Blogia
Sabanilla

Creatividad de la Revolución Cubana

Creatividad de la Revolución Cubana

Por Ulises Espinosa Núñez

 (ulisesen@enet.cu)

El triunfo de la Revolución Cubana, el primero de enero de 1959, encontró a un país estructural y políticamente desorganizado, con una división político-administrativa impuesta por el gobierno colonial español en 1878 y una Constitución de 1940 que mantenía la misma situación contraproducente y obstaculizadora para los planes de desarrollo socio económico que el Partido Comunista se planteaba en su Plataforma Progrmática para su Primer Congreso, después ser cumplidos los preceptos del Programa del Moncada.

La existencia de seis provincias y 132 municipios al principio del triunfo revolucionario alejaban la eficiencia, el control y el progreso en todos los sectores de la sociedad, y era necesario dejar atrás el carácter provisional de las estructuras de gobierno, e institucionalizar al país para ampliar el poder de las masas y aprovechar mejor los recursos de cada territorio.

 En el período de 1959 a 1975 Cuba mantenía la misma estructura del siglo XIX, pero el Estado en su afán de desarrollar al país, creó 58 regiones territoriales y 407 municipios y seccionales, que aumentaron considerablemente los aparatos bucrocráticos administrativos, con 200 mil cuadros de los cuales solamente el 38 por ciento se desempeñaban en esas últimas instancias.

Esta concepción alejó mucho más la atención del Estado a las necesidades de cada localidad, por lo que las apremiantes prioridades integrales del Partido Comunista introdujeron un estudio cuidadoso, objetivo, visionario y perspectivo de cada futura provincia, y surge así la determinación de establecer una nueva División Político Administrativa, acorde con los requerimientos estratégicos.

 Pero ello, a partir de un basamento jurídico de institucionalización que estuviera refrendado por una Constitución Socialista que tuviera en cuenta esas perspectivas, pero en previa consulta con las masas, las que en un 97,7 por ciento aprobó el Proyecto de Constitución, en referendo del 15 de febrero de 1976.

Nueve días después entró en vigor la Carta Magna Socialista por voluntad del pueblo. Ya realizado el estudio de la futura División Político Administrativa, en el Informe Central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuado en diciembre de 1975, el Comandante en Jefe Fidel Castro planteó:

"Este estudio ha tomado en cuenta el aumento de las funciones y facultades que se transferirán a las provincias como resultado de la constitución de los órganos del Poder Popular; el fortalecimiento de la autoridad y la importancia económica de los municipios, a los que se encargará la administración de miles de unidades, hasta ahora atendidas por los organismos centrales del Estado, la necesidad de dar a las nuevas instancias territoriales las características idóneas para facilitar la planificación y administración de las actividades económicas y sociales de acuerdo con el Sistema de Dirección y Planificación de la Economía, que demanda una adecuada relación entre la centralización y la descentralización de las decisiones, la participación de las masas en esta dirección y la más eficiencte organización de la gestión económica".

Seguidamente, el Primer Secretario del Comité Central Partido Comunista de Cuba, subrayó en su informe: "Se llegó de esta forma a tres conclusiones. La primera: que era posible y aconsejable simplificar nuestra estructura de dirección político-administrativa, mediante la supreción del eslabón regional. La segunda: que era necesario crear un número mayor de provincias, de acuerdo con los argumentos expresados anteriormente. La tercera: que, del mismo modo, era imprescindible reducir considerablemente el número de municipios, ajustándose a un criterio de relativa uniformindad en cuanto a área, población, actividades productivas, servicios, comunicaciones y otros aspectos".

Atendiendo a esa política y a la historia en la mayoría de los casos, las provincias creadas fueron catorce: Pinar del Río, Ciudad de la Habana, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Ciego de Avila, Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo y el municipio especial Isla de Pinos, que después se llamó Isla de la Juventud, y en total 169 municipios en el país. Para llegar este momento histórico hubo varios momentos cruciales:

El Referendo Constitucional aprobatorio del 15 de febrero de 1976; la entrada en vigencia de la Constitución Socialista el 24 de Febrero de ese propio año; la instauración de la nueva División Político Adiministrativa el 3 de julio de 1976, y la creación de los Órganos Locales del Poder Popular en los municipios y provincias entre octubre y noviembre de 1976, y la constituyente de la Asamblea Nacional del Poder Popular los días 2 y 3 de diciembre de ese año.

Ante los ojos del mundo, jurídica e institucionalmente ya Cuba era otro país. Ahora, hace unas semanas atrás, se acordó presentar a la Asamblea Nacional del Poder nuevos proyectos de nueva división división político administrativa en el occidente del país, para formar dos nuevas provincias, una de ellas la antigua Provincia Habana, que llamará Mayabeque, y la Artemisa, para buscar eficiencia, funcionabilidad y control.

Otro proyecto afecta a la provincia de Matanzas, particularmente a los municipios de Cardenas, que asumirá al de Varadero, con reajuste administrativo, político y territorial, de la misma manera que ocurrirá en Guantanamo, en obediencias a iguales reflexiones y decisiones en beneficio del Estado, el Psartido y el pueblo.

IMPORTANCIA PARA LAS TUNAS

 Lo mismo que para el resto de los nuevos territorios instituidos, en nuestra provincia la reestructuración significó un salto colosal en su desarrollo económico y social, que está marcado en el momento preciso en que Fidel inaugura la Terminal de Azúcar a Granel de Carúpano, en enero de 1978, fecha a partir de la cual aquella aldea, reconocida así por el Comandante en Jefe empieza a transformarse.

Del monocultivo azucarero pasa a provincia de desarrollo agroindustrial con la inversión de vastos planes agrícolas: se reorganizó el sector pecuario con nuevas tecnologías genéticas en la ganadería vacuna, a través de lecherías de ordeño mecanizado y la intensificación de la inseminación artificial, los planes porcinos y avícolas crecieron a la cifra de nueve mil toneladas de carne de cerdo y 94 millones de huevos al año, además de la venta de aves vivas a la población para el consumo directo.

Se intensificó el riego en la caña, la producción de pastos, la tecnología azucarera dejó atrás el subdesarrollo capitalista, los derivados de la caña se multiplicaron al punto que la provincia fue declarada la Capital de los Derivados, se desarrolló la industria de la cerámica blanca con fábricas de vajillas y aislantes eléctricos en varios municipios y, de la misma manera, la de confecciones textiles, de artesanía y la metalúrgica de conformado de estructuras, acero inoxidable y de botellas.

 Se construyeron importantes instituciones de la salud como los hospitales Doctor Ernesto Guevara y Guillermo Dominguez, en las ciudades de Las Tunas y Puerto Padre, otros similares en el resto de los municipios, asimismo grandes centros de estudios como preuniveresitarios y secundarias en el campo, el Instituto Pedagógico, y se completaron las diez instituciones culturales básicas de cada municipio; se construyeron nuevos hoteles, la red de ómnibus urbanos, por ejemplo en la capital provincial llegó a transportar 50 millones de pasajeros en un año, con un parque de 127 ómnibus, se amplió el servicio de taxis más modernos y se crearon nuevos centros de recreo y centros nocturnos.

 Sería interminable enumerar el impacto favorable que trajo para los tuneros la creación de la provincia, y baste con apuntar categóricamente que la visión de Fidel y el Partido de esta decisión significó realmente bienestar y mayor calidad de vida para el pueblo en su desarrollo económico y social; está demostrado.

0 comentarios