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Sabanilla

Las Tunas

Cambio de nombre

Cambio de nombre

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

Foto: Raúl Estrada Zamora

 

La primera noche del Carnaval Las Tunas/2010 en la competencia de las agrupaciones artístico-musicales del paseo, fue abierto un predominante pendón blanco que anunciaba cambio de nombre para la que hasta esa jornada se llamó Comparsa Estampas Tuneras, con el cual alegró a los tuneros por espacio de 57 años, y que fue dado a la agrupación un día de desesperanza un año después de fundados los tradicionales festejos de la ciudad.

 

Todo ocurrió, como una premonición, minutos después de iniciado el paseo de muñecones, carrozas humanas, carrozas con sus elñencos de bailes y las comgas y comparsas. Aquel pendón, ya dejaría inmortalizado el segundo nombre con el cual ha sido identificada en la historia carnavalesca tunera a las Estampas Tuneras, ahora se llamará, para la posteridad Zabala y sus Estampas Tuneras, y justo es para ambos anden juntos en el futuro.

 

El ahora emblemático Penson Bandera de las Estampas Tuneras era conducido, vengala en mano portada presidiendo la marcha Los Tres Mosqueteros, como se les dice a Edy, Toñito y Paco, los tres sucesores de Zabala en la conducción de su famosa agrupación.

 

Y la premonición, así la quise ver, cuando la segunda noche del Paseo, cuando competía la comparsa, se dio a conocer un mensaje del fundador, que expresa:

 

Querido pueblo tunero

 

Hoy no es posible estar con ustedes y sé que muchos me echarán de menos, y es que mi enfermedad y mis años no lo permiten, sé que estaré presente, que puedo desaparecer físicamente, que siempre voy a estar.

 

Durante más de cinco décadas puse todo mi empeño, todo mi amor y hasta mi sangre tratando de alegrar a mi pueblo y creo haberlo logrado, convencido de que por lo menos en cada uno de ustedes, sí.

 

Esos que dedican parte de su tiempo para vernos trabajar e incluso apoyarnos en cada uno de ustedes, hay un pedacito de mí.

 

Quizás muchos me hayan sentido entre ellos, otros me hayan visto deambular porque es que estoy en estas calles, pertenezco a nuestro carnaval, por eso parrafraseo a nuestro José Martí: "Cuanto hice hasta hoy y haré fue para eso".

 

¡Mientras exista un Zabala, habrá fiesta en Las Tunas!

 

Edilberto Agüero Rodríguez (Zabala), a quien el titular de Sabanilla lo reconoce como La leyenda viva, mientras sus amigos le dicen, El Caballo de Atila.

Un ícono del carnaval de Las Tunas

Un ícono del carnaval de Las Tunas

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Fue como por encantamiento, un día de allá por 1960, cuando Héctor de la Rosa apareció en el Paseo del Prado, de La Habana, y a petición del Comandante Antonio Enrique Lussón sacó de su maletín la corneta china que le acompañaba desde 1951 e improvisó algunos estribillos emblemáticos del cantar popular.

 

Uno de aquellos decía ¡Ahora que estamos en Cuba Libre, disfrutando este carnaval, que buena, que buena, que buena es la libertad!; era la entonación más movilizadora de todos los tiempos y que la gente había cantado en 1959, tras el triunfo rebelde del primero de enero.

 

Claro, aquellos versos eran la alegría más plena cuando se cantaban con las notas de una corneta china, el instrumento de los carnavales de santiago de Cuba, y parece que en la super poblada Habana Vieja había apetencia por la interpretaciòn en vivo, pues poco a poco fueron acudiendo al llamado de Héctor, quien con su telúrica interpretación parecía estar convocando a la fiesta.

 

Por una esquina, la otra, y desde todas las calles que conducen al teatro García Lorca, a las sombras del Prado o el Hotel Plaza, decenas de personas que luego fueron cientos, se lanzaron al encuentro de aquel gozo inusitado con n aquellas notas enloquecedoras llegadas del lejano Oriente.

 

Las suelas de los zapatos acariciaban rítmicamente bajo los golpes de un tambor, un quinto, requinto o campana: pero bastaban las notas agudas que Héctor de la Rosa sacaba de su flauta, aunque llamativo de todo era que junto con Héctor andaban cuatro instrumentistas de Holguín y Palma Soriano, cuyos nombres no recuerda el legendario cornetista: el conjuro era entre él, la corneta, el coro masivo de cientos de voces y el raspado en los cueros del calzado.

 

Se congestionaron las calles y bocacalles, todo era virtual apoteósis del disfrute, cuando ya los automóviles no podían alcanzar las rutas que buscaban los conductores, hasta que la policia intervino y puso fin al desorden, que este ícono del carnaval de Las Tunas había provocado, por lo que fue detenido hasta que el Comandante Lussón mandó a aclarar la situación, dada a propósito de que en esos días La Habana estaba de carnaval al cual Héctor fue invitado con su piquetico.

 

A la altura de sus 58 años tocando la corneta china, todavía en 2010, Héctor no comprende qué fue lo que sucedió aquel día en el Paseo del Prado, pero de algo sí está seguro, y es que le había llegado con magia muy adentro a los que en la capital cubana ya habían disfrutado una conga oriental, que no era precisamente santiaguera, y para él ese ha sido su premio mayor como artista del pueblo.

 

Había nacido de Héctor y Estrella Peña el 16 de julio de 1941, en la sureña localidad de Jobabo, de donde fue traído de 18 meses por su abuela María Sánchez Jiménez, a cuyo lado creció y fue a la escuela hasta terminar la primaria, pero no pudo continuar la segunda enseñanza pues no había dinero para los libros.

 

En lo adelante, De la Rosa tendría que buscar el sustento de él y su abuela, así que como aprendiz de carpintero, primero, y luego de mecánico aumotriz con el reconocido maestro Isaac Pedroso, en el taller de la ESSO, en La Martilla, a la entrada occidental de la ciudad, ya tuvo que postergar sueños y esperanzas de su infancia, porque desde entonces es mecánico profesional, aunque después del triunfo de la Revolución llegó a segundo semestre de la Facultad Obrera.

 

Héctor se inició en la música siendo un pequeño infante adolescente, cuando tuvo como primer maestro de trompeta y solfeo a Eligio Márquez Reyes (Yiyo - Iliyamba), con quien estuvo en una orquestica, y luego otros maestro fueron Cristino Márquez Reyes y Baldomero Portillo, que lo llamó a su agrupación América Libre, con la que correteó por los carnavales cercanos de Puerto Padre, Jobabo y Manatí.

 

Aprendió a tocarla cuando todavía estudiaba mecánica automotriz en 1951 y al año siguiente ya es fundador de Los Mau Mau, donde también tocaron el tunero Adalmiro Rosales, y el santiaguero Julio Blanco, pero desde entonces, en 58 años, Héctor es el único, y no hay nadie más con esa historia en la provincia de Las Tunas.

 

También hubo otro cornetista, Alfredo McFarlane, pero ese tocó con la conga de Los Hoyos, de Santiago.

 

El acopio de habilidades, experiencias y prestigio eran tantos que fue llamado a la conga de San Agustín, de Santiago de Cuba, porque allá, por 20 años fue músico con ese instrumento en Los Guayabitos, de Clara Roselló, donde en 1980 rendieron homenaje por los aportes que le hizo al carnaval santiaguero. Un gesto de gratitud que todavía en 2010 no le ha hecho su ciudad para la que ha trabajado toda la vida.

 

Poco después Héctor se hizo de su propia corneta originalmente china del tipo Requinto, hace cinco décadas, cuando visitó a Ciego de Ávila en andanzas carnavalescas. Hoy no sólo es el experto y reconocido músico, sino también innovador que ha sabido hacerle aportes, como la boquilla de paraná, que él hace.

 

Fue en 1960, cuando es invitado por el gerente del Hotel Internacional, de Varadero, quien lo contrató para que actuaran para los turistas los mismos cinco del Prado de La Habana, y cuando a poco los congueros tomaron pasillos y calles del balaneario, lanzaron al aire sus contagiosos estribillos con corneta y tambores, y uno fue aquel que hizo convulsionar al Prado de la Habana Vieja, lo cual le supo muy amargo a los que estaban en el hotel Internacional.

 

Nada, se les ocurrió, logicamente, estribillar aquello que todavía dice: ¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él! Fue suficiente para que el gerente diera por terminado el contrato, cuyo pago tuvo que ser bastante generoso dada la situación, pues los congueros no cambiarían el texto de su música.

 

No podía ser de otra manera, pues De la Rosa había sido colaborador en la lucha clandestina contra la dictadura batistiana, luego participó contra los bandidos que aquí en Las Tunas se alzaron contra la Revolución, fundador de los CDR, donante de sangre, miliciano y plantilla permanente en muchas zafras azucareras del pueblo.

 

Héctor esta jubilado desde 2001, pero sigue activo en la ciudad como cornetista de la conga Los Mau Mau, en la que lleva 58 años, lo cual ha dicho con su expresión natural de hombre humilde y desinteresado, al no reclamar el homenaje que se merece por su aporte a los carnavales de su ciudad.

 

Y, por supuesto, los chinos nunca imaginaron que su antiquísimo instrumento sería tan incrustado en las arraigadas y más populares fiestas cubanas y, que en el oriente cubano tendría en Héctor de la Rosa a uno de sus más descollantes exponentes.

 

 

 

Zabala es la leyenda de mi carnaval

Zabala es la leyenda de mi carnaval

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

Foto de Raúl Estrada Zamora

 

Aún a los 77 años, cuando se llergue como si en el horizonte quisiera ver a los rumberos de la vanguardia o a los pendoneros que abren el camino para sus Estampas Tuneras, Edilberto Agüero Rodríguez, ( Zabala) es la leyenda viva en la historia del carnaval de la ciudad de Las Tunas; ese apelativo es con el cual se identifica al hombre más renombrado y así mismo a la más popular comparsa de estas fiestas, que al propio tiempo es la embajadora del auténtico y legítimo jolgorio local.

 

Zabala es una leyenda que tiene su arraigo en lo más popular de su pueblo, en el natal reparto Santo Domingo, donde está la base de su comparsa: de allí son muchos de sus músicos, bailarines, figurantes y colaboradores, pero también de los barrios vienen quienes lo siguen caminando decenas de cuadras para ver los ensayos de la agrupación, o en las visitas de cortesía que se hacen comparsas y congas.

 

Es verdad que en tiempos de carnaval hay gente para para todas las opciones, pero Zabala es el hombre de las grandes multitudes, su gran orquesta es como un panal donde se compacta el pueblo arrollando tras la musica contagiosa, inigualable, única, que lleva a las personas a la apoteósís de la alegría y el goce.

 

No tiene antecedentes de músicos en los antepasados de sus padres Virgilio y Manuela y pudo tener otro sobrenombre de ellos mismos o algún otro familiar, pero el que se le clavó en la vida fue ese Zabala que alguien le dio el mismo día que en un juego de pelota se estrenó como el pícher emergente que no era, por el parecido en altura de más de seis pies con alguien que en las grandes ligas llevaba tal apellido.

 

No recuerda influncia de alguien en particular, aunque tal vez lo hubiera hecho Baldomero Portillo, fundador de la primera comparsa de la ciudad, que tuvo por un año el nombre de La Hatuey, la patrocinadora en el primer carnaval en 1952, pero que al año siguiente (1953) la ronera Pinilla respaldó a Zabala, quien fundó a Las  Estampas Tunerasque.

 

En 1956, sin tutor del empresariado tunero, en un corrillo de amigos en el Parque Maceo, ante la perspectiva del futuro incierto que se avisoraba para la agrupaciòn musical, por falta de financiamiento, optaron por llamarla Estampas Tuneras (por su pobreza), y desde entonces es esa, aunque el pueblo también la identifica como La Zabala, con su cuartel general en la calle Adolfo Villamar Nro. 132/A, a unos metros de la esquina de la Tradicional Calle Rubí, a donde se convocan sus seguidores para ver los tradicionales ensayos.

 

Por aquellos tiempos de fundación, Zabala era el único de la familia en esos trajines, pero tuvo el pleno apoyo de su tía Antonia, quien lo crió, y disfrutaba el afán que ponía el sobrino en la organización de su comparsa, en tanto le temía, pues si eran tablas, lámparas o asientos lo que le hacía falta, con ellos cargaba, por eso muchas veces la casa se quedó a oscuras.

 

Si de algo a gozado Zabala es de la lealtad de la gente, de colaboradores, músicos y bailarines, pero una compañía vital no demoró en el tiempo en llegar, pues hacía falta consolidar la tradición, y para eso los hijos, los nietos; el primero fue Edy, a quien le entregó el batón, el mando de Las Estampas Tuneras, en el carnaval de 1981. Ya después serían tres: Edy, Paco y Toñito, que son quienes encabezan la avanzada de La Zabala en los desfiles y cabalgatas en los paseos. Tampoco son ellos los únicos, porque ya está Alexander, el cuarto varón, instrumentista de percusión y trombón.

 

También ahora están los nietos: Eddy tiene a Reinier y Edilberto, ambos percusionistas, y su pequeñín de nueve Pablo Enrique, que estudia violín y baila en la comparza. A la altura de esta historia, Edy tiene en esta fecha una niña, Edisley, que ensayó con tres meses en una caja de Olla Reyna, para una sorpresa en el carnaval que se suspendió en 2008, debido a los colosales daños del huracán Ike.

 

Por la parte de Paco (Enrique Pablo) la incorporación primera es la de Aleydis, de 14 años, que estudia clarinete y desde pequeñita es rumbera de los mayores y coreógrafa de Los Pequeños Zabalitas, la comparsita del barrio para el carnaval infantil. La otra hija de Paco es Ayanis, de 11 años, bailarina de Los Pequeños Zabalitas, y de la grande cuando a hecho falta.

 

Toñito por su parte aportó a Marcos Antonio, de 16 años, y Pablo Enrique, ambos estudiantes de violín y percusión, mientras el cuarto varón de Zabala, Alexánder, tiene en la tradición a su hijo Alexánder de ocho años, que ya baila en Los Pequeños Zabalitas. En fin, son 18 los Agüero dentro de las dos comparsas, y entre madres y nueras, suman 24 los de esta legendaria familia que abrazaron la causa de Zabala.

 

Si el viejo una vez fue el único en la música, ahora por ejemplo, Edy y Toñito son los líderes del Conjunto Barricada, mientras Paco es músico de la Banda Municipal de Concierto y miembro del Coro Euterpe. Edilberto Agüero Rodríguez, está jubilado hace ya muchos años, y a pesar de su edad avanzada, todos los años está al lado de los hijos y nietos armando su comparsa legendaria, asegurada por el compromiso social que tienen todos de que perdure en el futuro esa leyenda viva del carnaval tunero que es Zabala y sus Estampas Tuneras, cuyo nombre es suficiente en nuestras fiestas para arrastrar a las grandes multitudes, ahora que la fiesta comenzó hoy.

Ascenso por los Cinco al Cerro de Cañada Honda

Ascenso por los Cinco al Cerro de Cañada Honda

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

Fotos: Raúl Estrada Zamora

 

En el pasado de más de medio siglo se me ha perdido el día en que por última vez mojé mis zapatos con el rocío de la mañana, lo que me ocurrió ahora en compañía de decenas de colegas, en el ascenso al Cerro de Cañada Honda

para clavar en el peñasco más alto, las astas de las Bandera Cubana y de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), para reclamar la liberación los Cinco cubanos antiterroristas, presos por ser eso en Estados Unidos, hace 12 años este domingo 12 de septiembre.

 

Eran apenas 219 metros, la mayor altura sobre el nivel del mar, de la provincia de Las Tunas, y los subimos aruñando los pedruscos, agarrados de plantas lechosas y herbáceas que se partían como palillos de diente; a metros alguien resbalaba hacia abajo, pero una mano amiga siempre aparecía para evitar una desgracia.

 

Paso a paso, mujeres y hombres, jóvenes unos y de la tercera edad otros, algunos buscando la cuarta vencieron el empeño, y orgullosos por la meta alcanzada, disfrutamos como tremolaban los dos pabellones, en tanto miramos hacia la atractiva e inmensa llanura que en el horizonte domina a Las Tunas, en la que muy lejos se dejan ver los relieves de la histórica Sierra Maestra, ya en territorio de la natural hermana provincia de Granma.

 

Éramos periodistas tuneros y del vecino poblado de Buenaventura, así como combatientes de la Revolución, dirigentes políticos de ambas partes, trabajadores de la cantera José Robothan, y vecinos que se unieron a  aquella novedad política nunca antes vista en aquellos parajes.

 

En minutos, ya estábamos en el descenso, realmente mucho más peligroso, por cuanto una caída podía significar rodar hasta los pies mismos del cerro, ya a mitad de su existencia, pues la dinamita se lo ha ido comiendo poco a poco, para proporcionar piedras y gravillas para las construcciones tuneras y de otras provincias, pero parece que todavía queda larga pida, pues en  lo más alto no ha habido explosiones.

 

Bajamos sin accidente, y nos concentramos donde flameaban otras muchas banderas de la Paz, y de otros muchos países latinoamericanos, de Canadá y África, Europa y de la Mancomunidad Británica, donde hay cientos donde de Comités de Solidaridad que demandan del gobierno de los Estados Unidos que liberen a los cinco inocentes cubanos que protegían a Cuba de las acciones terroristas que se organizan, financian y ejecutan desde Miami.

 

Pocos metros más abajo, en una explanada donde los explosivos ya han desbaratado la piedra, se desarrolló el acto político donde los periodistas tuneros dieron a conocer su llamamiento a todos los colegas y demás profesionales del sector en la prensa, la radio, la televisión, y los medios alternativos digitales, a que se unan a esta causa por la justicia y la libertad de los Cinco Héroes cubanos, al cual le dio lectura Pastor Batista Valdés, corresponsal del periódico Granma en esta provincia.

 

Por su parte, Adalis Ray Haine, presidenta de la UPEC en Las Tunas, dio a conocer el mensaje que los Cinco enviaron a los periodistas tuneros, luego de conocer a través de un amigo ucraniano la iniciativa que tendría lugar este 10 de septiembre en Cañada Honda, el texto dice:

 

A los periodistas de Las Tunas

 

En nombre de todos los periodistas de nuestra Isla sabemos que escalarán las alturas de Cañada Honda y las convertirán, el 10 de septiembre, en una Sierra Maestra, en un Turquino, desde donde una luz irradiará la patria amada y el mundo, con rayos de hermandad, justicia y dignidad, en reclamo de nuestra libertad. Ese gesto solidario nos fortalece y nos une, así como redobla nuestra confianza en la victoria.

 

Éxitos en su escalada y en sus importantes tareas de llevar la verdad de frente al Mundo.

 

Cinco Abrazos revolucionarios, ¡Venceremos!

 

Ramón, Gerardo, René, Fernando y Tony

 

3 de septiembre de 2010

 

FCI Florence

 

Llegó el momento del descenso de  retorno, hasta los ómnibus, para entonces hacer un alto político en el Campamento de Pioneros Calixto García, de Cañada Honda, pero dentro del territorio holguinero, donde los pioneros de la escuela primaria Celia Sánchez realizaron dibujos alegóricos a la causa de los Cinco, y se presentó la Multimedia sobre esta causa que los grupos solidarios comunitarios del lugar llevan a cabo por su liberación.

 

La niña Yanelis Martínez, leyó un comunicado en demanda de su liberación, la doctora Kenia Borrego, dio lectura a una carta de Tony Guerrero, y el trovador de la comitiva, Freddy Laffita, cantó con el mismo motivo, antes de partir los escaladores hacia la ciudad de Las Tunas, donde participaríamos en una Reflexión Colectiva en el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, sobre esta lucha mundial por la libertad de los Cinco, en una exposición gráfica igualmente motivada en el encarcelamiento de nuestros hermanos prisioneros en Estados Unidos, por ser antiterroristas.

 

 

De los periodistas de Las Tunas a colegas del Mundo.

De los periodistas de Las Tunas a colegas del Mundo.

Alturas de Cañada Honda, Cuba 10 de septiembre de 2010

"Año 52 de la Revolución"

 

Colegas que ejercen con decoro y valentía nuestra querida profesión (la de informar) desde y hacia todos los puntos cardinales del Universo. Periodistas, fotógrafos, campamentos, redactores, fotorreporteros, sonidistas, editores, titulistasa, directores y realizadores de programas en radio, cine, televisión; weamaster y demás trabajadores de medios digitales y agencias; HERMANOS TODOS, hasta del más pequeño, lejano e intrincado, medio alternativo apegado a la verdad.

 

Dentro de unas horas (este domingo 12 de septiembre) se cumplirán 12 años deswde que la soberbia brutal inherente al imperio norteamericano detuvo, apresó, aisló y confinó de manera injusta, cruel e injustificada a CINCO cubanos.

 

La carencia total de pruebas que justifiquen el pérfido comportamiento de las autoridades y de la justicia norteamericana, no sólo marcó aquel instante, sino también las absurdas condenas impuestas luego, como resultado de un proceso totalmente politizado y manipulado a la medida de la extrema derecha cubano-americana radicada en Miami, cuyos colmillos acumulan ya medio siglo pidiendo y destilando sangre contra Cuba.

 

Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, no hicieron en territorio de Estados Unidos otra cosa que observar la situación, descubrir el peligro y alertar a su patria (Cuba) frente al terrorismo organizado y financiado por los enemigos de la Revolución Cubana.

 

No existe ni la más leve evidencia real, probatoria de que la noble actividad que realizanban los Cinco allí afectara en lo más mínimo la seguridad nacional de ese poderoso país o creara amenaza alguna para el pueblo norteamericano. Todo lo contrario: a riesgos de sus propias vidas, ellos contribuían, de hecho, a proteger también a los Estados Unidos contra el flagelo del terrorismo.

 

¿Hay o no altruismo y valores profundamente humanos en una actitud así? Muy poco, o nada -sin embargo- le ha dicho la gran prensa al pueblo de Estados Unidos a lo largo de estos 12 duros años de indebido e inhumano encierro.

 

Millones de voces se levantan en todo el mundo para exigir el derecho total de los Cinco a ser liberados y retornar a su tierra. Y aún ese clamor remonta los más altos estrados geográficos y sociales del Planeta, la prensa reaccionaria sigue apegada al silencio, la censura, la indiferencia o la tergiversación burda de los hechos, en burda e irracional postura frente a un caso como este, que por su alcance conmueve al mundo y estremece las bases del verdadero periodismo.

 

Nada de ellos nos msorprendse. En correspondencia con la apreciación de René González en su mensaje al pueblo de Cuba (junio ded 2009) los periodistas cubanos nos hemos habituado a "esperar del agresor siempre lo peor". En cambio de ustedes: colegas honrados y dignos, residentes en todas las latitudes sabemos que podemos esperar siempre lo que a la prensa seria y valiente corresponde: decir la verdad, multiplicarla, hacerla llegar a esos millones de ojos y oidos que tornan cada vez más decisivos para que oprime la justicia y sean liberadosa nuestros Cinco hermanos.

 

El pasado 3 de agosto, luego de ser sacado de El Hueco (celda de extremo castigo), a donde había sido llevado de forma arbitraria y cruel, Gerardo Hernández Nordelo, escribió con su proverbial modestia y genialidad para quienes desde el mundo entero elevaron voces a su favor en todos los idiomas "…ustedes fueron mi oxígeno".

 

Hoy, 1q0 de septiembre, desde las Alturas de Cañada Honda, en el oriente cubano, nosotros los pepriodistas tuneros, junto a una representación de colegas invitados del municipio de Calixto García, Holguín, y la Delegación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Las Tunas.

 

En nombre de todos los colegas del Archipiélago, reiteramos el llamamiento hecho por la Unión de Periodistas de Cuba a favor de la libertad de los Cinco luchadores antiterroristas que permanecen prisioneross contra toda lógica y razón en cárceles de Estados Unidos.

 

Y es que ustedes: hermanos dignos de profesión en el mundo entero, han sido también, son y serán cada vez más, junto a nosotros, el oxígeno que necesita la verdad para que el mundo no ande a ciegas frente a este bochornoso, para que el mundo no ande a sordas, para que el mundo alce su voz, para que el mundo vea retornar por fin a gerardo, Ramón, Antonio, Fernando y René.

 

Muchas e infinitas gracias -desde ahora y desde aquí- por todo lo que juntos podemos seguirhaciendo a partir de este instante.

 

 Fraternalmente Periodistas de Las Tunas, Cuba

Nuevo cúrso escolar: un día de fiesta

Nuevo cúrso escolar: un día de fiesta

Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

foto de Ernesto Peña

 

Millones de personasen Cuba, adultas y jóvenes, desde las edades más tempranas, no pueden sustraerse a las fuertes emociones que suscita el primer día de un nuevo curso escolar, donde el reencuentro entre viejos compañeros de aula y escuela, y los que descubren el nuevo ambiente parecen llegar al sitio prometido tiempo atrás.

 

Tuve la fortuna de asistir a la inauguración del nuevo calendario académico en la Escuela Vocacional de Arte El Cucalambé, donde además de los nuevos ingresos que quieren realizarse en ese campo, por supuesto que gratuitamente, otros que habían sido alumnos del centro se incorporaban ahora como profesores y uno por uno fueron presentados a padres e hijos, y al Consejo de Dirección del plantel que ya cumple 36 años de inaugurado.

 

Las noticias corren y así supe que la que hasta el curso pasado fue la Escuela de Instructores de arte Rita Longa, ahora con el mismo nombre será  la Escuela Pedagógica, donde más de 500 muchachos de noveno grado iniciarán estudios para titularse de maestros primarios, mientras que las matrículas de cuatro preuniversitarios rurales regresaron a las ciudades a continuar el grado.

 

En la provincia más de cien mil estudiantes vuelven a darle vida, colorido  y bullicio a nuestras escuelas y calles, uniformados, con sus mochilas llenas de esperanzas en el futuro por el cual más de 11 millones de cubanos luchamos y resistimos, porque para esa esperanza se hizo la Revolución imbatible que lidera Fidel Castro.

 

En este curso son unos tres millones de estudiantes los que van al aula por un grado o un titulo, pero el primer día de clases, cientos de miles de padre, madres, hermanos, abuelos se ven obligados a sentir esas emociones, que para los cubanos es como un día de fiesta, que en realidad desde que Cuba se declaró libre de analfabetismo el 22 de diciembre de 1961, al finalizar aquella campaña contra la ignorancia que protagonizaron cien mil niños y jóvenes cubanos.

 

Por eso es que ahora podemos andar por el mundo enseñanza a otros desterrar el analfabetismo secular en América Latina, África y otras regiones donde el capitalismo ha demostrado que nada sirve para hacerle bien al hombre.

Nuestras mujeres gracias a la Revolución

Nuestras mujeres gracias a la Revolución

Texto y fotos de Ulises Espinosa Núñez.

ulisesen@enet.cu

 

Preocupado por una crítica convalecencia revertida en apenas nueve días, casi se me va de manera total la conmemoración del Aniversario 50 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), una organización reveladora del carácter profundo, clasista y transformador que caracterizaría a la joven revolución cubana, triunfante el primero de enero de 1959, después de cruentos años de lucha armada.

 

Para entonces se habían organizado los campesinos, después de una Primera Ley de Reforma Agraria que entregó la tierra a los que en situación miserable situación de explotación trabajaban para los patronos como arrendatarios, precaristas, y se crea la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en mayo de 1960. La FMC, la funda Fidel Castro con Vila Espín el 23 de agosto de 1960, y el 28 de septiembre el Comandante en Jefe de da vida a los Comités de Defensa de la Revolución Cuba, mientras el Movimiento Obrero iniciaba sus azarosos pasos para conquistar la anhelada unidad histórica por la que dirigentes y trabajadores venían peleando desde principios del Siglo XX, frente a oportunistas, traidores y quintas columnas del sindicalismo patronal.

 

Todo aquello, en apenas dos años, le había dado un vuelco político y social al país como nunca antes había ocurrido en América Latina, porque eran hechos históricos que tenían base en una auténtica revolución popular, en la que el ciudadano común tenía su espacio para integrarse a los cambios que venían con el proceso revolucionario, pero también para defenderlo desde las filas del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias, que Fidel y el Comandante Camilo Cienfuegos habían fundado el 26 de octubre de 1959.

 

Nada era casual, todo venía desencadenándose en la lógica de una verdadera revolución que no se fuera a bolina como la del 30, y solamente sería posible con todos para hacerla y defenderla, por eso es que rápidamente Cuba fue un avispero de pueblo construyendo vestidos de milicianos, cada cual en el modesto e importante espacio que se le daba para realizarse como ciudadano libre, sin tener que decir de donde venía como portador político.

 

Y ahí estaban las mujeres, aquellas a las que la sociedad burguesa les había reservado los más humillantes roles como hembras reproductoras, mano de obra barata en los quehaceres domésticos de la burguesía, la oligarquía y hasta de la aristocracia obrera, y por lo demás, limitadas posibilidades en la gastronomía privada, muy poco en la docencia porque no había sistema de educación masivo con respaldo estatal, lavado de ropa a domicilio y la prostitución, que gozaba de la tolerancia oficial.

 

La Revolución Cubana abrió sus puertas a todos, y particularmente a la mujer, para redimirla y en todas las rutas de la dignidad y el desarrollo que se ponía en sus manos; La Federación de Mujeres Cubanas fue para organizarlas política y socialmente, pero la Revolución les traía todos los colores de sus sueños más elevados y caros, para realizarse como mujer, ciudadana, madre y compañera de un proceso como no hubo otro nunca en este mundo que hoy está patas arriba.

 

Lo que quiso la mujer cubana lo fue desde la lucha clandestina y guerrillera hasta todas las esferas de la vida social, económica y política del país, y que en verdad supo aprovechar, lo cual se demuestra en estos 50 años de la FMC, cuando nacionalmente son 4 237 383 las cubanas mayores de 14 años integradas a su organización, de las cuales el 65,1 por ciento son de la fuerza técnica y profesional del país, y en el sector laboral estatal constituyen el 46,7 por ciento.

 

Con grados de general de brigada hasta grados inferiores la mujer cubana está en las tropas regulares y escuelas académicas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el Ministerio del Interior, pero también dirigiendo empresas y centros científicos o como investigadoras, de titulares en ministerios como los de la Educación y la Industria Básica, al frente de cooperativas agropecuarias y granjas estatales, manejando equipos de la construcción, presidentas de Consejos Populares, de gobiernos y primeras secretarias del Partido Comunista en municipios y provincias, y miembros de la más alta Dirección Central del Estado y del Partido Comunista.

 

No hay espacio en Cuba donde la mujer no esté presente y es porque a lo largo de casi 52 años, ellas supieron conquistarlo con su entusiasmo, talento, pasión, entrega, sacrificio y responsabilidad, lo que en definitiva se ha convertido en fortaleza de la Revolución, y eso la hace invencible, invulnerable, como han dicho nuestro máximo líder el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, y segundo jefe de la Revolución Cubana.

 

Seré categórico en mis conclusiones: las cubanas son hoy las mujeres más libres e independientes de este mundo que el imperio amenaza con destruir con su arsenal nuclear.

El Hotel Cádillac de Las Tunas

El Hotel Cádillac de Las Tunas

Texto y foto de Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Como si fuera un crucero trasatlántico, de lujoso puesto de mando y compartimentos acogedores, de mediana altura, suficiente para otear el horizonte por donde pasa la marea humana de cada día en sus menesteres, así se aprecia el Hotel Cádillac, el más lujoso y atractivo edificio del centro de la ciudad de Las Tunas.

 

Se dice que este resinto fue construido en los años 40, tomando como referencia la arquitectura de los cruceros o trasatlánticos de aquellos tiempos, aunque nunca se pudo conocer qué relación guarda su nombre con la marca norteamerica  automóviles homonima, empero en su vestíbulo, alrededor de la carpeta se muestran fotos de antiquìsimos autos, cuya fama ya parecen aplastadas por las firmas japonesas, chinas y de otros países.

 

 Pero quizás, para no perder su orgullo, El Cádillac de Las Tunas, con su multicolor bien combinado y vistoso, se levanta digno y atrayente, después de una reconstrucción capital que redujo su capacidad, pero elevó el confort en ocho habitaciones que han merecido la estancia de la Embajadora de Inglaterra, quien aceveró ser estas las mejores en que ha estado en Cuba. Allí estuvo también el máximo representante diplomático de Canadá.

 

 Ya no interesa quién fue su dueño en el capitalismo, pues hace décadas pasó a manos del Estado, y hoy está administrado por el Grupo Hotelero Isla Azul, cuya gerencia invirtió casi un millón 300 mil pesos en divisa y moneda nacional, para reconstruirlo después de más de una década en ruinas, por los efectos de la crisis económica cubana de los años 90, durante la cual se quiso rehabilitarlo.

 

 Que ya esté prestando servicios a cubanos y extranjeros con su singular belleza, es un botón de muestra de que la econompía cubana se ha recuperado, aunque ello no quiere decir que sobre ella no actúa el fascista bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

 

 El buen gusto en el diseño restaurador devolvió mobiliario de época, la carpintería de puertas y ventanas desdeñó el aluminio, y en esa línea las habitaciones son un primor, las que se pueden alternar con un club nocturno con capacidad para 30 personas, donde se pueden adquirir los mejores rones, vinos, gaseosas y menú que ofrecen calificados cocteleros.

El extranjero que quiera disfrutar plenamente a esta ciudad, puede hospedarse en El Cádillac, almorzar en reconocidos restaurantes, caminar por su vulebar, tomar sus bebidas, café y refrigerios en el portal que avista el andar de los tuneros por la circundante red comercial.

 

A la vista de los huéspedes está la vieja iglesia reconstruida tras tres incendios patrióticos en el Siglo XIX, la Plaza de Armas, y los emblemáticos Parque Central, el Museo Provincial y el Memorial, todos con el nombre del Mayor General Vicente García, el insigne patriota tunero que en la Guerra de los 10 Años fue presidente de la República en Armas y jefe de sun Ejèrcito Libertador.

 

De la corporaciòn que tuvo a su cargo la reconstrucciòn del Hotel Càdilac,decir,tan sòlo que su bella obra està propueusta al Premio Nacional de Restauraciôn: