Apuesto a Cuba
Por Ulises Espinosa Núñez
ulisesen@enet.cu
Los Escorpiones, una vieja agrupación musical uruguaya tiene una píeza ya antológica y emblemática de los carnavales de la ciudad de Las Tunas, su título es La Bala; los tuneros la descubrieronallá por el año 70 durante sus fiestas tradicionales y la exigen como tema principal de Radio Victoria; aunque dura 14 minutos, ellos no se cansan de bailarla.
Es tanta la pasión por La Bala, que acá se inventó un altoparlante para darle ambiente musical y promoción al carnaval antes y durante los festejos, que a propósito de una canción le pusieron por nombre La Salá, y es la pieza de la constante, la que al terminar un cantante se queja y dice a coro con los bailadores, "muy poquito", y al rato hay que volver a ponerla, y nuevamente la protesta porque los 14 minutos de Los Escorpiones es "muy poquito".
Traigo a tema esa inconformidad porque ello me recuerda la obsesión de los yanquis por el caso Cuba, de la que se quejan porque no hace nada por reformas políticas y económicas que le satisfagan, porque lo que se hace en beneficio y bienestar del pueblo, ellos lo vituperan de malo, y así están desde hace 52 años.
Ahora mismo los cubanos acaban de emprender el análisis de un paquete de lineamientos que discutirá el Sexto Congreso del partido Comunista, enetre lkos días del 16 al 19 de abril, a propósito de los aniversarios 50 de ser declarado el carácter socialista de la Revolución y de la victoria en Playa Girón sobre la invasión mercenaria lanzada por Estados Unidos contra Cuba.
Esos Lineamientos, que ya discuten los militantes comunistas y todo el pueblo en las comunidades, los trabajadores en sus centros, los campesinos en sus bases, y los militares en las unidades; es decir, de una forma autenticamente democrática, pero los norteamericanos dicen que aquí no hay democracia.
Como en el caso de losa bailadores con La Bala, para los yanquis es "muy poquito" y eso que lo que nos estamos planteando no es cosa de juego por lo mucho que queremos alcanzar con voluntad colectiva y política de los cubanos, para salvar a la Revolución y el Socialismo, y eso es lo malo que nos reprochan, porque han olfateado que no jugaremos a la ruleta rusa ni le haremos guiñito al capitalismo.
Habrá centralización, las empresas serán menos dependientes y podrán operar con sus propias finanzas para invertir y estimular a los trabajadores, pero aras de la eficiencia y el incremento de la producción, la productividad y las exportaciones, adermás de una generalizada diversificación que condusca a la sustitución de impotaciones.
Se le dará apertura a nuevas fuentes de empleo privado por cuenta, para buscar satisfacciones a numerosas necesidades de bienes y servicios que potencialmente están en la población, muchos de ellos que prefieren esa vía y no la de trabajar con el Estado, a propósito de lo cual esa será una opción para el más de un millón de trabajadores que serán racionalizados por estar dentro de una plantilla abultada que afecta sustancialmente a las finanzaz del presupuesto estatal y empresarial.
El gobierno de Estados Unidos no está contento con lo que está ocurriendo en la Isla porque el tufillo no apesta a neoliberalismo, sino el socialismo cubano se va a poner traje nuevo, con el mismo color, pero con corte y echura moderna, a tono con la dialéctica y los cambios que el marximo aconseja tener en cuenta, y con ello la Revolución Cubana seguirá siendo una bella muchacha, aunque ya pase de la media centuria.
Pero nbo son los norteamericanos enemigos los que están sobre la cera, o desde un faro oteando el horizonte, sino que otros muchos ojos buscan la señal cubana, interesados en la novedad de la valentía cubana, de la firmeza moral y política de nuestro presidente Raúl Castro, quien a reiterado que el no asumió el más alto cargo para destruir nuestra Revolución.
No es poquito lo que se hará, aunque sí definitivo hasta en los errores conceptuales que se han cometido, eso lo sabe el pueblo apuesta por el país que vfendrá después, para el buen futuro de nujestros hijos y nietos.
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