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Sabanilla

PARA DESENGAÑO DE MUCHOS

 

Por Ulises Espinosa Núñez

Foto de Google

 Para desengaño de decenas de millones de excluidos, agrupados en un 99 por ciento frente a Wolf Strip, tal vez Barack Obama necesite de la ayuda de un poco de pistoleros del oeste y el medio oeste, para poder imponer la palabra subrayada en sus discursos preelectorales de de 2004, y ahora en 2012.

 

Al decir de los comentaristas deportivos, contra todo pronóstico, el presidente afroamericano, fue la segunda tormenta que azotó a Estados Unidos entre fines de octubre y el martes 6 de noviembre, cuando desbarató encuestas, vaticinios a boca de urna, y sobre todo, las apuestas tendenciosas de empate técnico entre el aspirante demócrata y el desorientado republicano Mitt Romney.

 

Por más que se busquen las explicaciones, los analistas parcializados o no, nunca encontrarán la lógica de sus miras estrechas, si Obama sosegadamente, desbancó las apuestas republicanas de que el rico blanco triunfaría allí donde votarían los electores pendulares.

 

Si los vituperantes  no encuentran las causas, yo sí creo tener la certeza: en el criterio norteamericano de la democracia, ahora es que ese país parece empezar a democratizarse si por ello entendemos el voto de ola mayoría electoral, si nos atenemos a que el ratificado presidente dejó tras de sí a Mitt por 103 votos  de distancia.

 

Por allá tan lejos se quedó Romney después que todos los estados pendulares cayeron en la jaba de Obama, y para desconcertar más a los observadores mediáticos y a los partidarios de las altas esferas republicanas, tres días después de los demócratas estar celebrando victoria, se anunciaba que Florida era caía también en manos del presidente.

 

Este partió al medio la naranja de la Florida, bastión de los conservadores hasta los días fraudulentos de Busch, pasado a la izquierda frente a lo que nada bueno ofrecen; pero decía tener la certeza de la causa del porqué Barack triunfó contra todo análisis, pues agrego una más:

 

Los norteamericanos e inmigrantes,  los afronorteamericanos, los desposeídos, los que pierden sus casas y no pueden pagar la renta, los soldados que regresan desequilibrados emocionalmente por tanta barbarie donde desembarcan, los que se quedan sin empleos,  los que a medias encuentran donde ganarse la vida, quienes  no tienen acceso a la salud, la educación y la igualdad, se han cansado del espíritu reaccionario de sus políticos.

 

No quieren más guerras, y sí más reinversión del fisco en sus asuntos internos para abrigar a los desamparados, y aunque Barack Obama no es la estrella deslumbrante, sí destaca por un discurso mesurado, racionalmente norteamericano, según sus tradiciones, y por eso a los que creyeron como en las últimas elecciones presidenciales, los gorilas y halcones ya no pueden contar con las ovejas de las campañas presidenciales, en lo cual parece anunciarse un Siglo XXI diferente para los norteamericanos.

 

Y Obama tendría que hacer un enroque táctico, mover las fichas hacia otro lugar, poner en el centro del tablero político a los ciudadanos y buscar con audacia y creatividad la sonrisa que los mandatarios yanquis le están debiendo todavía a su pueblo, y de paso tal vez pudiera sumar los 188 votos de la ONU contra el bloqueo a Cuba a los más de 4 millones 235 mil que obtuvo para su reelección en la Florida, a ver si hace algo por los latinos que apuntalaron sus aspiraciones.

 

Obama ya no puede con todo el peso del tradicionalismo político norteamericano, con  esa puja desordenada, hipócrita e incoherente de los políticos de ese país, que miran más para donde le conviene a ellos y no al país, lo que esté en discusión en el Congreso o el Senado, por eso sus proyectos no avanza hasta la esquina de la equidad en  la salud, la migración, la educación, el crimen de las armas en las casas.

 

Así, el poder real del Complejo Militar Industrial, de los bancarios, las corporaciones, los mercaderes, aunque le pongan silla de oro presidencial y corono imperial, Obama no podrá gobernar nunca hacia donde quiere en  lo social, para desengaño de millones de personas humildes y esperanzadas del mundo en él.

 

 

LOS QUE BLASFEMAN

 

Por Ulises Espinosa Núñez

Ulisesen@enet.cu

 

Hace apenas unas horas, andando con mi hijo de 17 años hacia la biblioteca provincial José Martí, de esta ciudad de Las Tunas, en el oriente de Cuba, escuché una frase indignante de un hombre, que vive ahora como nunca se lo imaginó: “Tu sabes que este  gobierno no regala nada”, fue la mierda que dijo el individuo, de tercera edad y obeso por demás.

 

Y no voy a hablar, o enumerar, las tantas gratuidades que el pueblo cubano ha disfrutado a lo largo de casi 55 años del triunfo de su Revolución, porque sería estéril pues el mundo sabe que el odio de Estados Unidos hacia Cuba se debe a que nuestro país es un mal ejemplo, por los servicios de salud, educación, cultura, seguridad y asistencia social, subsidios y prestaciones en especies son totalmente gratuitas, entre otros muchos ejemplos.

 

Incluso los ciudadanos de tercera y cuarta edad, y hasta en las aspiraciones de los 120 años, las atenciones todas de geriatría se hacen gratuitamente, con personal altamente calificado, y eso lo saben muchos en el mundo y esto genera del gobierno yanqui castigo a Cuba por ese mal ejemplo, en tanto la  bloquea económica, comercial y financieramente, incluso le roba marcas comerciales de prestigio internacional, como la Havana Club.

 

Precisamente en  una de esas conquistas del socialismo cubano me quiero detener, a propósito de que recién se inauguró el nuevo curso escolar y los cubanos por millones,  gratuitamente, han vuelto a las aulas,  y los preescolares viven por primera vez las emociones del bullicio del primer día, en  escuelas de primer grado, uniformaditos todos,  hembras y varones.

 

Esa es la realidad cubana de este más de medio siglo de revolución, sin facciones disputándose el poder político, sin golpes militares o legislativos como suelen ocurrir , cuando se dice que la democracia del voto electoral  no asimila ya revoluciones por la vía de las armas,. Sin embargo Egipto, Honduras y Paraguay atestiguan otra cosa, parecen apostar por esa variante original.

 

En 1958, unos días antes del triunfo de Fidel Castro Ruz y sus tropas rebeldes, la situación cubana era otra, igualita a la que este domingo el 8 de septiembre último reflejaba el diario Juventud Rebelde, que en su primera plana decía de América Latina: Se llega al Día de la Alfabetización con 67 millones de niños sin asistir a la escuela primaria y 72 millones de adolescentes desvinculados de la secundaria.

 

Eso porque en muchos países no se construyen políticas para el bienestar social, como hacen otros Estados, y no ya Cuba que es un paradigma en  la materia, sino otros que hasta hace poco eran víctimas del desgobierno como Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua…

 

Tengo la más triste experiencia, en tanto alegre, porque aquel glorioso Primero de 1959, el del día de la victoria, unas semana después yo cumpliría 11 años no había tomado todavía un lápiz y una libreta para aprender a leer y escribir, sin embargo, meses después en la misma escuelita de campo que mi papá construyo al lado de mi casa y que siempre estuvo vacía por falta de maestro,    aprendí las primeras letras de luz y conocimiento.

 

Gracias a es, después fui a la universidad y me licencié en periodismo, en un tránsito absolutamente gratuito, de la misma manera que la habilitación en pases de grados inferiores y la entrega de lápices, libretas y libros; era resultado de la política presentada por Fidel en el Programa del Moncada,  implícito en su alegato La Historia Me Absolverá, cuando se defendió de las acusaciones por aquella causa contra la dictadura de Fulgencio Batista.

 

El hijo que me acompañaba, ahora con 17 años, se hará profesional en la actuación,  en una escuela bella y moderna de la vecina ciudad de Bayamo, de la provincia Granma, como antes accedió al título en la carrera de danza, en la escuela de arte, de Las Tunas, y en esas especialidades sin que a nosotros sus padres nos costara un centavo.

 

Esa es la verdad de Cuba, no la de los que blasfeman y despiden veneno resentido contra una obra social integral, que muy pocos países en el mundo pueden mostrar, ni siquiera los más ricos del mundo, y ya veremos si en Cuba ese gordo y viejo que blasfema copntra el gobierno revolucionarios tiene que pagar un centavo por problemas de obesidad, geriatría o por los años y tenga que ser i ngresado en un hospital de este país, ¿se arrepenti8rá de las mierdas que dice?

TODOS CON EL AMARILLO AL PECHO

 cinta amarilla 10

 Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 Y de pronto, por el llamado del héroe antiterrorista René González, el color simbólico de todos los dignos, el amarillo es color de todos, por una causa que el mundo a abrazado: la libertad para Los Cinco, esos que por salvar a cubanos y norteamericanos del flagelo del terrorismo contrarrevolucionario, son  hoy prisioneros del imperialismo en cárceles de Estados Unidos.

 

Las ideas originales se han llovido a lo largo de todo el país, y más allá, porque oídos receptivos movilizados por la clamada liberación escucharon la convocatoria de René y los individuos y grupos solidarios se sumaron a la iniciativa, y así el tinte del girasol escapó de los jardines y las florerías, y son cosechadas en los hogares donde late el patriotismo.

 

Algunos lograron las cintas amarillas satinadas en las tiendas comerciales, pero otros buscaron viejas recorterías de tías, madres y abuelas, y aquellos otros que buscaron una prenda de vestir en desuso: blusas, camisas o pantalones e hicieron el corte para sacar la cinta que en lazo llevan el mensaje a sus torsos.

 

Alguien dijo que tenía un pulóver amarillo y lo combinaría con un sombrero de yarey que pintaría de ese color, y así se presentaría este día 12 de septiembre en su centro dee trabajo, en conmemoración de los 15 años que se cumplen del encarcelamiento de los antiterroristas cubanos, gracias a la conjura infame  del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la mafia política de Miami.

 

A un vecino le oí decir que confeccionaría un papalote que pintaría de amarrillo y lo echaría a volar bien alto, a ver si Barack Obama le tira un vistazo allá en Washington y ordena justicieramente que se abran los barrotes de las celdas del crimen político que cometen contra ellos y Cuba.

 

Pintura amarilla de acuarelas, temperas y oleos tiñeron otros recursos como cartulinas, hojas blancas de oficina, cortezas de árboles y hasta láminas de aluminio fueron llevadas a la convocatoria con el color de la lealtad y el amor que además, cuelgan en ramos, girasoles y otras confecciones de los árboles, puertas, ventanas, antenas de automóviles…

 

No pudo ser de otra manera para este día, aunque fue tanta la premura en dar respuesta, que al otro día de la alocución de René González, muchos sacaron su emblemática alusión color del sol, que ahora es de un pueblo que  no desmayará por la certeza del Comandante en Jefe Fidel Castro de que ¡Volverán!,  y por eso la cinta de color amarillo en el pecho.

 

Y ese pecho será cubano, masivamente, pero también norteamericano, guatemalteco, venezolano, y lo dicen los mensajes que llegan a Cubadebate de esos y otros países de América Latina, del Caribe, de Europa, África y Asia, porque en esos continentes y regiones late el clamor justiciero.

LA BOCHORNOSA REALIDAD DE ESTE MUNDO

 

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

En las relaciones internacionales ya no hay diplomacia ni ética, y el respeto mutuo que se profesaban las grandes potencias era verde y los carneros se lo comieron, dando por sentado que el veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es puro teatro y que las fuerzas más poderosas de la reacción internacional, simplemente van a estar haciendo lo que se les venga en ganas, y ya deciden sobre la vida y la muerte por encima de cualquier criterio.

 

El mundo se opuso y protestó contra la guerra que se le impuso a Irak, acusado de aliado de Al Qaeda y poseedor de armas de exterminio masivo, y nada impidió que la cohetería yanqui y de sus aliados cayeran sobre ese país, como tampoco que con otro banal argumento Afganistán fuera invadido y ocupado por otra alianza, para quitárselo a los talibanes.

 

El mismo pretexto de Irak fue el que le aplicaron a Libia, para destrozar a ese país del norte africano, y Muanmar al Kadafi no tenía armamento químico,sin embargo, por ello los libios están hoy parcelados en mil pedazos, estigmatizados por rivalidades tribales y de otros intereses geoestratégicos que Estados Unidos lidera con miras a los recursos capitales que tiene el país; Libia ya no es Libia, ahora es un tablero de fichas políticas.

 

Da la gran casualidad que los países que Estados Unidos a depredado han estado conducidos por líderes cuyas posiciones políticas eran incómodas para los gobiernos yanquis del momento, como ahora ocurre con Siria,  donde                    su presidente tendrá que ser derrotado por la gran potencia, porque esa es la voluntad norteamericana, con la argucia de que usó armas químicas contra la población.

 

En fin, es la ley del más fuerte, o de un puñado de locos fundamentalistas del capital, a quienes les importa un comino poner al mundo en el borde de la hecatombe, en el supuesto de que otras potencias más enérgicas que otras veces se decidan a detener la arrogancia imperial que Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Israel, entre otras le plantan a las naciones.

 

Ya no hay leyes internacionales, ni foros colegiados regionales, Asamblea General o Consejo de Seguridad que parezca poder imponer una posición a la coalición imperialista, porque incluso ahora, el Consejo de Seguridad se opone, pero Obama atacará Siria,  y si el Congreso norteamericano dijera por mayoría, que no, la decisión guerrerista se llevaría a cabo, lo mismo que si la Comisión enviada por la ONU a investigar el uso de armas químicas en Siria, dice que no las disparó el gobierno, también habrá agresión, del tipo que sea.

 

Pero lo peor de todo es el miedo a enfrentar a Estados Unidos y sus potencias aliadas, porque si se le opusieran con firmeza y desafío en bloque, ellos tendrían que reconsiderar  su aptitud, pues no son tan fuertes: bastaría con bloqueo global a sus intereses económicos, comerciales y financieros y quebrarían, no hay dudas.

 

Supongamos que el petróleo que Estados Unidos y sus aliados reciben diariamente fuera suspendido por los proveedores,  o que no arriben a los puertos la mercancía que a toda costa necesitan, o que las transacciones financieras que hacen diariamente en sus miles de bancos cesaran y se quede sin liquides: sencillamente no tendrían  respaldo para sostener guerras ni posiciones.

 

Lo mejor que le puede suceder al pueblo norteamericano si se lanza esta nueva guerra, es que se le compliquen las operaciones de cálculos y se expanda la llamarada que habría prendido Obama, y los disparos empiecen a salir desde varios países en varias direcciones, incluso la de Israel y las flotas norteamericanas, y se empantane Estados Unidos en un conflicto que a inflado el presidente mulato, que como Premio Nóbel de la Paz, viene por su segunda guerra.

 

 

 

 

 

LA EMBLEMÁTICA REALIDAD ESCOLAR DE CUBA

Todos a la escuela.  Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 Hace apenas unas horas, andando con mi hijo Ulises, de 17 años, hacia la biblioteca provincial José Martí, de esta ciudad de Las Tunas, en el oriente de Cuba, escuché una frase indignante de un hombre que vive ahora como nunca se lo imaginó: “Tu sabes que este  gobierno no regala nada”, fue la mierda que dijo el individuo, de tercera edad y obeso por demás.

 

Y no voy a hablar, o enumerar, las tantas gratuidades que el pueblo cubano ha disfrutado a lo largo de casi 55 años del triunfo de su Revolución, porque sería estéril pues el mundo sabe que el odio de Estados Unidos hacia Cuba se debe a que nuestro país es un mal ejemplo, debido a que acá los servicios de salud, educación, cultura, seguridad y asistencia social, subsidios y prestaciones en especies son totalmente gratuitas.

 

Incluso los ciudadanos de tercera y cuarta edad, y hasta en las aspiraciones de los 120 años, las atenciones todas de geriatría se hacen gratuitamente, con personal profesional altamente calificado; eso lo saben muchos en el mundo y el gobierno yanqui castiga a Cuba por ese mal ejemplo, en tanto la  bloquea económica, comercial y financieramente, incluso le roba marcas comerciales de prestigio internacional, como la Havana Club.

 

Precisamente en  una de esas conquistas del socialismo cubano me quiero detener, a propósito de que recién se inauguró el nuevo curso escolar y los cubanos, por millones,  gratuitamente han vuelto a las aulas,  o los preescolares viven por primera vez las emociones del bullicio de una escuela de primer grado, uniformaditos todos,  hembras y varones.

 

Esa es la realidad cubana de este más de medio siglo de revolución, sin facciones disputándose el poder político, sin golpismo militar ni legislativo como suelen ocurrir todavía , cuando se dice que la democracia del voto electoral  no asimila ya revoluciones por la vía de las armas,. Sin embargo Egipto, Honduras y Paraguay atestiguan otra cosa.

 

En 1958, unos días antes del triunfo de Fidel Castro Ruz y sus tropas rebeldes, la situación cubana era otra, igualita a la que este domingo 8 de septiembre de 2013 refleja el diario Juventud Rebelde, que en su primera aplana dominical dice: Se llega al Día de la Alfabetización con 67 millones de niños sin asistir a la escuela primaria y 72 millones de adolescentes desvinculados de la secundaria.

 

Eso porque en muchos países no se construyen políticas para el bienestar social, como hacen otros países, no ya Cuba que es un paradigma en  la materia, sino otros que hasta hace poco eran víctimas del desgobierno como Bolivia, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, entre otros.

 

Tengo la más triste experiencia, en tanto alegre porque en aquel glorioso Primero de 1959, el del día de la victoria, una semana después yo cumpliría 11 años y no había tomado todavía un lápiz y una libreta para aprender a leer y escribir, sin embargo, meses después, en la misma escuelita de campo que mi papá construyo al lado de mi casa y siempre estuvo vacía por falta de maestro, aprendí las primeras letras de luz y conocimiento.

 

Gracias a eso después fui a la universidad y me licencié en periodismo, en un tránsito absolutamente gratuito, de la misma manera que la habilitación en pases de grados inferiores y la entrega de lápices, libretas y libros; era resultado de la política presentada por Fidel en el Programa del Moncada,  implícito en su alegato La Historia Me Absolverá, cuando se defendió de las acusaciones por aquell acción contra la dictadura de Fulgencio Batista.

 

El hijo que me acompañaba, ahora con 17 años, se hará profesional en la actuación,  en una escuela bella y moderna de la vecina ciudad de Bayamo, de la provincia Granma, como antes accedió al título en la carrera de danza, en la escuela de arte, de Las Tunas, y sin que a nosotros sus padres nos costara un centavo.

 

Esa es la verdad de Cuba, no la de los que blasfeman y despiden veneno resentido contra una obra social integral, que muy pocos países en el mundo pueden mostrar, ni siquiera los más ricos del mundo.

 

Latinoamerica y El Caribe Conmemoran en Santiago en Cuba

 Acto por el Aniversario 60 del Asalto al Cuartel Moncada. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Por Ulises Espinosa Núñe

ulisesen@enet.cu

Foto de Cubadebate 

Latinoamericana y caribeña, así fue la conmemoración del Aniversario 60 del asalto al cuartel Moncada, que estuvo presidida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba,  junto a otros mandatarios y jefes de gobiernos de Centro, Suramérica y el Caribe, quienes junto a otras delegaciones internacionales, vinieron a testimoniar el reconocimiento a los valores históricos de aquella gesta liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 26 de julio de 1953.

 

Conjugada con expresiones artístico culturales y políticas, la celebración tuvo la particularidad de que cada dignatario tuvo la oportunidad de expresar su visión histórica de la trascendencia universal de aquel acontecimiento político militar de Santiago de Cuba, a partir del cual los pueblos de América Latina y el Caribe tuvieron un despertar de lucha emancipadora, subrayó Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.

 

Maduro destacó que la recuperación de las fuerzas revolucionarias cubanas, el desembarco de los expedicionarios del yate Granma, la insurrección armada y el triunfo de enero, trajeron por consecuencia una Revolución que es hoy la responsable de que América Latina y el Caribe estén de pie, consolidando la unidad.

 

También, los presidentes de Uruguay, José Mujica; de Bolivia, Evo Morales; de  Nicaragua, el Comandante Daniel Ortega; el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, y varios primeros ministros de Las Antillas, agradecieron a Raúl su invitación a estos festejos, y poder expresar su gratitud por la amistad y solidaridad desinteresada de Cuba, con su ayuda al desarrollo económico y social.

 

Resaltaron, asimismo, el carácter internacionalista de la Revolución Cubana con  la implementación de colaboración en las esferas de la salud, la educación, el deporte, las ciencias y en otras disciplinas que han coadyuvado a elevar la calidad de vida de sus respectivos países, como patentizó Evo Morales, quien aseveró que gracias al programa cubano propuesto por Fidel de la Misión Milagro, son hoy más de 700 mil los bolivianos que han recuperado la visión.

 

Todos tuvieron palabras de elogió para destacar que Cuba Socialista no solo ayudó a sus pueblos a implementar proyectos de desarrollo, sino que fue una luz de esperanzas en la lucha contra dictaduras opresoras con  movimientos liberadores, que tuvieron en la Isla protección y solidaridad, en tanto fue capaz de que con sus propias fuerzas armadas participara en gestas que           condujeron a la liberación de  numerosos países, principalmente de África, entre ello Angola, Namibia y Sudáfrica.

 

Todos los oradores coincidieron en condenar el bloqueo económico, financiero y comercial y las agresiones terroristas de los Estados Unidos, en su intento por rendir a Cuba, mientras elogiaron la bravura de los cubanos por su resistencia y firmeza frente al imperio, que no ha podido hacer  mella en la lealtad a Fidel, a Raúl, a la Revolución y el socialismo,  ni en la determinación de continuar el camino elegido por voluntad popular.

 

Palabras especiales para la dimensión histórica y universal del Comandante en Jefe Fidel Castro, y de quien reafirmaron lo aprecian como un líder de talla mundial y prócer de las luchas y conquistas de los pueblo de América Latina, el Caribe y el resto del mundo.

 

IRMA ARMAS. SU PRESENCIA EN LAS TUNAS

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

 Afable y ponderablemente humilde, Irma Armas dejó su impronta desde el mismo instante que asumió la dirección de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en Oriente Norte, para convertirse en líder de la una nueva generación de profesionales que surgía en Las Tunas y Holguín, su ciudad natal.

 

Tenía una forma dulce de hacer llegar a la conciencia para aglutinar, con transparencia, las misiones y tareas que el momento aquel urgía, para dotar a la Revolución en ambas provincias, de una fuerza profesional capaz política e ideológicamente de llevar a las masas la obra del socialismo.

 

Su presencia en Las Tunas fue crucial, para multiplicar aquella fuerza, sin asomo de vanidad, porque impuesta de su responsabilidad, rápidamente llamó a los tuneros del sector a extender el entusiasmo, y por eso varios de nosotros fuimos convocados a la fundación de la UPEC en la  ciudad de Holguín, que al propio tiempo era la dirección de ambas provincias, en ese instante regiones.

 

En el caso de nuestro territorio, se daba la particularidad de que todavía no había un solo periodista profesional, aunque ya existían semanarios como El Trabajador, primero, y El Forjador, después, que ejercían el oficio de manera empírica, pero con rigor.

 

Fue la fuerza del Movimiento de Corresponsales Voluntarios la catapulteadora de tal empresa, cuando aquí los periodistas antecesores hicieron silencio luego del triunfo de la Revolución, la declaración de su carácter socialista y la nacionalización de las imprentas.

 

Aquél fue un movimiento que surgido en Las Tunas el 17 de mayo de 1963 junto a la fundación del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), a cuyo servicio se puso como criatura partidista, iniciativa que Irma apoyó entusiastamente, primero con la organización de los corresponsales voluntarios en una secretaría de la UPEC, a partir de la cual promovió cursos y seminarios de técnica periodística, tanto acá como en Holguín y Santiago de Cuba; de ahí llegaron los primeros conocimientos de técnica para los que éramos corresponsales voluntarios, todos en término absoluto.

 

Pero no solo eso, alimentó los encuentros entre periodistas y corresponsales de ambos territorios, para propiciar la camaradería, y por ello una veces los tuneros íbamos a allá en recorrido o ellos venían a saludarnos y compartir gratos momentos de compañeros a compañeros, lo que alcanzó su mayor altura cuando 14 de nosotros, en 1973, matriculamos la carrera de periodismo, en el Centro Universitario de Holguín, donde ella compartió aula con nosotros. De ahí salieron las dos primeras graduaciones masivas de licenciados en periodismo de nuestras provincias, en 1978.

 

Irma fue entrañable bandera  y su presencia en la vida de muchos periodistas tuneros habrá que recordarla siempre, como a Rosano Zamora Padín, que aquí fue el maestro de aquella legión; tanta fue la comunión e identidad entre nosotros al conjuro de Irma Armas, que la dirección de la UPEC en Oriente Norte fue compartida con  compañeros de ambas regiones, y para más, cuando fue promovida en 1974 a la Dirección Nacional de la UPEC, ella  no dudó en dejar al frente de su presidencia a un tunero.

 

A muerto ella en La Habana, a los 72 años de edad, y el reconocimiento honesto a su rol entre nosotros, es lo más justo que ahora podemos hacer, al tiempo que ratificarle en su memoria, que seguimos en la trinchera del periodismo militante que nos inculcó, y en cuyas filas estuvo hasta su último aliento.

¿Protector de la gente el capitalismo salvaje?

Un niño en el horrible y tóxico vertedero de Agbogbloshie, Ghana. |Kai Löffelbein

 Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Cuando un sistema como el cubano afronta dificultades económicas y financieras, que nos impuso el derrumbe del socialismo en Europa, con efectos hacia un periodo especial probador de la entereza del pueblo y sus dirigentes,  la lógica es que la reacción sea la de proteger al sistema, al gobierno, sus conquistas; así fue, vencimos todos los desafíos.

 

A la altura de 22 años de aquella colosal prueba, admirable en todo el mundo por la resistencia cubana al bloqueo arreciado de los imperialistas  norteamericanos y su Unión Europea, y cuando la ruta de la renovación está trazada, escucho voces un poco que apostatas, creyendo ya que nos estamos demorando en mostrar resultados en  la aplicación de los Lineamientos de la Política Económica del Partido y la Revolución, para actualizar nuestra economía.

 

No es como la coyuntura actual, sobre todo porque la conceptualización de lo que se hace en el perfeccionamiento del socialismo, sigue afrontando dificultades en los abastecimiento, particularmente para el trabajo por cuenta propia, lo ha motivado el disparo de los precios en la relación oferta demanda, y sin  que la gestión estatal pueda tratar de imponer o regularlos, lo cual de lograrse no estimularía a este sector.

 

Es verdad que todavía el Estado no ha podido abrir sus establecimientos mayoristas a la red minorista, y muy objetiva debe ser la causa, pero lo que sí me parece sumamente subjetivo y desleal hacia la Revolución y el Estado es afirmar que el capitalismo sí regula precio, seguramente para proteger a los que no tienen con qué salvarse del hambre.

 

Bien sabemos los cubanos que el capitalismo tiene como esencia de sus leyes, la economía de mercado, cuyos precios se autorregulan mediante la competencia, en muchos casos desleal, y que muchos negocios y empresas paran en el vientre de grandes consorcios quebradores.

 

 Y sí realmente el Estado capitalista regula y protege a la gente, por qué en los Estados Unidos, España, Bulgaria y otros países cientos de miles de familias no han podido salvar sus viviendas y  han tenido que huir buscando la protección de algún amigo o puente donde refugiarse.

 

Si en verdad el Estado capitalista protege al pueblo, por qué 25 millones de desempleados en eso y otros países están en las calles    exigiendo que le devuelvan  sus salarios, sus pensiones,  sus puestos de trabajo, sus derechos sociales; hasta ahora, lo que han hecho los gobiernos neoliberales es proteger a los bancos especuladores, en nada a ala gente desprotegida ante las hipotecas.

 

 

Lo único que el Estado burgués protege es al capital, hace campaña política  con el libre mercado, y dentro de ello el neoliberalismo arruinador, que fue impuesto en América Latina, y ha sido expulsado por los gobiernos redentores del Siglo XXI.

 

En aquellos países, nada de socorro para los que pierden sus empleos, no pueden pagar sus alquiles, carecen de solvencia para pagar la atención médica, le rebajan sus pensiones, o no pueden enfrentar los gastos en las escuelas que pierden también sus asignaciones o son  privadas, en fin el desahucio social,  y de hay las razones de los Indignados.

 

Deslealmente algunos han  pretendido comparar a Cuba con esos países de grandes solvencias o sistemas donde la justicia, el respeto a la dignidad plena del hombre, la equidad y los derechos sociales no es lo primero, incluso en esa gestión por el ser humano, nuestra pequeña Nación con su economía tan cuestionada, aventaja muchos indicadores sociales,  según organizaciones internacionales de Naciones Unidas y de América.

 

América Latina, tan rica y explotada, con el capitalismo no ha podido dejar de ser la región más aguda la desigualdad social, en la que se excluye al ciudadano que no puede acceder libremente a todos los mercados, no solo a esos donde se compra comida,  ropa y lujos, sino el de la salud, la educación, la cultura, porque en esos países se paga todo y no hay capitalismo que regule precios  a favor del consumo humano de supervivencia.

 

Los únicos precios que el Estado capitalista regula son sus propios precios: los del proteccionismo para invadir mercados foráneos, como los de           México,  Argentina, y otros países, para arruinar la competencia de los productores locales, y así vemos con la leche, que la botan para encarecerla y accionar sobre las tarifas, los productores aztecas de maíz fueron arruinados.

 

El capitalismo ya no puede presumir de su Sociedad de Bienestar, al      menos en Europa, ese es un slogan fracasado,  porque la quiebra de las finanzas nacionales ha quebrantado el supuesto buen vivir de una sociedad que está en las calles luchando por su derecho a un techo, un plato de comida,  que no le hagan recortes a la salud, la educación, la asistencia y la seguridad social, lo cual ocurre porque en el capitalismo el individuo está realmente desprotegido.