anécdotas del pueblo”.

 

La muerte del líder bolivariano se quedó una impronta que ahora su propio eslogan: Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro, El chavismo está Maduro, expresiones de un pueblo que sobre el dolor ha jurado continuar con Chávez, y apunta Yaroslán:”Con lágrimas y dolor le gritan que el voto es de Maduro. Espero que puedan apreciar por TV todo lo que les cuento, sino, han perdido algo que jamás se repetirá en la historia de Venezuela, porque él era un hombre único.

Recuerdo a todas ellas, dile a Fela (la madre de quien esto escribe) que cuando dieron la noticia de la muerte de Chávez me acordé de muchas personas en Cuba que sabia lo iban llorar, y una de esas personas era ella, también mi mamá,  mi tío, mi familia y todo el pueblo cubano, que sin duda lo hemos querido.

 

“Esto fue una experiencia extraordinaria  que no volveré a vivir: las personas llorando como a un familiar… yo estaba de guardia ese día y cuando fueron avisar de la triste noticia me volví loca, llorando sin control,  no
entendía cómo la muerte se había ensañado en un hombre que necesitaba y
merecía  vivir para terminar la obra que comenzó; confiaremos en Maduro
para que la continúe; ojala no tengamos que volver a sufrir algo así por muchos años”. 

 

Así concluye  mi hija su mensaje, dejándome con lágrimas y un doloroso nudo en la garganta, solo que esta vez han sido de orgullo por esa entrañable y bella criatura que dentro de poco arribará a sus 50 años, por poquísimo casi todos a mi lado. Gracias Yarito, por esta grandeza que me muestras, siempre supe que la tienes.

 

 

 

HA MUERTO CHÁVEZ, SILENCIO TOTAL EN LAS TUNAS

 

 

Los funerales de Hugo Chávez, en directo

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 Por el día, puede que alguna que otra vez se escuchó una voz, un grito tal vez, pero en las noches, ni siquiera la programa especial de Telesur o de Cubavisión se escuchaba como en fechas anteriores, incluso con la generalidad de la población viendo exclusivamente ambas emisoras. Esto que cuento está sucediendo en mi bullicioso barrio, donde todavía en la media noche es normal escuchar las voces de los noctámbulos.

 

No es casual, la muerte de nuestro Hugo Chávez ha constituido una desgracia en mis vecinos, para la gente de la provincia de Las Tunas, y de todos los cubanos; la incredulidad perduraba 48 horas después de la anonadante noticia, tras la cual sobrevinieron las más humildes formas de expresar el dolor, sobre todo después que la televisión cubana empezó desarchivar memorias en la videoteca cubana.

 

Todo empezó con las lágrimas que brotaron multitudinarias, incontenibles, en  hombres y mujeres,  quienes dejaron constatar que Chávez estuvo siempre, desde su aldabonazo del 4 de febrero a la visita primera a La Habana y fue recibido como jefe de Estado por Fidel Castro, cuando el zurdo arañero de Sabaneta proclama la insurrección  electoral de los pobres de Venezuela.

 

Y no han terminado las lágrimas ni el dolor frente a la tele ni en las colas para honrarlo con un puñado de flores de cualquier tipo que aparecieron; las telenovelas se fueron de las prioridades hogareñas, antes y después que Cubavisión se hiciera pantalla del sufrir cubano por su hijo ilustre; así anduvieron los hermanos Ana y Wilbert  González Álvarez, quienes no mostraron consuelo.

 

En Las Tunas, este sábado todavía hay luto en las calles, el silencio es total y la resignación es un lamento, un réquiem por el que un día fue a Haití como presidente, y luego resultó maratonista con el pueblo por las calles de Puerto Príncipe

 

Todo esto lo cuento desde Las Tunas, mi ciudad y provincia, donde se el estupor se dispersó a media voz, y si acaso hubo algún grito fue para decir ¡Murió Chávez!, y nada más porque después vendría el homenaje en  el Memorial Vicente García, donde se diseño un escenario mortuorio impresionante

 

Se vieron rostros antillanos desconsolados, combatientes de blindados sus pechos por tantas medallas jurando rodilla en tierra, que defenderán con todo a la Revolución Bolivariana, como expresa la declaración oficial del Gobierno Revolucionario de Cuba.

 

Chávez se ganó  nuestro amor, y era un de los nuestros, por su desenfado y carisma singular, en  un liderazgo inaudito rompedor de los formalismo protocolares de la diplomacia, del orador de deshilvanaba sus discursos para darle sabrosura a la incoherencia, como aquellas de dejar a un lado el tema llevado para cantar una canción llanera, o declamar un poema, relatar una  anécdota o muna historia,  subir de tono cuando pronunciaba la palabra carajo, todo aquello enardecía con su discurso.

 

Ver a Chávez haciendo ejercicios físicos con sus muchachas del equipo nacional de béisbol, liderando él la carrera de calentamiento; discursar ante sus multitudes bajo un intenso aguacero, o detener la marcha en su vehículo para abrazar a una anciana,  a un campesino, a un niño, o cuando decía mis soldados,  se daban las más humanas razones para idolatrarlo.

 

Quizás por esas pinceladas que nos vienen a retazos, o  más, nos llegó a la oficina un mensaje para Aurora Frías, quien me lo dio a conocer, para que leyera sentimientos de una mujer de luto por el Comandante bolivariano:

 

Muchas felicidades por el día de la mujer, aunque mi corazón llora por la pérdida de un Gran hombre amoroso, hermano, compañero leal, fiel y un sin numero de cualidades que yo no puedo definir con palabras, pero lo siento en el corazón y como mujer, madre, hermana, hija siento que cada día tenemos que ser mujeres mejores, y contribuir   a un mundo mejor, y recordar siempre  a ese gran Hombre que fue Hugo Chávez”.

 

Y más todavía: él fue el creador de la Quinta República, la de la nueva Venezuela, forjador de unas Fuerzas Armadas hijas de la patria, ya no  aquellas amamantadas que procreó la oligarquía,  hasta legitimarlas como servidumbre  en las jornadas del Caracazo, y luego vistió de símbolos patrios, de valores nacionales, de identidad, de la visión de los libertadores, a un     pueblo que parecía, hasta Chávez, no haber tenido rostro, Bandera, ni historia.

 

 

 

CERREMOS FILAS, Y NO PASARÁN LOS TRAIDORES

Por Ulises Espinosa Núñez

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 Es la hora de los hornos y no se ha ver más que la luz, reza así una frase martiana dicha en el contexto de su visión de nuestra América, la cual retomo, ahora que Hugo Chávez a muerto y también todos los que llevan en sus almas y la conciencia, el pensamiento revolucionario que lo identificó con las ideas de Bolívar, Martí y Fidel Castro.

 

Los hornos están ahora en el calor político que la lucha de clases en Venezuela cubre el territorio nacional del hermano país, sencillamente porque, por un lado el fervor patriótico de los leales y agradecidos se han de abrazar al legado de su Máximo Líder, y por el otro, los traidores clamando por la muerte del Comandante de boina roja, y desafiando los sentimientos de la mayoría que lo seguía.

 

Pero resulta que el devenir inmediato de los venezolanos será el de ver, por encima de las lágrimas y el dolor, la luz ardiente del presidente que con la manos vacías, supo darle a su pueblo la convicción de la dignidad nacional y de los valores que hicieron de su país una llamarada de dignidad y justicia.

 

Seguramente que ellos, los que ahora tienen rostros, sabrán poner en lo más alto de Los Andes, las banderas del socialismo que despliega la Revolución Bolivariana, que andan de la mano de los indios, los mestizos, los negros, los blancos, los del Orinoco y las Llanuras, de las selvas y las montañas a donde llegó Hugo Chávez con la del ¡”aquí tienes”!, y no del “te voy a dar”, como expresó Fidel en su alegato La historia me absolverá.

 

Soy cubano, y tengo en mi conciencia la convicción de que Chávez, con su carisma e identificación con su pueblo y los de América Latina, El Caribe y el mundo, ganó un prestigio y liderazgo que lo hizo descollar más allá de las fronteras naturales de su patria caribeña, y eso hará inconmovible la fortaleza revolucionaria del pueblo venezolano.

 

Ese pueblo está alfabetizado gracias a Chávez y los demagogos y vendepatria ya no lo podrán engañar con promesas electoreras, porque más que su Comandante ya nada le podrán dar después de las misiones por la educación, la cultura, el deporte, la vivienda, la tierra, los discapacitados.

 

Vendrán, por la Constitución, nuevas elecciones presidenciales, pero será con la impronta de la voluntad del presidente, de que si eso tuviera que ocurrir, que sea con una nueva victoria bolivariana eligiendo a Nicolás Maduro, como el digno sustituto, para darle continuidad a la Revolución, y así pidió al     pueblo, en su dramática y última comparecencia, antes de partir para Cuba en diciembre pasado.

 

Y ocurrirá de esa manera, porque los venezolanos sabrán sobreponerse al dolor, al golpe, para a partir de ahora, con las banderas de Hugo Chávez, andar apretados como la plata en las raíces de Los Andes; así apretarán filas y los traidores no pasarán.

 

Eso pedimos a los venezolanos dignos y patriotas todos los revolucionarios cubanos, agradecidos de la unidad Latinoamérica y del Caribe que Hugo Chávez lideró hasta la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, después del ALBA, Petrocaribe y UNASUR, en fin,líder de nuestra integración del Bravo a la Patagonia.

Hugo Chávez se va y dera a su pueblo, !Maduro!

 

 

 

 

CLONAR A JOSÉ MARTÍ

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

 En una reciente Mesa Redonda de Cubavisión Internacional, que condujo la notable periodista Arleen Rodríguez Derivet, se dijo una frase política que me pareció una especie de clamor ansioso porque se produzca la más generalizada difusión y asimilación del pensamiento, la acción revolucionaria y la ejemplaridad moral y ética de José Martí.

 

Los panelistas eran tres Premio Internacional José Martí, dos de los cuales eran nada menos que el “Nóbel de la Paz” Adolfo Pérez Esquivel, y Atilio Boron, este último el de la sugerente idea de clonar, no genéticamente al Apóstol cubano, sino política, ideológica y latinoamericanista, en aras de la lucha antiimperialista y la conquista de toda la justicia.

 

La idea, me resultó atractiva porque aunque Atilio sugería la “clonación” en Brasil, Argentina y México, su presencia en Cuba a propósito de la III Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo lo hizo elevar la convicción de que Martí es también ecologista, luchador por la mejor agricultura, promotor del comercio sin fronteras.

 

Es decir, el hombre inconmensurable en  ideas y visión multilateral, y como decían los panelistas, el pensamiento martiano es de tal hondura, diversidad y alcance que no hay tres o cuatro de su época y la actual que llegue a su estatura, y como sugiere mucho a los niños, los jóvenes y generaciones mayores, sugiere que se le “clone” expandiendo su obra por todo el mundo.

 

Para llegar a tal propósito, baste reflexionar e n que parece que los cubanos de comienzos del Siglo XX y durante toda la centuria, al Héroe de Dos Ríos temprano se le ubicó en el más alto pedestal del tributo, porque aquellos que fueron sus discípulos y soldados de la Guerra Necesaria se apresuraron a organizar sus Obras Completas para publicar inmediatamente.

 

A los niños en  sus hogares, con la literatura oral de los padres y abuelos, y luego en las aulas con los maestros inspirados en el Apóstol, sus ideas se difundieron por todo el Archipiélago, y como si no bastara, en las primeras décadas frente a cada escuela se levantó un pedestal con el busto del Héroe.

 

Generaciones ulteriores de escritores y poetas,  combatientes revolucionarios antiimperialistas y latinoamericanistas como Julio Antonio Mella y Rubén Martines Villena, tomaron de José Martí todo su ideario para refundar a la República frustrada, y cuando Fidel Castro Ruz, se fue a la última batalla cubana por la libertad nacional, tomó el pensamiento martiano para organizar a la Generación del Centenario y con ella arremeter contra los muros del Moncada.

 

Cuando a Fidel, ya encausado por los acontecimientos del 26 de Julio de1953, se le preguntó quién era el autor intelectual de la rebelión, sin  titubear afirmó que José Martí. Para entonces, Martí ya estaba en proceso de “clonación” para el mundo, en lo cual llevamos ya una centuria,  y no concluye, porque hace mucho que  nuestros niños de primaria y secundaria se integraron en su Organización de Pioneros José Martí, y con él se hacen grandes, estudiándolo en los Cuadernos Martianos.

 

Clonemos a José Martí en América Latina, ahora que nuestros pueblos se integran, y aprietan como la plata en las raíces de Los Andes.

LA GLOBALIZACIÓN ES DE ARMAS TOMAR

 

Por: Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

La globalización es hoy un término un poco ambiguo, o es el término para definir el todo en la política y la economía, en el cauce para alimentar a los complejos militares industriales de las grandes potencias occidentales, donde ese vocablo recibe práctica y culto, para llegar a sus fines.

 

Últimamente, la globalización es la culpable de que la OTAN ande en aventuras fuera de Europa o del atlántico Norte, al parecer porque allá lejos ven amenazadas sus fronteras frías, lo mismo que Estados Unidos, que buscando posiciones estratégicas convoca a la coalición para que los acompañen en África o el Medio Oriente.

 

Ya no hablemos de la globalización tecnológica, porque esa es real, aunque su dominio es cuestión de poder, pero en asuntos de recursos estratégicos como el uranio, el oro, el litio, el agua, entre otros, forman parte del arsenal neocolonial que los poderosos manejan en sus estrategias al amparo de la ayuda humanitaria, lucha contra el terrorismo,  protección a los civiles, desastres naturales, violación de la democracia…

 

El pensamiento humanista avanzado y progresista de la Europa Ilustrada, se ha deformado de tal manera, que con grotesco rostro sus tropas élites acompañan a los rangers yanquis en  todos los fines malsanos que se ejecutan con la argucia de los términos y vocablos nobles: ayuda humanitaria, desastres naturales, seguridad nacional…

 

Cualquier foco de violencia interno en cualquier país, será ahora una razón para lanzar tropas en vez de observadores internacionales, pero tropas propias, ni siquiera las de la ONU, como en el pasado ocurría, para que no fuera a haber equívocos con el tiempo de retirada  y el color de los casos.

 

Al amparo de la globalización de la lucha contra el terrorismo, Estados Unidos lanzó una criminal guerra contra Irak con el pretexto, además, de que Saddan Hussein guardaba armas de exterminio en masa y por eso había que destruir a ese país y matarle más de un millón de ciudadanos civiles.

 

Detrás de los terroristas, también Estados Unidos se fue con las tropas de la OTAN a salvar a la nación de  los talibanes, cuando en realidad buscan las riquezas que guarda el subsuelo de el territorio centroasiático de Afganistán, muy pegadito a las fronteras rusas, lo que hace sobrar razones de sospecha sobre esa globalización, que es imperial, el cerco, además de las ganancias del opio y  el robo del capital inversionista de la reconstrucción

 

 Libia dio muestras de ser un objetivo vital para avanzar por el norte, y como Muammar al Gaddafi no era un hombre de colas entre las patas, como cualquier perro faldero, pues también había que destruir al país del agua y el petróleo subterráneos, y le salio bien la jugada, porque sus potenciales adversarios en el Consejo de Seguridad se escondieron tras la puerta,  para no ver nada, como pudo ocurrir con Siria si aquellos no hubieran cambiado de postura.

 

El mismo derrotero en Malí, que ya no podrá ser Irán, porque los de la globalización no son bobos y saben donde no pueden comer jamón, porque los persas ya sacaron lo que tenían que sacar para disuadir a los guerreristas próximos, a los judíos y yanquis que han pretendido dar zarpazo, pero se han llamado a la reflexión o a la cordura.

 

Quizás por esas mismas razones contrarias, América Latina no es un territorio de impunidad hegemónica para la reconquista, y como Irán, ha mostrado músculos y hierros, para que no haya equívocos con la vocación de paz y la mansedumbre, porque a fin de cuenta, si la globalización neocolonial guerrerista es de armas tomar, en Suramérica se tomarán las armas.                  

LA LUZ MARTIANA

 Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Por estos días se habló mucho, en la publicidad martiana, en ocasión del Aniversario 160 del natalicio de José Martí, que la luz del Apóstol alumbra a los cubanos, y creo que habría que añadir, que la iluminación es recíproca, pues la luz de las antorchas juveniles, también le dio fulgor al rostro del Héroe de Dos Ríos.

 

Y aquí se da lo más maravillo de todo: son luces que se buscan, una en el tiempo del ideario más vasto de un pensador cubano, el de José Martí, abarcador del más racional pensamiento político, filosófico y social, que abarcó todas las aristas de la vida de un país o de una sociedad, hasta en temas de las ciencias, la economía y de la guerra.

 

Lo más asombroso de todo es que José Martí buscó en la esencia de su visión futurista, al hombre, la vida humana, desde el niño a la ancianidad, en la vida y la muerte, pero creando, levantando pueblos, descubriendo las esencias del individuo, de las sociedad, los gobiernos, y parece, como es de suponer, que Martí sigue alumbrando porque su pueblo no deja dormir el fuego de su palabra y ejemplo.

 

Es decir, por una lógica de la necesidad, José Martí sigue siendo buscado por su pueblo, para beber en su fuente ideario, porque sigue orientando a jóvenes y adultos, a políticos y gobernantes, y claro, está grande por hacer ser un país que no guarda en las vitrinas a sus próceres. Es que la fuerza de atracción del pensamiento martiano hala mucho a los pueblos y estudiosos, incluso líderes mundiales como Fidel Castro y Hugo Chávez, proyectaron en su momento, con diseño propio, sociedad y sistemas futuros a partir del pensamiento martiano, y lo esgrimen como autores intelectuales de los procesos que lideran; Precisamente Chávez, conduce un proyecto político donde Simón Bolívar y José Martí son sus dos primeras fuentes inspiradoras.

 

Martí atrae por la profundidad y blancura de su ideario, la fuerza de su energía, la hondura del patriotismo, no solo nacional, sino ese que perpetuó en su discurso sobre las naciones americanas al sur del Río Bravo, con la adarga del indio, la mística del negro africano, con la gracia del fecundo español.

 

Para los que aman la libertad y la independencia no pueden desaprovechar el arsenal político que guarda Martí en su obra, sobre el desnudo que hace de la sociedad y la psicología del pueblo y gobierno norteamericanos, que no es solamente en su fuero interno para los que miran sus anaqueles, sino para las nacionas suramericanas y del caribe.

 

Del imperialismo actual José Martí alertó temprano, por eso a esta altura de los 160 años de su natalicio, José Martí sigue siendo antorcha y luz para los inquietos de ideas, los inclaudicables.