En batalla El Caballo de Caguairán
Ulises Espinosa Núñez
Fidel Castro, el máximo dirigente de la Revolución Cubana, vuelve a ser ese acontecimiento político térmico, sísmico, contundente y feliz que sacude a unos, alerta a otros y alegra a los millones que lo aman en todo el mundo, porque la reveladora aparición de El Caballo de Caguairán ha salido al ruedo romano a combatir a los dragones, que se alimentan su reino con el fuego de su imperio.
Taimados y cobardes dirigentes políticos del mundo, dan la callada a las denuncias que el Comandante en Jefe cubano empezó a hacer el primero de junio por la jugada yanqui-surcoreana con la corbeta Seonan, para justificar una réplica del incidente Golfo de Tonkin, por el cual desataron la escalada contra Viet Nam, con la impronta de que ahora la época es otra, caracterizada por la impunidad y una correlación de fuerza a favor del imperialismo, cuando otras potencias no hacen un gesto de contención.
A la luz de sus reflexiones y su reciente comparecencia el martes último en una Mesa Redonda Especial, no tengo la menor duda de que tanto Rusia como China, con irresponsable tibieza en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con su derecho jurídico al veto, no impidieron una Resolución que de hecho ya es una patente de corso para Estados Unidos e Israel, para emprender su estrategia de cerco nuclear agresivo y amenazante contra Irán. Una firme oposición de Rusia y de China, como la que hicieron Brasil y Turquia en ese organismo, hubiera bastado para maniatar legalmente a Estados Unidos y obligarlos a negociaciones políticas racionales, respectando los derechos soberanos que tiene Iran como nación libre, y que el mundo occidental ignora.
La Unión Europea obedece al amo, Africa no reacciona en sui extreches, Asia en el limbo y América Latina, salvo algunos pronunciamientos de Daniel Ortega y Hugo Chávez, presidentes de Nicaragua y Venezuela, respectivamente, sigue mirando desde el traspatio al prepotente e insolente vecino que la tiene en remojo. Pero no puedo dejar de subrayar con indefensa amargura, pero indignado que los musulmanes, sus cercanos gobiernos y hermanos pueblos de sangre y religión no se hayan levantado en defensa del derecho a la paz que tienen los iraníes, y han dejado solo a un país que no amenaza a nadie, dedicado al desarrollo nacional por el bienestar de los persa; es doloroso y criminal el desentendimiento.
Si como reza en lo prescrito en dicho documento, para el 8 de agosto el país persa no ha cumplido con la ensarta de artículos que le exigen cumplir humillantes obligaciones en contra de su derecho al desarrollo civil de la energía nuclear, la agresión ya no tendría que esperar por un segundo más, con la agravante de que la complicidad europea implementó sus castigos al lado de las que unilateralmente Barack Obama a rubricado. Esto es criminal y ante los ojos del mundo en que cientos de millones miradas no pudieron ver antes, y después de la embriaguez del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, mientras los gobernantes de los Países No Alineados hayan hecho una enérgica protesta que haga detener el fatídico decenlace contra su amigo, muchas veces advertido por Fidel, y que ineludiblemente afectará al mundo entero.
Esa respuesta unitaria de solidaridad con Irán es una obligación de Egipto, como su presidente, pero tampoco la Asamblea General de las Naciones Unidas se pronuncia y llama la atención de que no se ha desencadenado la movilización mundial contra la guerra próxima, como ocurrió cuando Iraq y Afganistán estaban amenazados por las botas, los cohetes y los aviones yanquis y tropas de decenas de aliados; ni siquiera hay pronunciamientos como los que se dieron popular e internacionalmente en contra del golpe de Estado en Honduras. El mundo ha dejado solo al valiente pueblo persa, que estoicamente espera. Lo que hace ahora el Máximo líder de la Revolución Cubana, en el contexto latinoamericano y nacional, nos recuerda aquellos días en que él diseñó y puso en acción las Directivas para enfrentar con alternativas el Período Especial que se nos venía encima, como consecuencia de la desaparición del socialismo en Europa del Este y la desintegración de la Unión Soviética, en consecuencia de lo cual Cuba recibiría golpes económicos demoledores, virtuales primero, y dramaticamente reales después, que hicieron tocar fondo a nuestras producciones por carencia de todo para ello, y el mercado cubano se cerró a punto de la axficia; aquello no nos liquidó moral y política por aquellas Directivas que nos permitieron resistir, recuperarnos y desarrollanos a pesar de escazezes.
Fidel sugiere ahora algo parecido a los pueblos latinoamericanos y sus gobiernos, en el contexto de una economía que no fluirá de un extremo al otro del mundo, para aplicar medidas de subsistencia contando con los enormes recursos naturales, infraestructura y conocimientos y medios tecnológicos que tiene la región para evitar el caos social y político que podría sobrevenir, en naciones donde la fragmentación política y la falta de unidad nacionales pudiera hacer insalvable la presumible crisis. Pero ya hay voces aisladas de estudiosos y políticos no oficiales que se hacen eco de la alerta antiguerrerista de Fidel Castro, mientras algunos medios de prensa hacen referencia de lo que para ellos es la espectacular reaparición del Líder cubano, en su generalidad describiendo su buen aspecto físico, su color rosado, la racionalidad y coherencia de su pensamiento, de la proverbial memoria, como si objetivamente fuera eso lo más importante.
La cuenta es regresiva para que el Golfo Pérsico se incendie, pero espero que la voz de Fidel movilize al mundo, y hojalá sus predicciones lleguen no a la consumación de lo que anunció, sino a la conjura de los peligros, y las naves que han anclado cerca de Irán y las que avanzan, o las que ya están en la Isla de Diego García en el Pacífico hayan gastado combustible innecesariamente, pero las posiciones radicales de Irán y Estados Unidos, no ofrecen ninguna esperanza de que la paz sea salvada. Al triunfo de la Revolución y todavía aún muchos le dicen Fidel, El Caballo, por su tamayo y fortaleza descomunales en espíritu e ideas, pero a partir de las respuestas a la fatídica enfermedad alguien le buscó similitud hercúlea con un árbol cubano conocido por Caguairán, las que con todo nuestro respeto y en virtud de que ha salido de su resinto de relativo reposo, quiero sintetisar ambos términos, con esta convicción simbólica: En batalla El Caballo de Caguaíran.
Tomado del Periódico Granma CUBA SE REGOCIJA No fue fortuito compararlo con el Caguairán, ese árbol de manera dura y resistente, perfecta para fabricar obras impereceras. Con grano recto, incorruptible y compacto. Así es nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro. No se comentaba otra cosa; lo mismo en un centro de trabajo, que en un mercado o una parada de ómnibus. Las personas personas no dejaban de decir:¡Viste qué bien está! Fue un alegrón rotundo y hasta los de "afuera", tuvieron que admirarse.
El regocijo por saberlo fuerte, vital, se unió al agradecimiento por tantas lecciones de vida que, durante cuatro años, nos han dado sus artículos. Entusiasmarse y escucharlo atentamente fueron las vías que escogieron los cubanos de todo el archipiélago para retribuirle. Del Cabo de San Antonio a la Punta de Maisí. El Holguín, Moraima Calzadilla, ama de casa del reparto Carralero, afirmó a la Agencia de Información Nacional (AIN) que siguió minuto a minuto la comparecencia de Fidel, a quien vió saludable, dueño de los argumentos para desmontar, con datos irrebatibles, las infamias de Estados Unidos. Y a la granmense Lourdes Rosales hasta le saltaron las lágrimas al contemplarlo en tan magnífico estado de salud: "Ver a Fidel siempre es una emoción muy grande. Mientras el veguero Ramón Torres, del municipio de San Luis, en la provincia de Pinar del Río, manifestó a la AIN su júbilo tras ver a Fidel muy recuperado.
Al mismo tiempo, a la vecina de Santa Clara, capital de la provincia de Villa Clara, Georgina León, ama de casa de 72 años, le alegraba la tarde "esa capacidad de análisis de Fidel, la misma de siempre". Y esa alegría por la comparecencia televisiva del Comandante marcó también la graduación ayer de 916 estudiantes de la Universidad de de Guantánamo. Entre ellos no hubo mejor comentario que la sabiduría del líder de la Revolución, mientras esperaban sus títulos en distintas carreras profesionales. El titular de Sabanilla, por su parte vio a una mujer matancera, cuyo nombre no fue caracterizado en el Noticiero de la Televisión opinó que había visto al Comandanmte en Jefe "muy bien, fuerte, lúcido y que hojala viviera dos mil años". En el mismo espacio un niño de unos 10 años, dijo segura y rápidamente que lo alegraba de que Fidel ya estuviera bien de su enfermedad.
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