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Sabanilla

Las Tunas

MI HIJA LLORÓ CONMIGO EN VENEZUELA

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesenli@enet.cu

 

 Mi hija Yaroslán está en Cojedes, donde cumple misión cubana como laboratorista de la Salud, que ejerce acá en Las Tunas, en el policlínico que lleva el nombre de mi padre, Aquiles Espinosa, y le escribí de cuánto hemos sufrido la muerte de Hugo Chávez, por quien acá en Cuba las lágrimas fueron de hombres y mujeres, de los niños y los jóvenes. Le escribí luego de publicar en estas páginas dos comentarios sobre la repercusión de esta desgracia y narrarle lo que este acontecimiento se hizo sentir en nuestro barrio.

 

Todo cuanto le dije era sobre un espectro luctuoso y que me hizo recordar la desaparición de Camilo Cienfuegos, aquel carismático líder de la Revolución Cubana desaparecido sin rastro alguno, 10 meses después del triunfo de enero de 1959; aquella conmoción fue similar a esta: el pueblo volcado a las calles y llorando en masa.

 

Ella acaba de contestarme este jueves 14 de marzo; me dice:

 “Así es, muchas lagrimas he derramado hasta desesperarme por la muerte de  ese hombre tan grande que solo la muerte pudo vencer; es un orgullo estar en este país acompañando a todos los que lloran esa pérdida irreparable y que seguirán llorando, pues él es el pueblo: eso quedará en la linda historia de Venezuela y solo los que han amado a Chávez y valoran esa grandeza que
nació con él, podrán sentir el vacío que dejó, pero con la consigna “yo soy Chávez”, Maduro tendrá el voto del pueblo, porque así lo manifiestan, sin miedo, diciendo a gritos Maduro estamos contigo.

 

 Conoce mi hija mi vocación revolucionaria y que de la misma manera que con Fidel y Raúl Castro, así estoy identificado con las ideas de Chávez, cautivado también por su carisma y magia en su personalidad, y tal vez por esa línea, ella me puntualiza: “por mi parte te diré que no sentirás vergüenza de mi jamás, pertenezco al Ejército de Batas Blancas, y si la tengo que cambiar por un fusil lo haría con gusto, sin pensar en nada, ni con flojera, eso fue uno de los valores que me enseñaste con tu educación, igual que mi madre, mi tío, mis hermanos;  no seré nieta de sangre de Aquiles Espinosa, pero seguiría su ejemplo para que no sintiera vergüenza de estar dentro de los Espinosa, como nieta adoptiva".

 

“No tengo miedo,  solo un enorme dolor de haber perdido al Presidente del amor, al que la tele le ha dedicado muchos programas y, verdaderamente,
no hay duda que Chávez es corazón del pueblo; ¡que entrega tan honesta,
sencilla, con tanto amor al pobre, que atención tan especial a todo el que
pudo acercarse a él para que lo ayudara, cuántas anécdotas del pueblo”.

 

La muerte del líder bolivariano se quedó una impronta que ahora su propio eslogan: Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro, El chavismo está Maduro, expresiones de un pueblo que sobre el dolor ha jurado continuar con Chávez, y apunta Yaroslán:”Con lágrimas y dolor le gritan que el voto es de Maduro. Espero que puedan apreciar por TV todo lo que les cuento, sino, han perdido algo que jamás se repetirá en la historia de Venezuela, porque él era un hombre único.

Recuerdo a todas ellas, dile a Fela (la madre de quien esto escribe) que cuando dieron la noticia de la muerte de Chávez me acordé de muchas personas en Cuba que sabia lo iban llorar, y una de esas personas era ella, también mi mamá,  mi tío, mi familia y todo el pueblo cubano, que sin duda lo hemos querido.

 

“Esto fue una experiencia extraordinaria  que no volveré a vivir: las personas llorando como a un familiar… yo estaba de guardia ese día y cuando fueron avisar de la triste noticia me volví loca, llorando sin control,  no
entendía cómo la muerte se había ensañado en un hombre que necesitaba y
merecía  vivir para terminar la obra que comenzó; confiaremos en Maduro
para que la continúe; ojala no tengamos que volver a sufrir algo así por muchos años”. 

 

Así concluye  mi hija su mensaje, dejándome con lágrimas y un doloroso nudo en la garganta, solo que esta vez han sido de orgullo por esa entrañable y bella criatura que dentro de poco arribará a sus 50 años, por poquísimo casi todos a mi lado. Gracias Yarito, por esta grandeza que me muestras, siempre supe que la tienes.

 

 

 

HA MUERTO CHÁVEZ, SILENCIO TOTAL EN LAS TUNAS

 

 

Los funerales de Hugo Chávez, en directo

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 Por el día, puede que alguna que otra vez se escuchó una voz, un grito tal vez, pero en las noches, ni siquiera la programa especial de Telesur o de Cubavisión se escuchaba como en fechas anteriores, incluso con la generalidad de la población viendo exclusivamente ambas emisoras. Esto que cuento está sucediendo en mi bullicioso barrio, donde todavía en la media noche es normal escuchar las voces de los noctámbulos.

 

No es casual, la muerte de nuestro Hugo Chávez ha constituido una desgracia en mis vecinos, para la gente de la provincia de Las Tunas, y de todos los cubanos; la incredulidad perduraba 48 horas después de la anonadante noticia, tras la cual sobrevinieron las más humildes formas de expresar el dolor, sobre todo después que la televisión cubana empezó desarchivar memorias en la videoteca cubana.

 

Todo empezó con las lágrimas que brotaron multitudinarias, incontenibles, en  hombres y mujeres,  quienes dejaron constatar que Chávez estuvo siempre, desde su aldabonazo del 4 de febrero a la visita primera a La Habana y fue recibido como jefe de Estado por Fidel Castro, cuando el zurdo arañero de Sabaneta proclama la insurrección  electoral de los pobres de Venezuela.

 

Y no han terminado las lágrimas ni el dolor frente a la tele ni en las colas para honrarlo con un puñado de flores de cualquier tipo que aparecieron; las telenovelas se fueron de las prioridades hogareñas, antes y después que Cubavisión se hiciera pantalla del sufrir cubano por su hijo ilustre; así anduvieron los hermanos Ana y Wilbert  González Álvarez, quienes no mostraron consuelo.

 

En Las Tunas, este sábado todavía hay luto en las calles, el silencio es total y la resignación es un lamento, un réquiem por el que un día fue a Haití como presidente, y luego resultó maratonista con el pueblo por las calles de Puerto Príncipe

 

Todo esto lo cuento desde Las Tunas, mi ciudad y provincia, donde se el estupor se dispersó a media voz, y si acaso hubo algún grito fue para decir ¡Murió Chávez!, y nada más porque después vendría el homenaje en  el Memorial Vicente García, donde se diseño un escenario mortuorio impresionante

 

Se vieron rostros antillanos desconsolados, combatientes de blindados sus pechos por tantas medallas jurando rodilla en tierra, que defenderán con todo a la Revolución Bolivariana, como expresa la declaración oficial del Gobierno Revolucionario de Cuba.

 

Chávez se ganó  nuestro amor, y era un de los nuestros, por su desenfado y carisma singular, en  un liderazgo inaudito rompedor de los formalismo protocolares de la diplomacia, del orador de deshilvanaba sus discursos para darle sabrosura a la incoherencia, como aquellas de dejar a un lado el tema llevado para cantar una canción llanera, o declamar un poema, relatar una  anécdota o muna historia,  subir de tono cuando pronunciaba la palabra carajo, todo aquello enardecía con su discurso.

 

Ver a Chávez haciendo ejercicios físicos con sus muchachas del equipo nacional de béisbol, liderando él la carrera de calentamiento; discursar ante sus multitudes bajo un intenso aguacero, o detener la marcha en su vehículo para abrazar a una anciana,  a un campesino, a un niño, o cuando decía mis soldados,  se daban las más humanas razones para idolatrarlo.

 

Quizás por esas pinceladas que nos vienen a retazos, o  más, nos llegó a la oficina un mensaje para Aurora Frías, quien me lo dio a conocer, para que leyera sentimientos de una mujer de luto por el Comandante bolivariano:

 

Muchas felicidades por el día de la mujer, aunque mi corazón llora por la pérdida de un Gran hombre amoroso, hermano, compañero leal, fiel y un sin numero de cualidades que yo no puedo definir con palabras, pero lo siento en el corazón y como mujer, madre, hermana, hija siento que cada día tenemos que ser mujeres mejores, y contribuir   a un mundo mejor, y recordar siempre  a ese gran Hombre que fue Hugo Chávez”.

 

Y más todavía: él fue el creador de la Quinta República, la de la nueva Venezuela, forjador de unas Fuerzas Armadas hijas de la patria, ya no  aquellas amamantadas que procreó la oligarquía,  hasta legitimarlas como servidumbre  en las jornadas del Caracazo, y luego vistió de símbolos patrios, de valores nacionales, de identidad, de la visión de los libertadores, a un     pueblo que parecía, hasta Chávez, no haber tenido rostro, Bandera, ni historia.

 

 

 

AQUILES, TAMBIÉN EJEMPLO EN EL DEPORTE

Aquiles, que  nunca tuvo sobrenombre, sino ese apelativo, porque era más atractivo sobre Manuel, que es su primer nombre, y Aquiles el segundo, no dejó título literario en papel alguno, pero sí una obra política y social guardada en la memoria histórica, que es la fuente de donde durante muchos he escrito de él como periodista, muy lejos de la pasión y subjetividad de hijo que pudiera empañar mi condición de profesional.

 Nunca escribí del tema al que ahora recurro, aunque incompleto por carecer de fotos de aquellos que han sobrevivido a la historia de la cual impondré a probables lectores; hace muchos años, algunos de ellos me hablaron de los días cuando formaron  parte de aquel renombrado equipo de béisbol Juventud Martiana, constituido por jóvenes campesinos vecinos suyos de Sabanilla y San José, en la demarcación rural de Las Arenas, del actual municipio Majibacoa, de la provincia de Las Tunas.

 Me contaba no hace mucho Elibardo Espinosa, Alonso y José, también del mismo apellido, Nenito y Saúl Vázquez, y Sabino Reygada, que Aquiles no era ni remotamente un buen pelotero, pero sí muy entusiasta como el manager que pagaba con su bolsillo algunos implementos como bates, pelota y gorras, además del alquiler del camión en que los llevaba a competir a barrios cercanos, propiedad del aún vivo Orestes Riquenes.

 Decía él en una carta suya a un periódico local de esta ciudad de Las Tunas, allá por el año 1945, que se debían crear instituciones sociales para disciplinar a los niños y los jóvenes, y para poner el ejemplo que nunca imitaron los desgobiernos de la seudorrepública, creó al “Juventud Martiana”, con el fin de unir al relevo en sus metas, aspiraciones, sueños y luchas.

 Aquellos muchachos, admiraron a Aquiles como ejemplo de combatiente revolucionario muy valiente, honesto, desinteresado, solidario en extremo, que luchó por la justicia social para los hombres y las mujeres del campo y en particular de los jóvenes que por entonces carecían de escuelas, de trabajo y de las mínimas posibilidades para realizarse dignamente.

 Aquiles, que  nunca tuvo sobrenombre, sino ese apelativo, porque era más atractivo sobre Manuel, que es su primer nombre, y Aquiles el segundo, no dejó título literario en papel alguno, pero sí una obra política y social guardada en la memoria histórica, que es la fuente de donde durante muchos he escrito de él como periodista, muy lejos de la pasión y subjetividad de hijo que pudiera empañar mi condición de profesional.

 Nunca escribí del tema al que ahora recurro, aunque incompleto por carecer de fotos de aquellos que han sobrevivido a la historia de la cual impondré a probables lectores; hace muchos años, algunos de ellos me hablaron de los días cuando formaron  parte de aquel renombrado equipo de béisbol Juventud Martiana, constituido por jóvenes campesinos vecinos suyos de Sabanilla y San José, en la demarcación rural de Las Arenas, del actual municipio Majibacoa, de la provincia de Las Tunas.

 Me contaba no hace mucho Elibardo Espinosa, Alonso y José, también del mismo apellido, Nenito y Saúl Vázquez, y Sabino Reygada, que Aquiles no era ni remotamente un buen pelotero, pero sí muy entusiasta como el manager que pagaba con su bolsillo algunos implementos como bates, pelota y gorras, además del alquiler del camión en que los llevaba a competir a barrios cercanos, propiedad del aún vivo Orestes Riquenes.

 Decía él en una carta suya a un periódico local de esta ciudad de Las Tunas, allá por el año 1945, que se debían crear instituciones sociales para disciplinar a los niños y los jóvenes, y para poner el ejemplo que nunca imitaron los desgobiernos de la seudorrepública, creó al “Juventud Martiana”, con el fin de unir al relevo en sus metas, aspiraciones, sueños y luchas.

 Aquellos muchachos, admiraron a Aquiles como ejemplo de combatiente revolucionario muy valiente, honesto, desinteresado, solidario en extremo, que luchó por la justicia social para los hombres y las mujeres del campo y en particular de los jóvenes que por entonces carecían de escuelas, de trabajo y de las mínimas posibilidades para realizarse dignamente.

 Aquiles cayó combatiendo a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958) durante la jornada criminal  conocida como Las Pascuas Sangrientas, del 25 de diciembre de 1956, desde las filas del Moviendo Revolucionario 26 de Julio del  líder cubano Fidel Castro, a quien se unió desde el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

 No se equivocó en su filiación política luego de leer el alegato La Historia me Absolverá, pronunciada por Fidel Castro, en la causa que se le siguió por aquellos hechos, y ocasión en  la que afirmó que el autor intelectual de aquella acción había sido el Apóstol cubano José Martí. Aquel documento se convirtió en el Programa de la Revolución y para él suficiente para Aquiles.

 Luego del triunfo de enero de 1959, la Revolución Cubana, con Fidel al frente sembró de sueños realizados a toda Cuba, y al campo como en todas partes llegaron los maestros a las escuelas que nunca habían sido abiertas, otras fueron construidas hasta el nivel superior; de Sabanilla salieron muchos ilustrados hasta con grados profesionales y algunos científicos, como Alberto y Freddy Pompa, y el deporte se hizo derecho del pueblo, entre infinidad de conquistas socialistas.

 Pero antes, en la guerra que se desató contra el gobierno de Fulgencio Batista,  muchos de aquellos peloteros del equipo Juventud Martiana como Orlando Tamayo, Nenito Vázquez, Rigoberto Pompa, Rubén Sánchez y Armando Couso, entre otros que eran clandestinos, se fueron a las guerrillas a combatir con las armas en las manos, como lealtad a Aquiles y por el triunfo de sus ideas.

Aquiles cayó combatiendo a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958) durante la jornada criminal  conocida como Las Pascuas Sangrientas, del 25 de diciembre de 1956, desde las filas del Moviendo Revolucionario 26 de Julio del  líder cubano Fidel Castro, a quien se unió desde el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

 No se equivocó en su filiación política luego de leer el alegato La Historia me Absolverá, pronunciada por Fidel Castro, en la causa que se le siguió por aquellos hechos, y ocasión en  la que afirmó que el autor intelectual de aquella acción había sido el Apóstol cubano José Martí. Aquel documento se convirtió en el Programa de la Revolución y para él suficiente para Aquiles.

 Luego del triunfo de enero de 1959, la Revolución Cubana, con Fidel al frente sembró de sueños realizados a toda Cuba, y al campo como en todas partes llegaron los maestros a las escuelas que nunca habían sido abiertas, otras fueron construidas hasta el nivel superior; de Sabanilla salieron muchos ilustrados hasta con grados profesionales y algunos científicos, como Alberto y Freddy Pompa, y el deporte se hizo derecho del pueblo, entre infinidad de conquistas socialistas.

 Pero antes, en la guerra que se desató contra el gobierno de Fulgencio Batista,  muchos de aquellos peloteros del equipo Juventud Martiana como Orlando Tamayo, Nenito Vázquez, Rigoberto Pompa, Rubén Sánchez y Armando Couso, entre otros que eran clandestinos, se fueron a las guerrillas a combatir con las armas en las manos, como lealtad a Aquiles y por el triunfo de sus ideas.

 

 

 

Ya tenemos la mascota

Ya tenemos la mascota

Por Ulises Espinosa Núñez
Diseño de Flores
ulisesen@enet.cu

Se parece a nosotros por bullanguero, su risa a mandíbula abierta es un carnaval, y por demás, con los colores contrastantes de verde y rojo, como es la tuna, y por eso somos tuneros; así concibió Flores a la mascota beisbolera de Las Tunas, con desenfado, conguero y hombre de comparsa a lo Mau Mau y Zabala, risueño como nosotros.

Flores, un genial caricaturista nuestro que está bien sentado con el pincel en sus ojos, nos sorprende ahora con este regalo que la fanaticada pedía a gritos desde las gradas, y también otras tribunas del pasatiempo nacional.  

Supongo que este leñador contento nos represente en todos los eventos deportivos locales, y más allá, y se convierta en símbolo de esta provincia y

de su pueblo, en un estandarte para sí, como ya una vez lo tuvieron Los Cazadores de Hatuey, del Mayor General Vicente García, nuestro caudillo, en la campaña de los 10 Años contra el colonialismo español.

Ahora, la Dirección de Deportes en Las Tunas, gestiona la confección de  nuestra mascota, para que nos represente en todos los eventos de la pelota cubana, más ahora que estamos punteando en la zona oriental cubana, donde somos los que más ganamos en el país.

Resulta que el Instituto Nacional de Deportes, la Educación Física y la Recreación (INDER) convocó a concurso para buscar la mejor propuesta y felizmente, la ocurrencia de Flores nos trajo la identidad geográfica, culturalmente, sicológicamente nosotros, pues los tuneros no sabemos estar si no es con la sonrisa presta, que es como vivir con el alma limpia.

Pero esto no niega que seamos gente de carácter, espinosa si se nos ofende o reta, y para eso tenemos el hacha afilada, como la porta este leñador alegre, igual que ya una vez anduvimos con el machete filoso contra los colonialistas españoles, y las escopetas humeantes contra la dictadura batistiana.

La verdad es que somos los Leñadores, y el apelativo es por el poder de sus bateadores, no todos de vuela cerca, pero sí cualquiera se la bota al más renombrado pitcher, y por eso dicen que este parece ser el equipo que mete miedo con el bateo desaforado que despliegan, tanto que en dos temporadas anteriores estuvimos en playoff a batazo limpio, porque el picheo no estaba ni entre los regulares; todo ahora es diferente, en esa posición, y el bateo, aunque no está este año tan temible, la escuadra figura entre las tres  de mejor average: Industriales, Villa Clara, Las Tunas, que precisamente lideran la 51 Serie Nacional de Béisbol.

Pero no solo eso, desde hace varias semanas el equipo de Las Tunas se encuentra en la punta de la lucha por la clasificación en el Este de Cuba, donde ocho equipos pujan por quedar entre los cuatro que irán a Pleyoff en empate en el primer lugar, y otras veces solo en esa posición, o en segundo y así, por ejemplo, aunque ahora está en descanso, la confrontación entre Santiago de Cuba y Villa Clara, le favorece doblemente y todo se mantiene inalterable en esa posición.

Y así, Los Leñadores son  un equipo que tiene a legendarios peloteros del Equipo Cuba, como Joan Carlos Pedroso y Danel Castro, y los nuevos prospectos Alexander Guerrero y Jorge Jonshon, que estuvieron haciendo plantel en un enfrentamiento con jugadores universitarios de Estados Unidos, y por ultimo, Yosvani Alarcón, el receptor, que estuvo en tres equipos en eventos internacionales, entre ellos, Los Panamericanos, y en el Juego de las Estrellas, de este año, en Matanzas, Cuba, se adjudicó los trofeo de campeón en Tiro al Barril y Corrido de las cuatro bases.

Ariel Pestano, el kácher titular de Cuba dijo recientemente que su relevo en esa posición debe Yosvani, el mulato tunero detrás de home.

 Flores es un agente de Patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria, es miembro de la Unión de Periodistas de Cuba e integra la Sección de Caricaturistas de esa organización, en la provincia de Las Tunas.

 

 

 

 

CON EL AMOR DE SIEMPRE

CON EL AMOR DE SIEMPRE

Ulises Espinosa Núñez
Fotos: Yeili Ferrales y Carlos Spech
Montaje artístico: Norge Santiesteban
ulises@enet.cu

Fue así, con el amor de siempre, que nos lanzamos los hombres a preparar el agasajo a nuestras chicas, unas de apenas 17 años, y otros ya en edad de jubilación, pues merecían que el 8 de Marzo todos nos acordáramos de ellas.

Y fue así que, por eso de que soldado brindado muere reventado, asumí junto con Carlos y Norbert, e integramos Comisión con ese peso enorme,  para organizar los festejos de nuestro centro por el Día Internacional de la Mujer, pero para que fuera más liviano,  acordamos todos hacer una cooperativa financiera para adquirir regalos, las golosinas, y se incluyeron al Sindicato y la Administración.

Al colectivo le pedimos aportar un plato criollo de cualquier tipo, y se aportó lo suficiente como para llenar aquella larga y ancha mesa donde pusimos kakes, croquetas, pudines, empanadillas, palitroques, hamburguesas, vinos, ron, dulces de harina, refrescos y qué se yo cuántas cosas más.

Y hubo globos, música que algunos bailaron y hasta hubo una rifa que la administración premió con bolígrafos y productos agrícolas.
Juana, la subdirectora, aportó mucho administrativamente, por ejemplo, preparó el mejor almuerzo, organizó el reconocimiento a Minerva, por ser la que acumula más años de juventud, María Esperanza, con más de 30 años en el centro, y a Dayana, la recién llegada al colectivo.
Esta vez, los vestidos no fueron rutinarios, porque la mayoría dejó uniformes en casa los; las uñas y atractivas pestañas postizas ocuparon sus espacios, otras fueron repintadas, los peinados fueron para la ocasión, pero Aurora con su pulóver rojo y grandes aretes, no quiso ponerse sus gafas oscuras, para no ser la Secretaria a la que aludiría luego el poema que se leyó.
A mí me tocó hacer de locutor y maestro de ceremonia, e inicié todo con el poema mujeres, con versos picantitos, eróticos, que subían los colores a algunas, y se pintaba a otras, pues el poeta recreó distintas sicologías de mujeres que allí, en su interior, estaban festejando su día.
Cada uno de los hombres, después de haber preparado la mesa, tomó en sus manos un grupo de tarjetas con el nombre de las compañeras, las que una por una fueron nombradas y se les llevó el presente y un ramo de gladiolos que ellas recibieron muy agradecidas, porque en sus fueros, nada como una flor.
No todas, pero algunas aceptaron presurosas el trago de vino, otras prefirieron el ron, y las demás, el refresco, y después algunas se levantaron para irse a bailar, hasta que el decursar del tiempo nos fue llevando a casa, aunque con Carlos y su esposa, yo con  la mía, Juana y dos jóvenes más, fuimos a rematar al patio de nuestro centro, hasta que al fin nos fuimos para al Don Pedro, un bar al aire libre, donde refrescamos con cerveza, antes de decirnos adiós.

Al día siguiente los comentarios premiaban con elogios los esfuerzos y resultados de la víspera, y por toda respuesta, los aludidos contestaron con una frase comprometedora:¡el próximo año será mejor!

Falleció el combatiente y locutor Gerardo Alfonso.

Falleció el combatiente y locutor Gerardo Alfonso.

El combatiente de la Revolución Cubana, Gerardo Alfonso Reyes, fue sepultado este lunes en el Panteón a los Caídos por la Patria, de la ciudad de Las Tunas, luego de haber fallecido el día anterior, a la edad de 70 años víctima de una grave enfermedad. Reconocido como el Locutor de la Revolución en el territorio, Gerardo era de una extracción muy humilde de la calle Astillero, de Manzanillo, donde nació el 28 de Julio de 1940, tras lo cual residió en la comunidad de Cayo Redondo y en Bayamo, de la provincia de Granma, en la que desde muy niño tuvo que dedicarse a labores perentorias para ayudar al sustento de la familia.

 

A los 15 años se involucra en acciones clandestinas contra la dictadura batistiana, y por la persecución de la que fue objeto, y a los 16 tuvo que tomar el camino de las montañas en la Sierra Maestra, el 20 de noviembre de 1958, y se incorpora a las fuerzas del capitán Alcibiades Bermúdez, del Primer Frente José Martí, del Comandante en Jefe Fidel Castro.

 

Al triunfo de la Revolución continuó en el Ejército Rebelde y posteriormente se incorporó a la Policía Nacional Revolución e ingresó en los órganos de la Seguridad del Estado, a la que sirvió por décadas en Bayamo y Las Tunas, y debido a su trayectoria revolucionaria en distintos frentes y combatiente internacionalista, al ocurrir su lamentable deceso ostentaba 16 medallas otorgadas por el Consejo de Estado y numerosas organizaciones.

 

Por 50 años residió en la ciudad de Las Tunas, donde su vida profesional la desarrolló como técnico en telefonía y fundamentalmente locutor de Radio Victoria, donde por el estilo agradable y comunicador fue una de las voces emblemáticas de la emisora, además de fundador y conductor de memorables programas, entre ellos de Costa a Costa, la Discoteca Popular y su inolvidable Alegrías del Carnaval, y formador de jóvenes colegas.

 

Por la alta confianza depositada en él por la máxima dirección del Partido en la Provincial, fue el locutor de la Revolución de las multitudes, de los más sencillos y masivos actos políticos, y distinguió por el activismo en los CDR y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, en las que ocupó distintas responsabilidades, además de presidente de base de ambas, y delegado del Poder Popular, en un mandato.

 

Gerardo Alfonso fue el carismático locutor de verde olivo del pueblo, el hombre de miles de amigos y cabal revolucionario hasta el último momento de su vida. (Ulises Espinosa Núñez)

La misma Revolución Agraria de Fidel

La misma Revolución Agraria de Fidel

Por Ulises Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 

Quizás alguna vez se pensó, hasta en los propios cubanos, que la Revolución Agraria que Fidel Castro había anunciado para el futuro en el país, en su alegato La Historia me Absolverá, concluiría con la Primera y Segunda Ley de Reforma Agraria que entregaría la tierra a los campesinos explotados por los latifundistas nacionales.

 

Tal vez se creyó, que una vez convertidas en Granjas del Pueblo aquellas extensas ricas y tierras, usurpadas por la oligarquía nacional y los propietarios norteamericanos los asuntos sobre el suelo patrio y la soberanía revolucionaria que respecto a él se ejercería tras la victoria de enero de 1959, había acabo el capítulo de las luchas reivindicadoras emblemáticas de Realengo 18, en Guantánamo y, en Las Tunas, Las Maboas, Virama y Limones.

 

Entre el período de 1959 a 1992, pasaron 31 años, en los que la Revolución Agraria registró saltos como los de la asociación de los campesinos en cooperativas de propietarios individuales asociados en las llamadas hasta hoy CCS, después llegó el momento de crear una forma socialista superior de propiedad, que fueron las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA), acogidas a créditos y mercado seguro con el Estado.

 

En 1992, ante coyunturas excepcionales, en las que desaparecieron el campo socialista y se desintegró la Unión Soviética, Cuba corrió el peligro de una agresión e invasión militar norteamericana, suponiendo impunidad por la supuesta soledad de la Isla, ante lo cual el Partido Comunista de Cuba decidió entregar en unidad cooperativa las granjas estatales que se convirtieron en las conocidas UBPC agropecuarias.

 

La fortaleza de la Revolución Cubana conjuró el peligro por su fortaleza en LA unidad política, pero en tal caso de que la amenaza yanqui se hubiera consumado, los agresores y los atizadores de Miami habrían tenido que quitarle las tierras a los dueños de las UBPC únicamente por la punta de los fusiles que seguramente tendrían para defenderlas.

 

Pero la revolución agraria de Fidel Castro concluyó con aquel capítulo, pues recién acaba de iniciarse otro, tal vez conclusivo, por orientación de la máxima dirección política del país e invocada por Raúl Castro, el Consejo de Ministros acaba de emitir la resolución 259 mediante la cual todas las tierras ociosas comenzaron a ser entregadas en usufructo gratuito a personas naturales y jurídicas dispuestas a hacerlas producir, y eso es ya un hecho irreversible que ha comenzado a dejarse ver sobre la mesa por sus resultados agrícolas y pecuarios.

 

Aquiles Espinosa: Revolucionario radical.

Aquiles Espinosa: Revolucionario radical.

 

Ulises Espinosa Nùñez

Foto de Uliades Espinosa Núñez

ulisesen@enet.cu

 


Este siete de noviembre se cumplirán noventa años del natalicio de Aquiles Espinosa Salgado, quien fuera desde niño poseedor de un carácter y una rebeldía indoblegables contra las injusticias sociales, que empezó a demostrar cuando a los 13 años expresó su voluntad de derribar del poder a tiros al tirano Gerardo Machado.

 

Ya empezaba a conocer el despotismo, pero además, a sufrir desde el surco el abandono social, los desalojos de campesinos, la explotación, y Sabanilla, donde nació en 1920, estableció su primera trinchera contra aquella situación como líder campesino en la zona de Las Arenas y sus alrededores del actual municipio de Majibacoa.

 

A los 20 años ya era bien conocido en esas luchas sociales y políticas, por lo cual su nombre trascendió en Las Tunas y el resto de la provincia de Oriente, porque desde la izquierda auténtica y dirigente popular enfrentó a terratenientes y a la Chaparra Sugar Company por intentos de desalojar de sus tierras a campesinos en Limones, Vista Alegre o por el cierre de caminos rurales.

 

Decepcionado de la politiquería tradicional, combatió a Fulgencio Batista desde el mismo 10 de marzo de 1952, cuando dio el golpe de Estado a los Auténticos, y junto a Pelayo Cusido, lideró las protestas contra aquella traición a las esperanzas del pueblo, recordó tiempo atrás a este periodista el combatiente Raúl Catalá.

 

El liderazgo de la izquierda radical que ambos desempeñaron descolló en el desmembramiento que hicieron de su Partido, para agrupar los combatientes decididos a luchar con las armas en la mano, para lo cual crearon la Triple A con pertrechos traídos de República Dominicana y que usaron en entrenamientos de tiro, y luego de sus muertes entregadas al Ejército Rebelde.

 

De esa manera valiente y resuelta, durante cinco años este humilde revolucionario tunero estuvo a la cabeza de la lucha contra la dictadura, hasta caer asesinado el 25 de diciembre de 1956, en Las Pascuas Sangrientas cinco días después de dejar disuelta a la Triple A, para ponerse al servicio del 26 de Julio, cuenta el combatiente Ramón Fernández.

 

El asalto al Moncada iluminó el camino a Aquiles, al descubrir en Fidel Castro, al hombre capaz de conducir a las masas a la revolución por la cual clamaba y por ello trabajó creando células del 26 de Julio en el sur de Las Tunas, entre esos lugares Gamboa, según cuentan Iraís Castro y Licario Guerra.

 

Y en cumplimiento de esa misión cayó tres días antes de irse con sus hombres a apoyar a los rebeldes en la Sierra Maestra, afirma Verjita Santoya, madre de sus dos hijos, como después le ocurrió a Pepito Mastrapa, Emilio González e Indalecio Díaz, como miembros del 26 de Julio provenientes de la Triple A auténtica.