Cómo era el más universal de los cubanos (final)
Por Ulises Espinosa Núñez
Ese era José Martí, el hombre cuya figura fue agonía y sufrimiento, pensamiento y acción por la causa sagrada de la libertad de Cuba, y a sus ideas debemos el liderasgo de Fidel Castro por la Revolución de todos y el bien de todos del propio Martí, hasta consolidar el socialismo como sistema único para conquistar toda la justicia, a que el Apóstol aspiró, hasta su muerte el 19 de mayo de 1895, hace 115 años. Este es nuestro modesto modesto homenaje en el 115 aniversario de su caída en combate el 19 de mayo de 1895, al frente de la Guerra Necesaria que orgamnizó contra el colonialismo español. Volviendo a detalles más íntimos de la vida de José Martí, conviene reordar que era frugal en la mesa, aunque le agradaba el buen comer y lo hacia con gusto. Conocía los misterios de todos los platos famosos del mundo como el mejor de los cocineros. Sabía catar los vinos y gustaba de saborear una buena copa de Tokay, aunque su bebida predilecta era el vino Mariani, el reconstituyente de moda en aquella época. A este respecto, Martí, en sus apuntes sobre su viaje a Guatemala en 1877, hace la siguiente afirmación: "En mi, la privación de la pulcritud interrumpe seriamente la vida. Hecho a la pobreza, no vivo sin sus modestas elegancias, -váyanse de mí, y no norabuena- los guisados más apetitosos. Como es una función, nunca un placer, fuerza es amenizarla, para hacerla llevadera; y disfrazar con limpias bellezas su fealdad natural. Si bien es cierto que se dice que Martí tomó una que otra y que escribió sobre el tabaco, sisn embargo no era fumador en el verdadero sentido de la palabra. Dato curioso cuando se piensa que sus mejores auxiliares y hermanos en la lucha por la independencia de Cuba fueron precisamente los tabaqueros. De trato encantador con las damas, entre las que estaba con grandes simpatías y afectos por sus modales cabellerescos, amenizaba con ellas con reseñas plenas de colorido sobre arte, en especial de música, que lo emocionaba profundamente, de pintura de la cual era un gran conocedor y amante, o de teatro, que siempre fue una de sus aficiones predilectas desde niño. Y, en más de una ocasión, obsequiaba a sus gentiles oyentes con una sabrosa taza de chocolate humeante, preparado con sus propias manos. Su amor por los niños es sobradamente conocido.Tenía alma de niño y de ello son prueba sus bellos trabajos en la revista infantil "La Edad de Oro", ppero lo que más les gustaba contarles a los niños las maravillas de la naturaleza, llevarlos a estudiar plantas, flores, avez e insector, enseñarles las bellezas de la tierra para que las entendieran y amaran mejor. Trabajador infatigable, escribía diez o más cartas, varios manifiestos revolucionarios, artículos para Patria, correspondencia para diarios sudamericanos. Versos, todo en un solo día. Y aún le quedaba para llevar a sus libros de apuntes alguna nota íntima o curiosa. Dormía poco y con inquietud. Cuando los pensamientos se agolpaban a su cerebro en los días angustiosos en que preparaba la última guerra de independencia, pocas eran sus horas de descanso. (Tomado de… Martí, Obras Completas, Tomo 27, Guía, pp.216/217)
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