TODOS CON EL AMARILLO AL PECHO
Por Ulises Espinosa Núñez
Y de pronto, por el llamado del héroe antiterrorista René González, el color simbólico de todos los dignos, el amarillo es color de todos, por una causa que el mundo a abrazado: la libertad para Los Cinco, esos que por salvar a cubanos y norteamericanos del flagelo del terrorismo contrarrevolucionario, son hoy prisioneros del imperialismo en cárceles de Estados Unidos.
Las ideas originales se han llovido a lo largo de todo el país, y más allá, porque oídos receptivos movilizados por la clamada liberación escucharon la convocatoria de René y los individuos y grupos solidarios se sumaron a la iniciativa, y así el tinte del girasol escapó de los jardines y las florerías, y son cosechadas en los hogares donde late el patriotismo.
Algunos lograron las cintas amarillas satinadas en las tiendas comerciales, pero otros buscaron viejas recorterías de tías, madres y abuelas, y aquellos otros que buscaron una prenda de vestir en desuso: blusas, camisas o pantalones e hicieron el corte para sacar la cinta que en lazo llevan el mensaje a sus torsos.
Alguien dijo que tenía un pulóver amarillo y lo combinaría con un sombrero de yarey que pintaría de ese color, y así se presentaría este día 12 de septiembre en su centro dee trabajo, en conmemoración de los 15 años que se cumplen del encarcelamiento de los antiterroristas cubanos, gracias a la conjura infame del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la mafia política de Miami.
A un vecino le oí decir que confeccionaría un papalote que pintaría de amarrillo y lo echaría a volar bien alto, a ver si Barack Obama le tira un vistazo allá en Washington y ordena justicieramente que se abran los barrotes de las celdas del crimen político que cometen contra ellos y Cuba.
Pintura amarilla de acuarelas, temperas y oleos tiñeron otros recursos como cartulinas, hojas blancas de oficina, cortezas de árboles y hasta láminas de aluminio fueron llevadas a la convocatoria con el color de la lealtad y el amor que además, cuelgan en ramos, girasoles y otras confecciones de los árboles, puertas, ventanas, antenas de automóviles…
No pudo ser de otra manera para este día, aunque fue tanta la premura en dar respuesta, que al otro día de la alocución de René González, muchos sacaron su emblemática alusión color del sol, que ahora es de un pueblo que no desmayará por la certeza del Comandante en Jefe Fidel Castro de que ¡Volverán!, y por eso la cinta de color amarillo en el pecho.
Y ese pecho será cubano, masivamente, pero también norteamericano, guatemalteco, venezolano, y lo dicen los mensajes que llegan a Cubadebate de esos y otros países de América Latina, del Caribe, de Europa, África y Asia, porque en esos continentes y regiones late el clamor justiciero.
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