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Sabanilla

Origen de la nacionalidad cubana

Al fundirse la cultura española con la africana en Cuba, llegó hasta aquí todo el bagaje ancestral de la cultura occidental greco-latina, así como el complejo trasfondo del mundo. Con el presbítero Félix Varela y con el escritor José Antonio Saco, en las décadas anteriores a la mitad del siglo XIX surge el sentimiento consciente y políticamente desarrollado de la nacionalidad. 

Varela fue el pionero de la independencia de Cuba. En labios de Varela la voz patria equivale a país, independencia. En 1849 Saco sentenció sobre la ya bien fundada nacionalidad Cubana. Es preciso que antes sepamos lo que es nacionalidad y que consiste en que todo pueblo que habita un mismo suelo, un mismo origen, una misma lengua y tiene los usos y costumbres, ese pueblo tiene una nacionalidad. Ahora bien, la religión que profesa no es de una misma religión , que aunque común a otros, no por eso deja de ser uno de los rasgos que más la caracterizan. Negar la nacionalidad cubana, es negar la luz del sol de los trópicos en su mediodía. Sobre esto Saco escribió que’’... la nacionalidad es la inmortalidad de los pueblos, y el origen más puro del patriotismo".

En fin la nacionalidad se fue cristalizando no solo por la mezcla de razas, sino también con la fusión de costumbres, creencias religiosas , cultos espirituales y expresiones culturales de los distintos exponentes extra continentales que en una metamorfosis que de vino en un producto que desde el punto de nacionalidad conformó un estamento social, un ente social que se llamó lo cubano. 

A partir de la conciencia de lo cubano, en la poesía, la narrativa, la docencia se fue estructurando un concepto de nación que se cristaliza de precursores como Félix Varela, José Antonio Soco y José de la luz y Caballeros, hasta el momento culminante de la claridad de la Guerra de los Diez Años, iniciada el 10 de octubre por Carlos Manuel de Céspedes, en La Demajagua. 

Ese fue el momento en que lo cubano determinan gentilicio, una nacionalidad con la cual un pueblo se hizo reconocer ante el mundo con una guerra popular que tendría que terminar con el reconocimiento de la República de Cuba por la que el Ejército Libertador combatió ya con un himno y una bandera. 

Desde 1868 hasta 1878 esas aspiraciones de crear una República cubana independiente no se pudo lograr y mucho menos en la guerra chiquita, hasta que la luz universal y visionaria de ’’José Martí’’ fija las ideas de una nueva guerra llamada necesaria, para independizar a la Isla no solo de España, sino también impedir que Estados Unidos se apoderara de Cuba y demás tierras de América, lo cual expresa en su Carta Testamento Político del 18 de mayo de 1895, a su amigo el mexicano Manuel Mercado, un día antes de caer en Dos Ríos, lo cual frustra la intervención yanqui en la guerra hispano-cubana.

 

Con aquella acción oportunista los Estados Unidos impidieron la victoria del Ejército Libertador, debido fundamentalmente a la muerte, primero de José Martí, luego de Antonio Maceo y después de su hermano José, dos hombres que sin duda hubieran dado otro curso al final de la guerra. 

El asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y la consecuente guerra de liberación nacional lideradas por el Movimiento 26 de Julio y el Ejército Rebelde con Fidel Castro al frente, y que triunfó el primero de enero de 1959, fue la concreción definitiva de la Nación la libertad absoluta a que aspiraron nuestros libertadores, y la conquista de la segunda independencia que visionó José Martí con su guerra necesaria y el Partido Revolucionario Cubano; por ello es que hoy podemos proclamar a pulmón lleno iV¡va Cuba Libre! , como grita nuestro General de Ejército Raúl Castro.

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